Etiqueta: José García Sánchez

  • Televisa y sus noticias

    Televisa y sus noticias

    Luego de dos meses de darse a conocer los resultados de la elección para el gobierno de Veracruz, sale a la luz la extorsión protagonizada esta vez por Televisa, y uno de sus más altos directivos para que para 200 millones de pesos, que seguramente tendría esa empresa que compartir con quien le envió la información que no es otro que Miguel Ángel Yunes Linares, quien utilizó a un patiño para hacer el papel de investigador sobre las supuestas propiedades de Rocío Nahle.

    Casos como peste ocurrían continuamente en los medios tradicionales, uno de ellos es el caso de Radio Fórmula, que pidió al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, 100 millones de pesos para hablar bien de él, y evitar críticas a su gobierno. El ex futbolista se negó y empezó una campaña de mentiras en su contra.

    Así trabajan los medios convencionales es por ello que en 8 años han perdido casi el 60 por ciento de su audiencia, motivado por sus propios excesos. Aquí lo importante es la complicidad entre una familia mafiosa de Veracruz, identificada con una serie de delitos que van desde la pederastia hasta el fraude al ISSSTE, por 15 mil millones de pesos.

    Esos son los insumos de la televisión privada para dar a conocer su información, es el reflejo de la realidad de México hacia el mundo y una manera de exponer la política mexicana y a sus políticos, situación que nunca atendieron cuando en realidad desde los presidentes hasta los empleados de barandilla, eran corruptos.
    La desorientación de la mayoría de los mexicanos a saberse engañados, los obliga a que se resistan a aceptar que vivieron en un país cuya realidad era un invento, ni existe ese país que intentaron reflejar los medios convencionales.

    Por su parte, Rocío Nahle tuvo que realizar una campaña en el campo de batalla de una guerra eficaz pero son causa. A pesar de ello, obtuvo dos millones 124 mil 130 votos, los cuales representaron el 53.89 por ciento de la votación total que se registró el pasado 2 de junio, es decir un 27 por ciento arriba de un gris candidato de la oposición.

    Es aquí donde se inicia el delito que debe ser castigado desde el que mueve los hilos y financió la “investigación” Miguel Ángel Yunes Linares, su títere Arturo Castagné, quien dijo haber viajado a Estados Unidos y nuevo león a comprobar la veracidad de la propiedad; el candidato Pepe Yunes, quien en más de un discurso de campaña dio por cierto lo que él sabía que se trataba de una ficción. Pero hay más y muchos si tomaos en cuenta a decenas de columnistas veracruzanos que afirmaban que el golpe de la mentira sobre sus supuestas propiedades había hecho bajar en las encuestas a Nahle y que esto producía un enojo en el Presidente López Obrador que la había dejado sola en la contienda.

    Sin la intervención de los analistas de Veracruz la guerra sucia no hubiera sido posible. Incluso propietarios de medios, diarios y portales daban cobijo a las mentiras porque pensaron que Yunes les regresaría las dádivas a las que están acostumbrados esos medios y esos extorsionadores que se dicen llamar periodistas que debieron ser merecedores del Premio Nacional de Extorsión que deberían escribirlo al final de todas sus columnas.

    Una vez creado este panorama en los medios veracruzanos, en los que tampoco nadie cree, –de otra manera no hubiera ganado la ex secretaria de Energía–, quisieron imponer su guerra con cobertura nacional, no sólo para detener el triunfo de Nahle en Veracruz sino para terminar con su carrera política en la que ven como un peligro a futuro.

    Habrá que preguntarse cuánto pagó Yunes y Castagné a Radio Fórmula por la entrevista que le hizo Dóriga a un don nadie, quienes saben perfectamente de dónde venía el rumor.

    Hay dos versiones: o Televisa le creía Arturo Castagné, sin dudar, a pesar del origen de la especia, o sabía todo el contexto y sólo quiso ser parte del negocio. O sea que cualquiera puede llegar a la televisora con dinero en la mano y sugerir reportajes o simplemente ser recomendado de la mafia. Esto ya no puede quedar en la impunidad.

  • Golpe mediático contra Venezuela

    Golpe mediático contra Venezuela

    Los golpes de Estado son como una boda en la que siempre habrá alguien que pueda organizarla en tu lugar con sólo acudir a la agencia. No se trata de un proceso que surja de la necesidad de derrocar a alguien específico, donde cada grupo disidente coloque una manera de gobernar o impulsar gobiernos a la medida.

    Como todo negocio los golpes de Estado tienen sus patrocinadores, como si se tratara de un programa de los medios convencionales. Los golpes de Estado tienen tantas fibras finas que se apoya su práctica hasta con el silencio.

