Etiqueta: José García Sánchez

  • Hijos del PAN

    Hijos del PAN

    Una vez transcurrido más de medio año de la nueva cúpula del PAN, podemos asegurar que no hay cambios en su estructura, transformación que era esencial para su sobrevivencia. Es un partido que se repite todos los días, que se plagia a sí mismo, en repliegue constante. Romero no está preparado para dirigir un partido en crisis.

    Cada día el PAN estrena un deterioro, no hay fecha en la que no tenga un revés, producto de una dirección nacional y una estrategia inexistentes. Ahora, el exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, presentó formalmente su renuncia al Partido Acción Nacional tras 37 años de militancia. El exmandatario estatal ahora funge como asesor en el proceso de formación del Partido México Republicano, que busca obtener su registro ante el INE, motivo por el cual la cúpula del PAN quiere expulsarlo.

    En un malabarismo de egos no le aceptan la renuncia para que sean ellos quienes lo expulsen del partido. El hecho es que detrás de Oliva irán muchos panistas, sobre todo los que, desde siempre, estuvieron vinculados a El Yunque, sumándose la gente que cree que va a obtener el registro condicionado.

    Aquí, el PAN tiene la esperanza de que el INE no autorice a esa agrupación como partido y quienes se fueron regresen, en momentos en que apenas cuenta con el mínimo de militantes necesarios para conservar su registro.

    Saldrán más militantes del PAN hacia México Republicano de los que imagina, lo cual implica que su militancia estará por debajo del mínimo que se refiere para conservar su registro, que está a punto de perder. Lo malo es que los conservadores, la derecha del PAN y la ultraderecha de El Yunque se quedarán sin membrete. Uno perderá su registro y el otro no obtendrá la oportunidad de concursar en las elecciones.

    Es decir, al PAN sólo le queda hacer mucho ruido en los medios para demostrar que sigue vivo, cualquier pretexto es bueno para anunciar que hará denuncia, que viajará a la OEA, que descalificará la elección del Poder Judicial, que declarará fraude electoral que avanza de manera contundente en las urnas, etc.

    Mientras resta militantes suma años de cárcel para sus líderes y legisladores. Ese partido empieza a contaminar a su descendencia de la prepotencia, el desprestigio, la discriminación, el clasismo que le caracteriza a sus líderes.

    La descomposición del PAN muestra en los hijos de sus militantes la raigambre delictiva. En 2017 alcanzó la libertad el hijo del exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, Guillermo Padres Dagnino, luego de que inesperada y sospechosamente la PGR, se desistiera de la acusación que hizo en su contra por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.

    Padrés Dagnino fue acusado de haber participado en licitaciones durante la gestión de su padre se el gobierno de Sonora con el fin obtener recursos en forma ilícita Los panistas son voraces, desmedidos en su ambición.

    Javier Lozano Ponzanelli, hijo del ex titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, en el sexenio de Calderón, Javier Lozano Alarcón , fue acusado de violación junto con su amigo Gabriel Castañeda Gómez-Mont, de violar a la abogada Amaarande Riojas Orozco, luego drogarla, el 16 de diciembre de 2016. Ahora la abogada Riojas se convirtió en jueza a través de la votación del poder Judicial. El caso en ningún momento se ha cerrado, porque siempre se actuó en contubernio con jueces corruptos que eran sobornados por Padre e hijo.

    Otro de los hijos de panistas que no han sido tocados ni con el pétalo de una rosa, a pesar de violentar en más de una ocasión ,la tranquilidad social, es el hijo del ex presidente Felipe Calderón, llamado El Moles, de nombre Luis Felipe Calderón Zavala.

    Otro de los hijos de panistas que ha dado de qué hablar es el de la ex candidata del PRIAN, que nunca tuvo sanción ni amonestación, ni recato por su conducta en estado de ebriedad y que debe estar vigilado por lo menos, porque representa un peligro dado su rencor por la vergonzosa derrota de su madre.

    Otro que sin tener credencial del PAN es más panista que Romero es Pedro Ferriz de Con, cuyo hijo no deja de ser un peligro social, que acentúa el descrédito de los opositores, ambos deberían estar bajo tratamiento psiquiátrico.

    Y aunque Ricardo Anaya, el senador del verbo encarnado, pareciera hijo de Diego Fernández de Cevallos por su conducta sociópata, pero no son nada y seguirán así.

    Es hora que los panistas sean educados a través de las consecuencias de los errores de sus hijos.

  • Abstenerse, luego desaparecer: priistas

    Abstenerse, luego desaparecer: priistas

    Cuando se pensaba que los panistas eran los más cercanos a la Casa Blanca y obedientes a sus designios, el PRI saca juventud de su pasado y recuerda aquellos días en los que sus presidentes, más o menos cuatro de ellos, fueron agentes de la CIA, al servicio incondicional del gobierno del vecino del norte.

    Así, se demuestra algo muy lamentable para propios y extraños, que el PRI es Alito y Alito es el PRI, y este pintoresco personaje necesita tener allanado el camino hacia el asilo político en Estados Unidos.

