El acuerdo incluye un fondo superior a 2 mil 200 millones de pesos, liquidaciones conforme al contrato original y nuevas plazas para trabajadores afectados.
Luego de más de 18 años de huelga en la mina de Cananea, Sonora, el dirigente del Sindicato Nacional Minero, Napoleón Gómez Urrutia, reconoció el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum para concretar un acuerdo que pone fin a uno de los conflictos laborales más prolongados en la historia reciente de México.
En una entrevista con La Jornada, Gómez Urrutia destacó la voluntad política del actual gobierno federal para resolver una huelga que inició en julio de 2007, motivada por graves fallas de seguridad e higiene, así como por violaciones sistemáticas al contrato colectivo de trabajo por parte de Grupo México. Afirmó que una salida de esta magnitud no habría sido posible con administraciones pasadas, al subrayar que “los tiempos han cambiado y no habrá más impunidad”.
El líder sindical también reconoció la apertura al diálogo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y del titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños, así como el respaldo previo del expresidente Andrés Manuel López Obrador a las causas laborales.

El acuerdo fue respaldado con un fondo de más de 2 mil 222 millones de pesos, destinado a poner fin formal a la huelga y a resarcir daños ambientales, incluidos los ocasionados por el derrame tóxico en el río Sonora. De ese monto, Grupo México aportará el 70.14%, equivalente a mil 500 millones de pesos, como resultado de las negociaciones impulsadas por el gobierno de Sheinbaum.
Dentro del Plan de Justicia para Cananea, el convenio contempla la liquidación conforme al contrato colectivo original, el acceso a seguridad social y pensiones para 650 trabajadores y sus familias, así como para las viudas de 53 mineros fallecidos durante el conflicto. Además, se acordó la apertura de 400 plazas laborales para quienes decidan reincorporarse a la mina.
Finalmente, Gómez Urrutia recordó que aún permanecen activas otras dos huelgas históricas, con más de 18 años sin resolverse: Taxco, Guerrero, y Sombrerete, Zacatecas, las cuales —dijo— deberán atenderse bajo el mismo principio de justicia laboral.
Con información de La Jornada.