    En Estados Unidos hay no sólo áreas de la CIA, sino convenios preestablecidos con tarifas y precios convenidos, desde algunas oficinas de gobierno, senadores y congresistas en general que impulsan la venta de armas y triangulan dicho armamento sin ningún problema. Colocan las armas en cualquier parte del mundo.

    Si se observa que un gobierno rebasa la democracia delimitada por las costumbres conservadoras, y pone atención a la justicia social en la práctica, la maquinaría de los golpes de estado empieza a aceitarse.

    Venezuela, como dice Juan Carlos Monedero, se convirtió en un asunto de política interna en el resto del mundo, sobre todo en América Latina. La derecha usó una mala racha en la economía de ese país para mostrarla como el infierno del que todos querían huir. Todos los países del mundo han tenido un desafortunado periodo de miseria, desde estados unidos hasta Rusia, pasando por China; sin embargo, al llegar un gobierno que no aceptaba las condiciones de Estados Unidos, se organizó una campaña de desprestigio, como con ningún país del mundo.

    Por ejemplo, a la llegada de Javier Milei a Argentina, ese país se vino abajo, pero nunca ningún medio convencional ha dicho si votas por la derecha vamos directo a la quiebra, como sucede en Argentina.

    Con Venezuela fue diferente, a pesar de que es el segundo país del mundo con mayores cantidades de reservas probadas de crudo. Ese es el interés de Estados Unidos al que todavía algunos mandatarios siguen e imitan como si el imperio todavía existiera.

    Para Venezuela la derecha encabezada por Estados Unidos en la persona de María Corina Machado, quien está imposibilitada para ser candidata por hechos comprobados de corrupción y abrirle las puertas al Ejército de Estados Unidos para que invadiera su país, hay ya un proyecto que sólo se actualiza cada mes.

    La derecha empezó a realizar actos de vandalismo, acciones que en cualquier otro país hubiera causado arrestos y hasta disparos; sin embargo, en Venezuela, un país donde las cadenas de televisión aseguraban que no había derechos civiles, están en la impunidad y son tomados como protestas de la disidencia, cuando en los medios convencionales de América Latina se decía que no había derecho a pensar diferente porque eran torturados, encarcelados, desaparecidos y finalmente asesinados.

    Dichas acciones desembocan en golpes duros o blandos giran en torno a tres factores: pueblos movilizados, oligarquías locales violentas al interior y sumisas a Washington, basta con que la derecha opositora declare estado fallido para que los focos rojos de los mercenarios se enciendan.

    Más de 34 golpes de Estado se han ejecutado en 12 países de América Latina desde la segunda mitad del siglo XX. La mayoría se han consumado y sólo unos pocos han fallado ante la resistencia popular o la habilidad de los gobernantes en el poder.

    Curiosamente, en América Latina los golpes de Estado sólo se ejecutan contra gobiernos de izquierda o progresistas.

    Para la derecha el apoyo internacional en problemas domésticos es un gran avance, aunque en realidad sólo son estrategias mediáticas. Recordemos aquella vez que el gobierno de Perú que acaba de darle un golpe de Estado al presidente legítimamente electo Pedro Castillo, rompió relaciones diplomáticas con México, los medios convencionales comenzaron a decir que la comunidad internacional empezaba a rechazar la política de López Obrador.

    Cuando en realidad quien quería romper con México era un grupo de delincuentes electorales, antidemocráticos y sumisos a los estados unidos que se enemistaba con el gobierno de nuestro país, para enviarle un mensaje que la Casa Blanca no estaba del todo acuerdo con sus políticas en favor de los pobres.

    La comunidad internacional está también dividida, debe señalarse que hay mucha sumisión a Estados Unidos, país que les ordena a otros que manden a sus jóvenes como carne de cañón a las guerras y los gobiernos, sin miramientos de ninguna especie, los envían a morir, a veces en nombre de la democracia, exactamente con el mismo pretexto con el que impulsan los golpes de Estado en beneficio de un grupo muy reducido de personas.

  • Marko y Capriles

    Marko y Capriles

    La derecha es igual en todos los países, tramposa, mentirosa y con una vocación inocultable por los delitos de todo tipo. En México hay una larga lista de panistas y priistas que no ser por el fuero que le ofrece su cargo de elección popular estuvieran purgando largas sentencias. También los hay que están presos y prófugos.