    Manuel Añorve, el líder priista en la Cámara Alta, explicó que su bancada no irá a la Comisión Plural que pretende dialogar con legisladores estadounidenses. Porque no hay agenda clara, no hay interlocutores definidos, no hay impacto real. Vamos, que ni vale la pena despeinarse.

    El PRI empieza un proceso de automarginación de la política mexicana y en esta ocasión empieza por no asistir a la reunión entre legisladores de Estados Unidos.

    Son momentos difíciles para el PRI, con un líder nacional deteriorado en la imagen y la conducta, con unas elecciones que lo dejan prácticamente sin registro en Veracruz y un repudio de la población sin precedente; necesita armonizar con el vecino, con quien no debe tener ni el más pequeño roce para que lo acepten, desde luego, junto con sus millones de dólares que se robó.

    Alito está con un pie en la cárcel, y seguramente ya tiene el boleto de avión, sólo falta la fecha, aunque puede utilizar una aeronave propia para una urgencia, que debe estar con el motor encendido. Puede darse el lujo de tener ambas opciones listas, lo importante es no dejar en fuero en la cerca fronteriza.

    Un día después de que el PRI se bajó de la Comisión Plural del Senado que viajó a Estados Unidos para negociar con senadores de Estados Unidos para que no se imponga un impuesto a las remesas, la bancada de Movimiento Ciudadano anunció que tampoco estará en esa comitiva. Lo suyo es el abstencionismo.

    El coordinador de la fracción parlamentaria de MC, Clemente Castañeda, señaló que hace falta mucha más seriedad, mucha más consistencia, mucho más diálogo interno a la construcción de una agenda interparlamentaria, de diplomacia parlamentaria para tener un objetivo y para poder alcanzarlo.

    Es decir, ellos también saben cómo hacerlo, cuando nunca han demostrado más que afiliar adictos y encaminarse ala derecha a gran velocidad. Sin brújula ideológica y un oportunismo inédito en la historia de México, con esta decisión MC adelanta que se unirá al PRIAN en el 2027, porque sabe que el aparente triunfo en Veracruz se debió más al voto de castigo que a las simpatías de sus candidatos.

    Las señales que da MC muestran que carecen de objetivos trazados con seriedad y de estrategia electoral. Saben que deben conservar el registro porque en 2027, los volverán a dejar en el tercer lugar de las preferencias electorales.

    El PRI, por su parte, pasa de la decadencia a la agonía. Da lástima que personajes que en algún momento mostraron su soberbia ahora sólo se expongan en los medios utilizando el membrete de su partido como si se tratara de una bancada hecha y derecha.

    El clásico ejemplo sucede en Veracruz, donde ni siquiera puede llamársele bancada a dos diputados locales del PRI, pero “el líder de la bancada” Héctor Yunes Landa, habla en nombre de su partido, el cual ha cerrado varias oficinas en el estado, porque ya no se paraban ni las moscas, para decir qué debe hacer el gobierno actual, tanto estatal como nacional, como si ellos hubieran ejercido una gestión ejemplar en medio del marasmo de corrupción en el que están hundidos todavía y desde el primer día que ejercieron el poder.

  • El voto hipócrita

    El voto hipócrita

    Los líderes de la oposición regresaron el tiempo y no para tener los privilegios de antes sino pelitos infantiles con el partido en el poder. Aseguran que ellos tienen mayor poder de convocatoria. Unos esperaban una elección al Poder Judicial más nutrida que en la revocación de mandato de López Obrador, que fue de 17 millones de votos y apenas superó los 13 millones. La parte opositora esperaba un millón de marchistas y apenas llegaron 2 mil.

    La oposición consideró que la convocatoria del gobierno fue desairada, la asistencia a la votación, y en un arranque de mala intención señala que el voto duro de Morena se reduce a esa cantidad que anteriormente era de 30 millones, según votaciones a la Presidencia de 2024.

    Cuando las elecciones no forman parte de cargos federales, sino locales, el abstencionismo aumenta considerablemente. La gente se deslinda de esas votaciones y reduce su presencia en las urnas.

    Esto debe preocuparle más a la oposición porque en 2024, cuando hubo elecciones presidenciales ni el PRI ni el PAN, por separado, logró la cantidad de mexicanos que votaron en las elecciones del Poder Judicial.

    En cambio, si la perspectiva de la votación se le da el significado de consulta popular, hablamos de un avance significativo. Desde el momento en que el entonces Presidente llamó a la población a decidir sobre el cambio de ubicación el aeropuerto de Texcoco, en 2019, cuando votaron 1’067, 859 mexicanos, que representó el 1% del padrón electoral. En 2020 se convocó a votar para decidir si se encarcelaba a los ex presidentes de la República, entonces votaron 6’474,708, poco más del 7 por ciento del padrón electoral. En ambos casos se esperaba el 40 por ciento del padrón para que fuera vinculante con las leyes y se actuara en consecuencia.

