El abogado César Mario Gutiérrez Priego, aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), manifestó su respaldo a la propuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir el uso de maíz transgénico en el país, ya sea mediante decreto o reforma constitucional.
Durante una entrevista con la periodista Meme Yamel, Gutiérrez Priego se pronunció firmemente en contra de la utilización de maíces modificados genéticamente para el consumo humano, señalando que su implementación representaría un riesgo considerable para la salud pública.
📹 #Vídeo | El abogado César Gutiérrez Priego (@CesarGPMedia), candidato a Ministro de la SCJN, se pronunció a favor de proteger las especies nativas de maíz y de prohibir los granos transgénicos.
“La Presidenta de México también habló de que por medio de un decreto o por medio de una reforma constitucional se prohíba la compra de maíz transgénico. Si es así, pues la Suprema Corte, en este caso un ministro, si yo llegara a ser ministro, mi voto estaría completamente de acuerdo con lo que señala la Presidenta”, declaró.
Riesgo a la salud y protección de la tortilla mexicana
Gutiérrez Priego advirtió que el maíz transgénico no está diseñado para el consumo humano y que su uso en alimentos esenciales como la tortilla podría implicar consecuencias graves para la salud de la población.
“Si sabemos que el maíz transgénico no es para consumo humano y lo quieren utilizar en México para que nosotros podamos generar gran parte de lo que tiene que ver con la alimentación diaria mexicana, que es con la tortilla, pues imagínate, seríamos cómplices de un delito que podría afectar a gran porcentaje de la sociedad de nuestro país”, expresó.
El abogado penalista enfatizó que su postura no responde a una corriente ideológica, sino a la necesidad de aplicar la ley con claridad y proteger uno de los bienes culturales más importantes del país: el maíz originario.“No es ni siquiera de ideología, es muy sencillo: es aplicación de la ley, nada más”, concluyó.
Gutiérrez Priego destacó que la eventual prohibición del maíz transgénico en México tendría sustento legal firme, ya sea a través de un decreto presidencial o una reforma constitucional, lo cual garantizaría un marco normativo claro, sin espacio para ambigüedades.
El Senado de la República aprobó la iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir la siembra de maíz transgénico en México, con el objetivo de proteger las variedades nativas y la salud de la población.
Con 97 votos a favor y 16 en contra, el Pleno dio luz verde a la reforma constitucional que establece la conservación y protección del maíz criollo como un principio fundamental. La medida responde a la preocupación por los efectos del maíz genéticamente modificado y busca blindar al país ante su consumo.
La iniciativa surge tras la resolución desfavorable para México en el panel de discusión con Estados Unidos y Canadá sobre el comercio de maíz transgénico. Luego de este fallo, el gobierno mexicano se vio obligado a eliminar las restricciones a la importación del grano modificado, a pesar de los estudios que alertan sobre sus riesgos para la salud.
El dictamen, que modifica los artículos 4 y 27 de la Constitución, subraya la importancia de proteger el acervo genético del maíz como una estrategia clave para la soberanía alimentaria y la agricultura nacional. Se considera que esta medida fortalecerá la producción agrícola sin la influencia de semillas modificadas, promoviendo la biodiversidad y la sustentabilidad en el campo mexicano.
Con esta reforma, México busca consolidar su política en defensa del maíz nativo, un cultivo emblemático de su identidad y pieza clave en la alimentación de millones de personas.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Economía y de Agricultura, reafirmó su postura en defensa de la diversidad genética de los maíces nativos, tras conocerse el Informe Final del Panel constituido conforme al Capítulo 31 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre el caso “México – medidas relacionadas con el maíz genéticamente modificado (MEX-USA-2023-31-01)”.
La administración mexicana enfatizó tres puntos clave:
Compromiso firme con la diversidad genética: Se destacó la importancia de proteger los maíces nativos, considerados un patrimonio biológico y cultural del país.
Ámbito comercial: El Gobierno recordó que el informe se circunscribe exclusivamente al ámbito del comercio bilateral entre México y Estados Unidos, sin implicaciones directas sobre políticas internas relacionadas con el uso o consumo del maíz genéticamente modificado.
Futuras iniciativas legislativas: Se manifestó acuerdo con las propuestas que serán discutidas en el Congreso durante 2025, enfocadas en prohibir la siembra de maíz genéticamente modificado en territorio nacional.
Con esta postura, México reafirma su soberanía en la protección de sus recursos naturales y su compromiso con el desarrollo sustentable y la seguridad alimentaria, en concordancia con su visión de respeto al medio ambiente y a las tradiciones agrícolas de las comunidades indígenas y rurales.