    La conducta de la derecha en Venezuela nos es tan familiar a los mexicanos que no podemos menso que desmentir, automáticamente, a los medios tanto de México como de ese país. Los grandes derrotados en poda América Latina, por su falta de credibilidad que no supieron defender ni sustentar.

    De las 30 elecciones de los últimos años en Venezuela la oposición de derecha, desde el inicio del conteo de votos han denunciado fraude, como sucedió el pasado domingo 28 de julio, sin presentar pruebas, ni testigos. Ningún testimonio más allá de sus palabras. La autoridad electoral de ese país revive de instancias nacionales y extranjeras auditoria constantes que no dejan duda respecto a su esquema de conteo. Cuando se dan a conocer los primeros resultados, aún sin la totalidad de las mesas contabilizadas, se considera una ventaja irreversible para los concursantes.

    La visita del líder nacional del PAN, Marko Cortés a Venezuela donde abrazó a Henrique Capriles, ex gobernador de estado de Miranda, con quien tiene el panista contacto constante y muchas coincidencias, además, de ser opositores y formar parte de una derecha decadente, es un activista que pasa a la acción radical contra los venezolanos.

    A Henrique Capriles se le adjudica el asesinato de un policía a quien atravesó una cadena por su camino y dada la velocidad de que llevaba, lo decapitó. La orden directa fue de Capriles de colocar la cadena, quien vio el espectáculo con frialdad sorprendente, lo que muestra como testimonio de clasismo, donde sólo son seres humanos quienes pertenecen a su exclusivo segmento de la población.

    En 2013, después que el Consejo Nacional Electoral anunciara los resultados electorales del 14 de abril, el candidato perdedor Henrique Capriles Radonski, del Partido Primero Justicia, convocó a sus seguidores a desconocer los resultados. En la revuelta murieron varias personas hombres, mujeres, un niño y una niña, que habían salido a celebrar el triunfo de Nicolás Maduro.

    Uno de ellos Heder José Bastardo, mecánico de moto, recibió un balazo de los simpatizantes de Capriles.

    Otra de las víctimas de la derecha parasitaria venezolana es la niña María Victoria Báez, de 11 años, quien laboraba haciendo la limpieza de la misma escuela donde asistía a tomar cases, fue arrollada hasta morir, por un camión intencionalmente, cuyo conductor lanzó su vehículo hacia la multitud que celebraba el triunfo de Maduro. A quien no le bastó atropellar una vez, sino que retrocedió para nuevamente aplastar a los manifestantes, dejando gravemente heridas a 11 personas.

    Otro menor, víctima de las agresiones de los conservadores venezolanos, azuzados por Capriles es el niño David Chacín, de 11 años y Johan Antonio Hernández Acosta, de la etnia Wayuú, de Maracaibo, Estado de Zulia, quienes se encontraban festejando el triunfo político y fueron atropellados por un camión intencionalmente. En el mismo hecho, resultó herida la niña María Victoria González Báez, quien posteriormente murió en el Hospital Universitario.

    Otra de las víctimas del exterminio de la derecha, centrando entre sus víctimas a niños y jóvenes para exterminar el futuro del chavismo, que ven desde ahora, invencible, es Luis Eduardo García Polanco, quien nació en 1988, con 24 años en el momento de ser asesinado, trabajaba como obrero en el Hospital Universitario. Fue asesinado en las instalaciones del CNE en Maracaibo, no se tiene conocimiento de sus agresores, ni exactitud de cómo ocurrieron los hechos, no hay testigos.

    La ola de violencia que desató Capriles en Venezuela no sólo por haber sido derrotado por las masas sino por venganza, son parte de la campaña que creó para que la clase media despidiera a sus trabajadoras domésticas a las que llamaba espías del chavismo y convencía a algunas familias que deberían dejarlas sin empleo, ni indemnización ni consideración laboral alguna.

    Los invitaban a salir de Venezuela, imponiendo el criterio de que cualquier país del mundo era mejor que vivir en el infierno bolivariano, y les facilitaban visas. En México, cuando era secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, hubo una partida presupuestal que recogían en las oficinas de esa dependencia en la calle de Dinamarca, para subsidiar el éxodo de venezolanos en México. Ahora, como en todo rumor de la derecha, hablan de detenidos por protestar, de lo cual no hay pruebas.

    Allanan el camino hacia un posible golpe de Estado, –con el apoyo de los medios mexicanos y de los del país sudamericano–, para el cual el ejército confirmó que no participaría.

    Hay muchas similitudes entre las derechas de toda América Latina, son corruptos, polarizantes de la sociedad, represores, incluso asesinos.