    No puede dejar de tomarse en cuenta que la votación por la revocación de mandato del presidente de la República, fue de más de 17 millones de votos, es decir más del 18 por ciento del padrón. Esto lo debe tener muy en cuenta la cúpula de Morena, donde, por el momento, están centradas y concentradas las decisiones de avanzar o retroceder.

    La cantidad de 13 millones, que representan el 12.57 por ciento, como mínimo, del padrón electoral, expresada el 1 de junio, no es mala pero tampoco buena para Morena, significa un avance en la participación ciudadana, saben por fin, que su opinión cuenta.

    Esta conciencia de los mexicanos es irreversible y contra lo que vea la oposición, el hecho de que un ciudadano cobre conciencia del poder que posee a través de su voluntad le resta al autoritarismo poder, ese poder que ejercieron por muchos años el PRI y el PAN.

    Más allá de las victorias de cada quien, y por más que la oposición señale derrotas en el contrincante, después de la elección de este 1 de junio, se avanzó.

    Los mexicanos saben que deben participar, que no es posible dejar al gobierno que decida solo, que su voz es válida y su voto tomado en cuenta, que la democracia espera por ellos.

    Ante esta realidad, más de un partido político debe tomar cartas en el asunto.

    Luego de los resultados en Durango y Veracruz, todavía en litigio, debe haber focos rojos en todos los partidos políticos, incluyendo al del gobierno. El cual, lo primero que debe hacer es cambiar de líder estatal en Veracruz, quien debería ser investigado a fondo.

    Después darse cuenta que tener las puertas abiertas a gente de otros partidos, sin mayor requisito que la ambición personal ha hecho mucho daño a Morena. Y, por último, pero no menos importante, la evidente pugna por querer llegar a 2030 como candidato a la Presidencia de la República, muestra clara de una falta de respeto a las actuales autoridades del país, y, sobre todo, al pueblo de México.

    Votar es como amar, no puede fingirse ni realizarse a fuerza. Es una expresión de conciencia, no un acto de disciplina partidista como todavía lo acostumbra el PAN y el PRI.

  • Veracruz: Nueva cara

    Veracruz: Nueva cara

    A partir de esta semana prácticamente inicia el sexenio de la gobernadora Rocío Nahle, quien podrá imponer su estilo personal de gobernar, luego de tener desde el primer minuto de su cargo que cumplir, a los seis meses, las elecciones que cambiaron el rostro de la entidad.

    No sólo la oposición se mostró incapaz de llevar a cabo una elección donde pudiera mostrar que está viva, ni los simpatizantes de la oposición se reconocen en sus candidatos al Poder Judicial, tan desconocidos en sus municipios, como los que concursaron por las 212 alcaldías.

    Por ejemplo, el PAN, que de 952 candidatos sólo eran militantes 638, porque no les alcanza la gente. El PRI está peor porque ni siquiera con falsos priistas pudo llenar las candidaturas. Ya no hablemos de representantes de casilla o de cantidad de votos.

    La oposición llegó derrotada a estas elecciones sólo así puede explicarse los resultados que anuncian una agonía que terminará en 2027. Saldo que terminó por desanimar a los inconformes para asistir siquiera a emitir su voto a las casillas. Porque así los simpatizantes de la derecha, es decir, PAN, PRI y MC pueden convertirse, por lo menos, en indecisos que posteriormente no apoyarán a nadie y se mantendrán en el mediocre confort de los abstencionistas para que otros decidan el destino de sus hijos y el propio.

    Las conclusiones políticas de la oposición desarticulan cualquier intento de apoyarla con un voto. La teoría simplista y pueril de que la reforma al Poder Judicial tienen como origen una venganza personal del presidente López Obrador, porque la señora Piña no se puso de pie, en una ceremonia del aniversario de la Constitución, sólo puede compararse con la versión de que se prohibían los vapeadores para que ya no los usara Jesús, el hijo menor del presidente.

    Ante esta visión de la realidad lo menos que puede hacer un convencido de la derecha es abstenerse de votar por esas posturas que descubren ignorancia y falta de conocimiento práctico de la historia.

    La oposición se quedó sin votos, esto no quiere decir que ya no existan los inconformes, debe haberlos en algún lugar, pero carecen de representación política, más aún de gente que pueda llevar sus intereses e inquietudes a la discusión política.

    No hay oposición, ni siquiera existe frágil, simplemente no existe. La gobernadora de Veracruz toma el poder del estado con un partido hegemónico sin competencia, por lo que valió la pena esperar para mostrar una legitimidad democrática, aunque la disidencia en la sociedad sea anónima y la oposición partidista sólo un membrete.

    Por otra parte, empezará su gobierno con la comodidad de prescindir de jueces ministros y magistrados corruptos, que eran mucho más que un obstáculo para la legalidad y la justicia, porque los que quedarán, por lo menos les costó trabajo hacer campaña y mostrar sus proyectos, mientras a los que estaban postrados en esos cargos eran familiares, amigos, compadres y recomendados que no sólo carecían de carrera judicial sino que veces ni habían terminado la carrera de Derecho.

