Eduardo Manzano, el legendario “Polivoz”, falleció a los 87 años dejando atrás una de las trayectorias más influyentes en la comedia mexicana. Su familia, colegas y miles de admiradores lo despiden como un artista que transformó el humor nacional y marcó a generaciones con personajes inolvidables. Una vida dedicada a hacer reír hoy encuentra su último aplauso.
El mundo del entretenimiento despidió este viernes a Eduardo Manzano, figura emblemática de la comedia mexicana e integrante del célebre dúo “Los Polivoces”. El actor falleció a los 87 años, noticia confirmada por su hijo, Lalo Manzano, quien compartió un mensaje cargado de emociones en redes sociales. En su despedida, recordó al artista como un hombre virtuoso, trabajador incansable y dueño de un talento que marcó a varias generaciones.
La partida del también conocido como “El Polivoz” provocó una ola de mensajes entre la comunidad artística, Organismos como la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) y la Asociación Nacional de Actores (ANDA) lamentaron su fallecimiento y destacaron su papel protagónico en la historia de la comedia en México. Ambas instituciones reconocen su trayectoria en televisión, teatro y cine, recordando su presencia en producciones que aún permanecen en la memoria colectiva.
Manzano, nacido en 1938 en la Ciudad de México, inició su carrera como imitador de voces en radio y teatro inspirado por maestros como Ferrusquilla, el encuentro con Enrique Cuenca en 1959 marcaría el inicio del dúo cómico Los Polivoces, responsables de icónicos personajes como Gordolfo Gelatino, Agallón Mafafas, Don Teofilito y “Wash and Wear”. Su humor, sustentado en una capacidad única para las caracterizaciones, los llevó a conquistar la televisión en las décadas de 1960 y 1970.
Más allá del fenómeno de Los Polivoces, Eduardo Manzano construyó una trayectoria sólida en cine, doblaje y televisión, participando en cintas como “Hijazo de mi vidaza”, “El aviso inoportuno” y ¡Ahí madre! entre otras películas en las cuales participó. En años recientes volvió a los reflectores con su papel en Una familia de diez, donde mostró que su carisma permanecía intacto. Su legado también vive en sus hijos Eduardo y Ariel, quienes siguieron sus pasos en el mundo del humor.
Los restos del actor serán velados esta tarde en una funeraria de la Ciudad de México, para sus seguidores y colegas, Eduardo Manzano deja una herencia invaluable: un humor que acompañó al país en momentos difíciles y que seguirá provocando sonrisas en quienes crecieron con sus personajes icónicos con los cuales siempre realizo humor blanco y inocente que acompañaba de jugar con las voces, gestos y caracterizaciones, comedia que no utilizaba palabras altisonantes.