  • La derecha se diluye

    La derecha se diluye

    La derecha iberoamericana y latinoamericana en general y la mexicana en particular, está ávida de triunfos, aunque no sean propios. Sólo así se explica la verborrea que los panistas plantearon desde la víspera, sobre las elecciones en Venezuela.

    Crearon, como si estuvieran en México, un ambiente de triunfo de la derecha basándose en los mismos factores que utilizaron para hacer creer a algunos en nuestro país que la derecha ganaría las elecciones. Encuestas falseadas y medios de información al servicio de los conservadores. Elementos que siempre dirán lo mismo en cualquier país de América Latina respecto a los triunfos de los privilegiados.

    La derecha intentó apropiarse de la democracia, como si su pasado fuera una sola razón para creerles. Así, voluntariamente un grupo de derechistas de algunos países fueron como observadores sin ser invitados a la jornada electoral de Venezuela.

    Para ser observadores deben registrarse y la decisión a toma un grupo integrado por todas las fuerzas políticas, con derecho a decidir. Un ejemplo claro de este proceso es el rechazo del grupo que registra los observadores a la presencia de Alberto Fernández, a quien le negaron la posibilidad de asistir porque no serían imparciales sus observaciones.

    Para ser observadores electorales debieron realizarse trámites desde meses atrás para que la decisión de aceptarlos fuera totalmente transparente. Hubo más de 1,000 observadores internacionales para calificar las elecciones.

    Personajes radicales como el repudiado Vicente Fox, o la duquesa que fue corrida de la UNAM, Cayetana Álvarez de Toledo, intentaron llegar con el objetivo de desestabilizar las elecciones y regatear la victoria de Nicolás Maduro.

    Los medios de Venezuela son muy similares a los de México, forman parte de los partidos políticos de las oposiciones y publican consignas en lugar de noticias, destilan manipulación en lugar de información. Para esos medios, visitantes como Cayetana o Fox, son ilustres golpistas que pueden restarle fuerza a Maduro en la jornada la electoral, tenían la intención de distraer sobre la realidad electoral, menguar la debilidad opositora y sustituir, con su simple presencia, la falta de proyecto político para Venezuela.

    No eran espontáneos observadores, ni turistas electorales, ni curiosos morbosos. Estaban organizados con misiones específicas en cada caso, con una precisa división del trabajo donde las declaraciones obedecieran a un nado sincronizado que los medios convertirían en verdad de tanta reiteración.
    La presencia de personajes que son rechazados en todo el mundo como Fox y Cayetana, Marko Cortés, Mariana Gómez del Campo, significa meter ruido en unas elecciones que debían ser muy claras, así como sus resultados, pero desde el principio la derecha sabía que iba a perder.

    La denigrante derrota electoral de la derecha mexicana ahora busca una tabla de salvación para su sobrevivencia con la ultraderecha, su vinculación, Fox, su cercanía a Cayetana, las entrevistas que mantuvo Marko y Mariana con Henrique Capriles, autor intelectual de varias muertes de sus contrincantes, vinculado estrechamente con Oderbrecht, lavador de dinero y vinculado al narcotráfico, entre otros miembros de la derecha pero sin partido porque sus organizaciones han desaparecido y no precisamente por la voluntad del gobierno venezolano sino porque carecen del apoyo popular que necesitan para seguir siendo asociaciones, sociedades o partidos.

    También lo intentaron los exmandatarios Moscoso, Fox, Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica, y Jorge Quiroga (Bolivia), miembros de la derechista Iniciativa Democrática de España y las Américas (Grupo IDEA) y otros golpistas. Todos ellos, sin excepción, relacionados con golpes de Estado en América Latina.

    La derecha en Venezuela no solo es radical sino que asesina, arremete contra manifestantes a favor con sus automóviles, hay una larga lista de personas que murieron o perdieron algunas de sus extremidades, incluyendo niños, a causa de este tipo de agresiones de los miembros de la derecha de ese país. Llega al extremo de asesinar a sus propios militantes para culpar al chavismo y gana espacios y simpatías entre los venezolanos.

    El PAN tiene dos alternativas una vez que se ha alejado de los partidos de centro, morir solo sin militantes o asociarse con la ultraderecha internacional que le puede proporcionar no sólo afiliados y restarle o incorporar a los grupos que lidera Eduardo Verástegui, o bien, morir.

    Buscar reflectores y victorias inexistentes en Venezuela habla de una inconfundible enfermedad terminal que sólo puede extirpar la ultraderecha.