    Con la llegada de Rocío Nahle a la gubernatura inicia el año electoral en Veracruz, un evento que define el rumbo a seguir y una guía para la disposición de obras y el impulso de decisiones trascendentes.

  • PAN con lo mismo

    PAN con lo mismo

    Qué sería de los medios convencionales sin el PAN. La mayoría de los espacios dedicados a la política los acapara ese partido, sus militantes, sus legisladores, sus militantes. Ninguno de ellos tiene una propuesta que valga la pena analizar o reflexionar, menos aún aparecer en espacios destacados de los medios. 

    Sin necesidad de una encuesta, la cantidad de declaraciones de panistas en los medios convencionales satura la oferta informativa y permite asomarse al vacío que tiene no solo en sus filas sino en sus ideas.

    Por si esto fuera poco, tienen espacios como columnistas, articulistas, comentócratas y conductores de programas que nada aportan a nadie, ni a su lucha ni a ellos mismos. Sus contenidos son repetitivos, más aún cuando su propuesta está basada en el pasado.

    Buena parte de la derrota extraelectoral de los panistas fue su sobreexposición en los medios. Sus declaraciones son las mismas, sus conceptos, sus enemigos, sus críticas. Se plagian a sí mismos. Veinte personas dicen lo mismo, todos militantes del PAN, no permiten que haya reflexión sino juicio sobre su manera de ver la realidad con amargura.

    El PAN tiene en los medios una tribuna segura, sin límite de tiempo ni de contenidos. Porque en tribuna parlamentaria el PAN se excede de tiempo y toca temas que son, por lo regular, comentados fuera de tiempo, de espacio, de agenda. Abordan debates que no están en la mesa y propuestas que nunca alcanzan la solidez necesaria para ser discutidas.

    Los panistas muestran su desesperación a través de las declaraciones que los medios les ofrecen y dentro de este espectro informativo llama la atención un ejemplo de la manera en que practican la política los panistas con una mentada de madre desde la tribuna del Congreso de Chihuahua, a través del líder de la bancada panista en la entidad, Alfredo Chávez Madrid.

    Ante la carencia total de argumentos, el coraje que les impone no tener la razón, la impotencia de carecer de conocimientos para debatir, y el rechazo de la población, producen los insultos como único recurso de decirle al mundo que existen.

    Con conductas como la de este diputado chihuahuense, los berrinches públicos de la senadora Téllez, el retraso mental de Xóchitl exhibido hasta la saciedad, la ignorancia supina de Kenia, la corta inteligencia del senador Marko y la retahíla de delitos que carga Jorge Romero, arroja un diagnóstico que no admite equivocación: el PAN está en su peor momento.

    Esto lo sabe la prensa, pero de no ser tomado en cuenta por los medios, cuya forma de informar también muestra su envejecimiento, el discurso difundido de los miembros de ese partido cuestionan al gobierno, así hablan mal de la administración pública a través de los panistas, otorgando espacios a la oposición, de esa manera se lavan las manos y evitan en choque frontal con las autoridades y tienen la posibilidad de seguir solicitando aumento en convenios de “publicidad”.

    El PAN en general habla con si tuviera la verdad en la mano, como si todos, menos ellos, estuvieran equivocados, como si fueran mayoría, como si tuvieran calidad moral, y como si estuvieran muy lejos de perpetrar delitos.

    La autoridad que aparenta su discurso esconde la fragilidad de su situación, es como una mentada de madre en el desierto de las ideas. El insulto, la descalificación, la exigencia de renuncia, la diatriba, el reto a golpes, se multiplican y suben de tono mientras su fuerza real como partido y como representantes de la derecha en México, disminuye considerablemente.

    En 12 años en el poder hicieron el mismo daño a México que el PRI en 100. Muertos, corruptelas, niños quemados por negligencia impune, desempleo, devaluación, corrupción, sumisión al extranjero, apertura total al crimen organizado, vinculación con las mafias, incluyendo al tráfico de personas, etc.

    La derecha real no está representada por ellos, quienes quieren rescatar sus privilegios en los que menos pensarían para representarlos serían los panistas.

    El desamparo de los panistas en México fue mostrado públicamente cuando empezaron a ser continuos los viajes al extranjero, desde la OEA hasta el rey de España, eran visitados para solicitar ayuda ante el rechazo de la derecha profunda, que les dio la espalda por carecer de fuerza no sólo en el discurso, o en la militancia sino en el debate y en la aportación de ideas, pero sobre todo en la efectividad de sus acciones.

    A la derecha profunda no le interesa si sus representantes ante el mundo real están dentro de la legalidad o no, lo que quieren son prácticas determinantes que les beneficien, el PAN ha abandonado esa lucha para quedarse como un club de amigos que se engolosinaron con pequeños negocios de su cúpula.

    El PAN es un cascarón vacío, un membrete sin más fuerza que la otorgada por los medios convencionales que encuentran en las declaraciones de sus miembros la única manera de llenar los espacios de sus medios.

    El PAN ni siquiera llega a ser oposición seria, es un grupo de provocadores que cuentan con inercia de un partido conservador y algunos, ante la ausencia de opciones, votan por ellos pero no los oyen, ni conocen sus propuestas, solo son rostros hablando incoherencias que prefieren no atender.

  • El PAN pierde todo

    El PAN pierde todo

    Mauricio Kuri, gobernador panista de Querétaro tiene todo el derecho a decir que no voten por Morena, como alguien de Morena tiene el derecho a pedir que no voten por el PAN, pero con la diferencia que no es necesario que el partido en el poder pida algo que ya está haciendo.

    La gente ya no vota por el PAN, cuyas simpatías populares van en declive y nadie las detiene. Al mismo tiempo, la militancia panista no ha crecido sino todo lo contrario. Un anuncio como el que hace el gobernador de Querétaro es un llamado de auxilio. Es el grito de alguien que ve que su barco naufraga.

    Sabemos que cuando se acabe de hundir la trajinera del PAN, uno de los primeros que va a tocar las puertas de Morena será Mauricio Kuri. Tiene amigos en Morena y si todavía milita en el partido en el poder Ricardo Monreal seguramente le dará la bienvenida como a todo náufrago que viene de otro partido.

    El hecho de que Mauricio  Kuri haya sido beneficiado por el gobierno de Morena, es algo casual, que no le impide defender su partido hasta el momento que considere necesario, lo que sí es urgente es advertir de la creciente falta de contenidos de un discurso panista que, para llenar huecos, tenga, en esa petición, una manera de darle solidez a sus palabras.

    La oposición en general y el PAN, en particular, no se ha caracterizado por tener oradores y menos aún discursos memorables. Sus declaraciones más sentidas en realidad se colocan del lado de la comedia, como aquel discurso de Santiago Creel dirigido a Andrés Manuel López Obrador en el que le aseguraba que si tocaba a un panista los tocaba a todos, a punto del llanto o del vómito.

    Los panistas mauricios Kuri y Vila son los más cercanos a Morena, uno en funciones, el otro ex gobernador de Yucatán. Nunca protagonizaron enfrentamientos con Morena  por más que pudieran esperar sus líderes un choque.

    Querétaro es, junto con Nuevo León, serán derrotadas por arrebatadas a la derecha para integrase en 2027 a la mancha guinda que crece en el país. 

    Acción Nacional tiene en sus militantes y líderes a sus peores enemigos, y la gente lo percibe como un partido que va de salida, no sólo por la falta de votos o de militantes sino por su manera de gobernar que pertenece, no al siglo pasado sino al antepasado.

    Su defensa a la vida, una de sus consignas clásicas, no se modernizó y sigue atorado en la lucha por prohibir el aborto, tanto que ya la naturaleza humana fue transformada por ellos, quines aseguran que los niños en México nacen a los 10 meses de embarazo.

    Con un líder corrupto que debería estar en la cárcel y senadores que están más cerca del delito que de la democracia, el PAN no puede hacer mucho por sí mismo y quiere tener contrincantes, lo cual, en su actual posición, es todo un lujo que no puede darse.

    Hay varios panistas presos, algunos investigados, otros huyendo de la justicia y otros más amparados en el fuero para evitar la cárcel.

    El PAN exige una refundación, que dejaría a muchos fuera del partido, si tomamos en cuenta que apenas y cubre su cuota mínima de militantes, lo que podría ser una refundación se convierte en una desaparición, porque se quedaría sin registro.

    El PAN está entrampado, lo único que le queda es gritar contra el contrincante para que no crezca más ya que en lugar de avanzar en las elecciones retrocede.

  • Oposición naufraga en la especulación

    Oposición naufraga en la especulación

    Los medios y la mayoría de sus trabajadores muestran que no están acostumbrados a investigar ni saben lo que esto implica. Lo que anteriormente era investigación no era otra cosa que información filtrada por los propios políticos a sus comentaristas, disfrazados de columnistas.

    La confusión es la manera que tiene la oposición de ganar espacios, muestra de una decadencia irreversible de la que ni siquiera tiene conciencia. La especulación es el nuevo género periodístico que practican los medios, otorgando a los miembros de la oposición su libre versión sobre la realidad que a ellos les gustaría que sucediera.

    La decadencia de la oposición encajó a la perfección con el hábito del periodismo convencional de México que miente en cada línea que escribe y cada frase que pronuncia. La necesidad de mentir para sobrevivir embonó en la oposición y un periodismo insulso. La decadencia lo hermana y como reloj fuera de tiempo, se ubican en la comedia más que en la tragedia que dicen vivir.

    Los periodistas en México siempre han mentido, los medios han recibido un permanente subsidio que le garantizaba al gobierno una imagen de decencia y trabajo; sin embargo, la oposición se volvió completamente parasitaria, cuando tenía que esforzarse un poco más por obtener triunfos en las urnas y al mismo tiempo que se refugiaba en los plurinominales, hacía negocios aprovechando relaciones, y jueces que su posición le brindaba. Dejaron de hacer campaña, y las redes fue la única manera de darse a conocer como candidatos.