  • Argentina pobre, Venezuela rica

    Argentina pobre, Venezuela rica

    La izquierda y la ultraderecha chocan en Venezuela y no precisamente a causa de las próximas elecciones del próximo 28 de julio, donde el partido oficial tiene la mayoría de la intención del voto contra una derecha que a pesar de su alianza no garantiza competencia, sino porque la sorpresa ante la realidad de ese país impacta a todos.

    Venezuela ha sido mostrado como sucursal del infierno. Desde los medios convencionales se le coloca como la consecuencia del comunismo, como destino inevitable del triunfo electoral de la izquierda, con la imaginativa falta de libertades; sin embargo, la verdad ha mostrado a los observadores electorales y, sobre todo, a los periodistas de otros países, la sorpresa que les ocasiona el impacto de la verdad.

    Un ejemplo de que les estalló en la cara la realidad de Venezuela es la impresión que muestran los periodistas argentinos, conmovidos hasta las lágrimas, quienes vienen de un país donde la ultraderecha ganó las elecciones y llevó al poder a un alucinado Javier Milei. Los reporteros que vienen de un país donde los supermercados tienen los estantes vacíos de víveres, y todo tipo de mercancías; ahí, la pobreza llega a miles de argentinos de la noche a la mañana, con una inflación superior a la de cualquier otro país de América Latina, llegan y ven las tiendas con víveres, gente comprando, construcción de edificios, libertades y gente feliz, lista para poder reelegir al partido que representa Nicolás Maduro.

    En días pasados cinco alcaldes de la oposición del estado de Trujillo se declararon en favor de la candidatura de Nicolás Maduro.

    A pesar de este golpe de verdad ningún candidato venezolano ha dicho que si no votan por ellos estarían igual que en Argentina, donde peor no pueden estar. Hay que recordar que, tanto a senadora panista Téllez, como la candidata de la oposición en México, se alegraron por la victoria de Milei. Esta última, mostrando su acostumbrada sapiencia en geopolítica, dijo: “¡En Latinoamérica soplan vientos para mejorar a nuestros países! El pueblo argentino le puso un alto al mal gobierno y los malos resultados. Mi reconocimiento por esta histórica jornada electoral. Felicitaciones al presidente electo”.

    Ante la imparable debacle económica en la que Milei sumió a Argentina hay una desbandada de decenas de empresas de ese país hacia México, donde ven garantizadas sus inversiones y las que menos facturan son 2.5 millones de dólares al año.

    Los mitos de los medios convencionales, principalmente las cadenas de televisión se niegan a llamar elecciones al proceso comicial de Venezuela, donde la oposición encontró candidato al cuarto para las doce y no pudo aglutinar una coalición competitiva. En total serán 10 candidatos por la Presidencia de la República Bolivariana, proceso electoral que será la prueba de fuego para los medios convencionales que no desperdician momento para anunciar a Venezuela como la antesala del infierno.

    Recientemente las medidas contra Venezuela de Estados Unidos se flexibilizaron precisamente ante la verificación de una realidad de la que nadie quiere hablar y cuyos intereses convirtieron, ante la vista de todo el mundo, el periodismo en consigna anticomunista como sucedió en los años 50 del siglo pasado.

    Si el oficialismo triunfa en las elecciones, a pesar del anunciado mensaje de los medios y la insistencia de la derecha que se trata de una elección de Estado, se desmoronará la última imagen que le queda a la derecha latinoamericana para señalar el peligro de un comunismo que dejó de existir hace más de 30 años, pero que siguen aprovechando a pesar de que ellos fueron quienes colocaron un mito frágil que ya no resiste más propaganda.

  • Oposición, la derrota de la derrota

    Oposición, la derrota de la derrota

    Más de un mexicano que votó por la derecha hubiera escogido el abstencionismo luego de ver la conducta de los opositores, empezando por la candidata que olvidó su identidad, su vestimenta tradicional, su amor por México y su coherencia.

    La desesperación por demostrar que la mayoría no votó para que el Legislativo mexicano se convierta en un Congreso Constitucionalista, por regatear triunfos sin trascendencia, por insultar como argumento de impugnación, por contradecirse en su política y mostrar esa angustia de la agonía que aseguran no existe.

    Morena es un partido que puede cambiar la Constitución en el momento que quieran. De hecho, se habla de una transformación muy importante y sustancian en la Constitución de la Ciudad de México, en cuyo Congreso también tienen mayoría suficiente para hacerlo.

    Después de un mes de las elecciones la oposición no ha dejado claro lo que va a hacer. Todos hablan de la creación de partidos políticos nuevos, como si se tratara de sólo un trámite, pueden contar con dinero de dentro y fuera de nuestro territorio pero no con el tiempo que se requiera para reunir los estrictos requisitos de la formación de partidos y la rígida supervisión del INE, que, al mismo tiempo puedan convencer de su utilidad a quienes ya se decepcionaron de ellos precisamente al ver su incapacidad para asimilar la derrota.