    El descrédito que acompaña la agonía corroe paralelamente los dos organismos al mismo tiempo, como si se tratara de un cáncer en etapa terminal. La derecha y el periodismo, uno extensión del otro, según la ocasión, caminaron de la mano por la historia de México, con la misma suerte, con lo mismos vicos con los mismos síntomas de descomposición.

    Si la conciencia pudiera albergar una enfermedad seria como el cáncer, los medios convencionales y los conservadores mexicanos estarían viviendo dolores inenarrables, pero como sólo es cuestión moral, la mala fama no duele aunque sus efectos les hayan hecho mucho daño al país.

    La falta de interés por la capacitación para sobrevivir dentro de sus respectivos gremios, la política y el periodismo, creó improvisados al frente de sus respectivas ocupaciones. Aunque lograban engañar que eran expertos y su palabra era una verdad absoluta, hasta que sus excesos, producto de la creciente conciencia de la gente, empezaron a mostrar la verdad, como cuando un diamante, oculto por el lodo de la corrupción, empieza a caérsele la tierra y surge la verdad con brillo propio.

    La práctica de la mentira cotidiana volvió demagógica la actividad política de los conservadores y también al periodismo conservador. La 4T hizo de los líderes de la oposición reporteros que dan en los medios su versión sobre el país con total libertad, incluso con total impunidad; y los medios se convirtieron en partido político, con una bandera conservadora que no pueden ocultar. Esta fusión sólo lo desenmascara, han sido lo mismo toda la vida, pero la diferencia estriba en que la gente creía que lo emitido en  diarios y noticiero, era la verdad, o por lo menos un reflejo torcido de la realidad, cuando sólo era propaganda.

    Nunca los medios han transmitido la realidad, ni los líderes poseen vocación, ni los periodistas respetan a la población, ni la verdad es el insumo más importante en sus transmisiones.

    Los periodistas balbucean para describir una realidad que siempre rechazaron y no encuentran más que especulaciones para explicar el mundo. Narran una historia distorsionada de acuerdo  los intereses del pasado para justificar que lo fraudulento son los contrincantes y no ellos.

  • La oposición dice ser mayoría

    La oposición dice ser mayoría

    Los ataques de histeria en el Senado por parte de los miembros de la oposición se han intensificado y no es por falta de medicamentos como dicen ellos, sino que parte de una coordinación, en todos sus frentes, para allanar el camino para un golpe de Estado blando en México.

    Los asesinatos preelectorales en Veracruz contra candidatos, algunos de ellos perpetrados por un asesino a sueldo, y la presencia de los profesores de la CNTE en la calle de la capital del país, la difusión de los medios sobre un supuesto y fantasioso dominio de Estados Unidos sobre el gobierno de nuestro país, algo anuncian.

    Las condiciones deben estar dadas y sólo faltaría el incidente coyuntural que lo haga estructural.

    Los medios no dejan de otorgar espacios destacados a lo rumores, montajes y especulaciones de la oposición como si fueran ciertos. El Poder Judicial está en una etapa de transición que le produce incertidumbre a la oposición, porque todavía tienen la esperanza de que podrán tener ahí, por lo menos, un área del conservadurismo con lo viejos vicios de los judiciales corruptos.

    La prueba está en la jueza, Jovita Vargas Alarcón, que impide que el ex gobernador de Michoacán, del PRD, Silvano Aureoles, sea detenido indefinidamente.

    Los medios tienen bien puestos lo pertrechos y preparan mentiras y montajes desde los laboratorios de los comentócratas que alguna vez tuvieron credibilidad y ahora solo les queda el nado sincronizado para poder tener presencia social, pero ya no más influencia política.

    Los empresarios les apuestan a los dos bandos, como siempre. No quieren perder ni correr riesgos y para eso tienen suficiente dinero como para parecer que están en medio de una lucha que nadie puede esconder.

    Para no equivocar la inversión es bueno gastar en el siguiente paso, un golpe de Estado que nada tenga que ver con leyes ni juicios, ni legalidad y menos aún con la democracia.
    En tiempo de saber no sólo de dónde viene el dinero de los poderosos sino a dónde va.

    No se requiere de un bipartidismo convencional para ver que las posturas de la población están divididas, pero no equitativamente como quieren hacerlo creer lo medios. La polarización es el choque entre dos fuerzas, no necesariamente iguales.

    Hay una desproporción en el enfrentamiento de un universo de 80 por 20, la mayoría armoniza con el gobierno, y, la oposición, es decir una minoría que no llega al 20 por ciento, se radicaliza hasta el extremo.

    Cuando los medios y sus esbirros hablan de una sociedad dividida, quieren hacer creer que al dividir se parte en dos partes iguales, que hay equilibrio de fuerzas. No es real dicha apreciación.

    Hay un 80 por ciento de población que está a gusto con el gobierno, contra un 15 por ciento que no, y un cinco al que no le interesa estar a favor o en contra, apatía heredada de la manipulación de regímenes anteriores, que, si bien disminuyen u integrantes, lo hacen lentamente.

    La intentona que prepara la derecha dejará al descubierto rostros que han estado ocultos en el aparente anonimato y que no han dado color respecto a sus preferencias políticas, de tal manera que prefieren esperar escenarios más seguros para actuar antes de quedarse al descubierto en medio de la derrota.

    Lo que hacen se concentra en Veracruz para ensayar lo que puede convertirse en un golpe de Estado blando nacional, ahí se refleja también una población heterogénea y una gran extensión de territorio. Con todos los segmentos sociales representados y una muestra evidente de la inexistencia de la oposición, donde puede llevarse a cabo una serie de experimentos ya iniciados.

    Por ejemplo, uno de los partidos políticos con mayor subsidio del extranjero, en complicidad con portales de noticias que también están en la nómina de las asociaciones estadounidenses de donaciones, es Movimiento Ciudadano, con militantes muy activos en los medios. Cuando no declara Máynez, lo hace el adicto de Colosio, hasta sus mediocres legisladores, todos contra el gobierno de Veracruz, contra la gobernadora y Morena.

    En estos días Veracruz se convierte en el corazón de la política del país. La oposición cree encontrar el sitio ideal para operar, incluso a sangre y fuego, un proyecto de mayores proporciones como la manera más rápida y segura de rescatar sus privilegios.

  • Medios, manipular para dominar

    Medios, manipular para dominar

    Los llamados líderes de opinión pasaron de saberlo todo en política a no saber nada. Esto no tiene nada que ver con su grado de estudios, aunque sí influye.

    La política ha cambiado, pero son incapaces de encontrar el punto donde surge el cambio. Su sabiduría de la política dependía de la información, de primera mano, que les daban los políticos en desayunos y comidas donde compartían el polvo y la sal.

    Se vivía en un sistema clásico de dominio, donde una minoría manipulaba a la mayoría, a través de los medios, utilizando gente que no era ni de la mayoría ni de la minoría sino provenientes de un segmento de la población moldeable, dócil, dispuesto a todo para alcanzar a ser como los miembros de la minoría que los mantiene.

    Se aplicó una serie de estudios e investigaciones sobre la manipulación, que arrojó la creación de capillas y cofradías que se adhirieron al poder, el rechazo por el pueblo que les motivó a unirse a la minoría conservadora perdura hasta ahora.

    Los comunicadores siguieron por su camino, los ilustrados se convirtieron en intelectuales orgánicos y la minoría seguía dominando y manipulando, todo funcionaba de acuerdo a lo planeado en el salinato, cuando los posibles críticos del sistema fueron adoptados como sus consentidos y elevados al rango de intelectuales. Así, los cambios eran superficiales solo aplicados para que el sistema no mostrara su senectud.

    Difícil no volverse viejo con una visión del mundo anacrónica, pero siguen funcionando, con programa cada día menos exitosos y mediocres conductores que carecen de credibilidad.

    Finalmente los cambios en la política no sólo fueron lógicos sino anunciados, aunque algunos quieran ganar tiempo en digerirlo, aparentando sorpresa, nunca creyeron que se acudiera la historia después de un siglo de manipulación producto del maridaje gobierno- medios.

    El análisis político no existía ni la cultura política en los medios y menos aún la investigación, que era el disfraz que adoptaba el comunicador para golpear a los enemigos del funcionario que le pagaba, en el cual había datos verdaderos y falsos, para darle congruencia a la diatriba.

    Los periodistas llamados de primer nivel son famosos, pero no certeros, conocidos en los medios convencionales pero carecen de credibilidad, intentan ser los buenos de la película de la información convencional que ha hecho tanto daño a México.

    Su poca ilustración académica habla de que nadie los eligió como comunicadores, analistas o comentaristas por estar preparados o por ser inteligentes sino por ser obedientes, sumisos.

    Más de un siglo llevó al periodismo mexicano y a la población, a darse cuenta de que el color con el que miran la realidad no la reflejaba en los medios, sino una interpretación.

    Es decir, si la clase dominante tenía en sus manos a los medios, la realidad que se reflejaba era la que esa gente quería que se difundiera como verdad absoluta. Nunca de advirtió sobre la existencia de una interpretación, al contrario, se habló, y con insistencia, de objetividad en el periodismo, para darle cuerpo sólido a esa endeble interpretación.

    Para sostener esa interpretación como realidad necesitaba de persona que no pertenecieran a la minoría y que, en su ambición por ser superiores a otros, escaparan, con instinto, de la mayoría. Esa es la raigambre de quienes, sobreviven con programas de medio pelo, nostálgicos del público que tenían y resentido con quienes culpaban de haberle robado su auditorio que consideraban patrimonio personal.

    Algunos llegan a arriesgarse al colocarse en la fila de la transformación, a quienes tarde o temprano se les descubre, como ha sucedido recientemente.

    Pero no es la única manera de identificarlo, sino su forma de trabajar, su narrativa, su estilo. Ante el desconocimiento del pasado político del país y la ignorancia total de la situación presente, laboraran diariamente con la especulación, único método para la narrativa que sustituye la vieja interpretación de la realidad.