    La derrota no creó rechazo a la derecha como la actitud de los conservadores frente a la derrota. Las campañas fueron lo más sólido de una oposición que tomaba la tribuna como callejón de peleas. Pero lo peor vino con la derrota. Para empezar, mostraron ingenuidad al creer que podían ganar, pero sobre esa falsa premisa construyeron un mundo irreal que les estalló en las manos como una pompa de jabón, haciéndolos conscientes de su fragilidad. Una fragilidad que nunca pensaron padecer aunque fuera tan real como su propia decadencia.

    Intentos de nuevos partidos conservadores ha habido muchos. Desde Elba Esther Gordillo hasta Margarita Zavala, saben que no es cuestión de dinero sino de apoyo social y de ese adolecen cada día más, porque la gente inconforme con el actual régimen preferirá el abstencionismo y la indiferencia electoral a la afiliación a partidos sin rumbo ni orientación ideológica.

    Imposible construir un partido sin más antecedente ideológico que el odio hacia quien gobierna. Un odio gratuito en la mayoría de los casos, poco puede abonar a un organismo competitivo en las elecciones. En México han muerto muchas organizaciones políticas antes de nacer. Se requiere, obvio resulta decirlo, un liderazgo que cohesione no sólo la inconformidad ni un objetivo común, por lo menos uno, además de la idea de sacar a Morena del poder.

    Los inconformes ex opositores sin partido, carecen de líderes. Si no tuvieron candidatos menos pueden contar con un líder que pueda reunir gente alrededor de una idea política inexistente.

    La muestra de este rechazo lo mostraron en Querétaro ante en el abucheo contra el gobernador panista Mauricio Kuri, nacido en Orizaba, Veracruz, en un evento oficial, en un estado eminentemente panista y con un alto porcentaje de aceptación popular, con una población mayoritariamente conservadora.

    Creen que los asistentes a las marchas pueden convertirse en militantes, cuando lo único que los movió de su confort fue el odio, y, ante la conducta mostrada ante la derrota, sus pocas inquietudes partidistas obligaron sus improvisados dirigentes a abortarlas.

    La masa amorfa de las marchas rosas, son individualidades inconexas, aisladas, egoístas, que no suman, al contrario, se pelean entre sus integrantes, como podemos apreciarlo en el interior de los partidos políticos derrotados.

    Buena parte de quienes marcharon están arrepentidos de haber apoyado a personajes como la candidata o los preceptos de un INE que les dio la espalda, o un Poder Judicial que sólo procura el bienestar de su cúpula. Las asambleas, distribución de simpatizantes en el país, las firmas, etc. no sólo son un reto son un obstáculo la gente no quiere saber nada de los opositores que convirtieron sus partidos en clubes de plañideras.

    No hay insumos para un partido político conservador, es decir, si se suman los participantes de esas marchas en el país, no llegan a dos millones, sin tomar en cuenta la correspondiente decepción que se mostrará en el número de participantes en la marcha que se anuncia para impedir la mayoría calificada de Morena en el legítimo Congreso Constituyente.

    Saben que la ley cobija a este Congreso Constituyente, que no hay sobrerrepresentación, lo que hay es ausencia de liderazgo, ideas, objetivos, programas, proyectos de una oposición que ya mostró su falta de rumbo.

  • La crítica a la continuidad

    La crítica a la continuidad

    Ante la imposibilidad de tener elementos para criticar el próximo gobierno federal, los columnistas enemigos de la Cuarta Transformación encuentran en nimiedades tema principal de sus contenidos, que siempre han dejado mucho que desear en cuestiones de veracidad.

    México tiene múltiples problemas, con un gobierno al que deben darse a conocer o reiterar la existencia de una multitud de conflictos, pero en lugar de hacer escuchar sobre estos temas para complementar la problemática real del país prefieren analizar lo anecdótico o comentar lo intrascendente.

    En espera de línea para empezar a atacar las decisiones de la presidenta electa, los columnistas, ante su ignorancia política y su necesidad de cuestionar sistemáticamente toda palabra de los integrantes del gobierno, eligen poner atención en algo en lo que nunca repararon en el pasado. Buscar una ruptura abrupta entre Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo.

    A pesar que hubo repetición de partido en el poder por casi 20 periodos de gobierno nunca aprendieron a definir las diferencias entre un gobierno entrante y el saliente. Ya no digamos la trascendencia política y económica que implica la continuidad de un partido, que en el pasado sólo mostró mansedumbre y sumisión.