    La especulación impone una nueva era en la comunicación de los medios convencionales y sus comunicadores, así lo muestran en columnas. Análisis, comentarios, libros, ensayos etc. convencionales que, además, temerariamente quieren ingresar a la transformación disfrazados de profesionales sin serlo y motivados más por sobrevivencia que por convicción.

    Lo medios se distanciaron de la realidad a causa de la interpretación que impusieron los intereses de los representantes del viejo poder que sólo se quedaron con dinero, pero sin relaciones en el gobierno para hacer producir ese dinero, porque con ello su rol de empresarios se derrumbó.

    El viejo régimen hizo a periodistas sin serlo, a empresarios sin serlo y a políticos sin vocación.

  • Gobernar para el pueblo

    Gobernar para el pueblo

    La oposición en México antepone la ideología del partido en el poder a la administración pública desde una perspectiva simplista. Es decir, somete al escrutinio popular la idea de que al no ser de derecha es de izquierda y, por lo tanto, toda izquierda se encamina al comunismo. El resto de las actividades del trabajo no importan, simplemente anular la labor de la 4T en aspectos que no sean los políticos.

    Al tomar posesión de los cargos de elección popular, en todos sus niveles, la ideología de los triunfadores en las urnas diluye su pensamiento político en nombre del ejercicio del poder. Afirman que gobernarán para todos por igual, pero nunca dicen que dejarán en el olvido su manera de percibir la realidad a través de la ideología en la que desarrollaron su vida política y gracias a la cual ganaron los comicios.

    Podrán separarse de las responsabilidades partidistas, pero no distanciarse de su manera de pensar, porque, de ser así, no tiene caso votar, ni por ellos ni por nadie. Porque la población vota por una manera de gobernar, de acuerdo con el propio lineamiento establecido en la historia y confirmada en la campaña. Esto implica una secuencia de hecho, propuestas, objetivo e ideales que deben ser congruentes con la ideología de los elegidos, esté o no dentro de las promesas de campaña.

    Consideran que gobernar para el pueblo lo excluye, porque ello no se consideran pueblo. Es más trascendente la congruencia con la forma de pensar política que con la apertura de puertas de par en par, a los conflictos que surjan durante el mandato, tomando en cuenta que en algunos casos forman parte de las consignas de los opositores, problemas que se disfrazan de nuevos retos pero que forman parte de una realidad artificial, que logran convertir en hechos reales, gracias a los medios a su alcance, que son los más antiguos, creados y criados por los gobiernos anteriores.

    Sacrificar la personalidad ideológica por la justificación del cargo es un atentado contra la democracia, por mucho que se insista en que debe gobernarse para todos, desde luego, pero este esquema tradicional tiene que ver con lo administrativo y no con lo político. Es decir, debe entregare de igual manera y con puntualidad, los recursos económicos, pero no permitir que los proyectos de la oposición influyan siquiera en el gobierno.

    La oposición en México ahora quiere que se gobierne para todos en lo político y, desde el gobierno, se otorguen espacios a sus ideas, propuestas, proyectos y ocurrencias, tratando de confundir a la población, con la idea de que al no haber un lugar para su injerencia, hay un régimen autoritario, incluso dictatorial, como lo han difundido desde hace algunos años.

    A la actual oposición en México hay que recordarle todos los días quién tiene el poder, dentro de la democracia, y aunque parezca obvio, que no olviden que perdieron las elecciones y no por poca diferencia. Reclaman como si el voto les hubiera favorecido pero a la hora del debate, dentro y fuera del Congreso, pierden no sólo la coherencia como ente político sino la razón y adoptan la tribuna como callejón de peleas de barrio.

    La oposición debe supervisar que se cumpla el mandato del pueblo, que se ejerza su voluntad, ese sería su principal objetivo como oposición, de su observancia y cuestionamientos depende la honestidad del partido en el poder, pero operan haciendo creer que tienen detrás a millones de mexicanos que apoyan sus proyectos que nadie conoce, con seguidores que nadie identifica.

    Uno de los más graves problemas de la oposición en el país es que no se sienten parte de la sociedad, se consideran más allá del bien y del mal, su superioridad es incuestionable, como si la pobreza fuera más contagiosa que la pandemia.

    No se trata de que cada quien haga lo que le corresponde sino que lo realice dentro de las reglas que el gobierno, elegido por la mayoría, impone, porque en un gobierno donde la oposición actualmente está impedida de influir en las reforma de las leyes y, para impugnar cambios o transformar la normatividad. Además, carecen de la preparación necesaria, como lo han demostrado los legisladores de la oposición desde septiembre del año pasado.

    Cuando se le habla de adquirir el hábito de la lectura por lo menos en el caso del conocimiento de las leyes que van a discutir, o en el estudio mínimo de la historia o, por lo menos en saber cuántos artículos tiene la Constitución, los parlamentarios de la oposición mostrarán su ignorancia, producto del desinterés hacia sus tareas.

    El reclamo permanente de la oposición sobre la imaginaria cercanía a la dictadura, por la fantasiosa proximidad al comunismo, la terca percepción de la concentración de poder, resulta injustificado.