    Creen que la gente no se dio cuenta de que se equivocaron en todo, que mintieron a favor de una derecha decadente, que los mantiene más como reliquia que como soldados de la mentira. Ellos quieren manchar lo que no tiene mácula a como dé lugar y afirmar, desde ahora, que conocen el futuro, aunque hayan fallado en todas sus profecías mal intencionadas.

    Así, lejos de buscar los problemas de un país que se transforma, intentan analizar lo intrascendente, relejo de poca capacidad de análisis y de un total desconocimiento del ejercicio político más allá de las anécdotas que hicieron historia en el pasado gracias a sus indiscreciones y adivinanzas fallidas.

    Hay quienes se apasionan y apuestan que el actual presidente seguirá detentando el poder, ante quienes sorprendidos se asombran de los temas en las que ponen su atención quienes se autodenominaron líderes de opinión. La subjetividad de toda especulación los muestra tal y como son, oportunistas, ignorantes, poco ilustrados y peor informados, etc.

    Desconocedores de la historia, nunca se preocuparon por leer un libro por el placer de conocer más sobre la especialidad de la que comen, sólo leyeron los libros que les impusieron, como si la lectura fuera un castigo divino, esto lo demuestran en cada línea de sus escritos, cuando llegan a atreverse a escribir, porque los acentos, las comas y los puntos cuyo lugar en un párrafo desconocen. Necesitan una brújula de signos ortográficos para dar a entender lo que piensan o le dicen que piensen.

    Elegir como tema de columnas políticas enteras la perpetuidad de una voluntad política acusa miedo, no sólo a la persona que deja el poder oficialmente sino a perder su lugar en el oscuro rincón de la disidencia de alquiler.

    Acostumbrados a los chismes palaciegos encontraron en este tema por fin, una manera de hacer remembranzas y recordar viejos tiempos, de dar a conocer testimonios que guardaban por miedo al poder del pasado y chistes de quienes saben, ya nunca más estarán en el poder.

    Para mostrar algo de congruencia acuden a mencionar datos históricos elementales, son hurgar en las causas ni los contextos y sacan de contexto hechos del pasado para darle solidez a un argumento frívolo y que denota mucha ignorancia.

    Cuando el pueblo es el que expone sus necesidades, intereses e inquietudes el gobierno debe escuchar y acatar. Quien marca la agenda, en este sistema, es el pueblo. No es el presidente anterior ni la actual. No hay inspiración divina ni culto a la personalidad dos contos que identificaron la política mexicana por muchos años.

    El estilo personal de gobernar se quedó con los gobiernos del PRI, donde los presidentes eran lo más respetados del país, aunque fueran uno corruptos. Adivinar, especular, pronosticar es para algunos columnistas su única manera de seguir hablando de política, el resto lo desconocen. Tienen años de no tocar un libro, (Confesión de parte de Peña Nieto), ni de capacitar o, por lo menos de actualizarse.

  • El PRI que amaron tantos

    El PRI que amaron tantos

    El PRI no hubiera sido nada sin la ayuda de los periodistas por más de medio siglo. Ellos a sabiendas que emitían mentiras a los cuatro vientos, cobraban por difundir en sus medios el mundo maravilloso que les dictaban los priistas.

    Los medios y los columnistas que cobraban en el PRI sus nutridos sobres, ahora son los primeros que saltan del Titanic para demostrar distancia e indiferencia y, por si fuera poco, fingen alegrarse de su larga agonía.

    Vivieron de las dádivas del PRI por muchos años, ahora dicen celebrar el fin de un cacicazgo. No pensaban así hace tres años cuando todavía le sacaban jugo al despilfarro tricolor.

    El PRI se dio el lujo de regalar casas a periodistas en terrenos ejidales; es decir, siempre desamparaba a un sector para otorgar dádivas. Ahora, los hijos de estos ejidatarios exigen sus tierras camino al Ajusco, y mantienen un litigio del que nadie informa.

    Las prerrogativas que se entregarán a Morena luego de las elecciones de 2024, serán millonarias, dados los votos a su favor. Es probable que vuelva a hacer el intento de regresar dinero a Hacienda y que ahora haya menos obstáculos burocráticos que en 2018 para realizar esta devolución.

    Antes de que Morena regrese la cantidad que considere pertinente a las arcas públicas es necesario que más de un periodista de altos sueldos clandestinos pagador por diferentes instancias de gobierno regresen lo que se les entregó por mentir a los mexicanos.

    Sólo entonces podrá haber una dependencia del gobierno federal que pueda denominarse Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, porque se trata de un robo, se desviaron recursos de instituciones, incluso de Salud para que ese dinero llegara a los bolsillos de periodistas sin escrúpulos, los periodistas nunca fueron capaces de exigir aumento de salario porque tenían su compensación con el desvío de fondos que el gobierno otorgaba, previo acuerdo con los dueños.

    Mientras estas devoluciones no se lleven a cabo ni haya una sanción, de manera voluntaria u obligada, se seguirá privilegiando a una clase que se cree superior porque se enriqueció a la sombra del poder.

    Todos sabemos quiénes son, pero deben ser exhibidos ante la imposibilidad de demostrar con pruebas, su participación en el escenario más grotesco de la historia, cuya manipulación no puede quedar impune. Deben ser exhibidos, así como ellos exhibieron mentiras y complicidades, combatieron a luchadores sociales y apagaron con su voz luchas sociales, infundieron miedo en la población, alabaron ladrones y asesinos.

    Se utilizaron recursos de secretarías de Estado, incluyendo Salud, dejando en mayor vulnerabilidad a los enfermos, a los niños sin importar si tenían cáncer, pero fueron los primeros en decir que no había tratamientos contra el cáncer de los niños, con cuyos medicamentos se hacían millonarios unos con la complicidad del silencio de los medios y sus escribanos.

    No hay sonrojo alguno, como si la población fuera amnésica o desconocedora de las actividades que hicieron en nombre de la perpetuidad en el poder del PRI los difusores de su aparente inmortalidad: los periodistas del régimen.

    Ahora que quieren ocultar sus orígenes y los de su holgura económica algunos comunicadores no pueden esconder su obsesión por el maniqueismo que trató de imponer el PRI y el PAN a los mexicanos. Los buenos y lo malos, lo corrupto y lo honesto, lo institucional y la traición, etc. Los desenmascara el simplismo con el que aprecian la realidad. Una simpleza que engañaba con explicaciones infantiles la compleja realidad que nunca existió.

    La convocatoria para la entrega de recursos deberá ser abierta y la reacción voluntaria como muestra de buena voluntad y de reconocimiento de errores, que eviten sanciones mayores, bastaría con desprestigio.

  • Derecha, esfera de cristal

    Derecha, esfera de cristal

    Durante muchos años gobierno y medios construyeron, para los mexicanos, una realidad paralela. Volvieron esquizofrénicos a hombres y mujeres del país, crearon un manicomio sin muros para preservar el poder. Se les obligó a pensar que esa realidad debería ser defendida con la propia vida.

    Dos poderes: medios de información y gobierno, acordaron a principios del siglo pasado, en el camino hacia su hegemonía limitar la imaginación, castigar la verdad, reducir la razón, a cambio de su poderío. Mientras más tiempo pasaba, mayores eran las limitaciones que se imponían a la población.

    Se les imponía espacios cada vez más reducidos, progresivamente cada día más similares a una prisión. Se pasaba de la falta de libertad de expresión a castigarla, incluso con la muerte. Toda libertad de acción social era reprimida porque afectaba sus intereses.

    Poco a poco las conductas de los mexicanos se redujeron al mínimo a través del control, la imposición que coartaba sus libertades se fortalecían desde el poder. Lo racional y lo delictivo se fusionaban incluso en la conducta de los poderosos, quienes al mostrar impunidad de sus actos convocaban al resto de la población a perpetrar delitos, con muchas posibilidades de quedar impunes, como ahora podemos ver.

    A los mexicanos se les creó un país de fantasía. La verdad se escondió para manipular, de tal manera que los medios narraban una historia basura, se vivía una realidad que carecía de reflejo en los medios y afectaba a los más vulnerables.

    La verdad de los medios era indiscutible, definitiva, inamovible, a pesar de ser mentira, un dogma de fe convertido en cotidianeidad. Negarla era ir contra la lógica, aunque careciera de sentido común, pero se trataba de y una realidad que se había acordado presentar para ocultar la manipulación. Los medios eran hipnóticos y los gobiernos corruptos. Unos mostraban la irrealidad y los otros se repartían las ganancias.

    En algunos grupos de la sociedad mexicana la convicción sobre la realidad manipulada sigue igual, con sus propios sacerdotes de la mentira y sus monaguillos de la corrupción. Se manipula al que se considera débil y desprotegido, la manipulación no está dirigida a los que tienen convicciones, porque las instancias que defienden este engaño estuvieron de parte de la mentira y el delito, por muchos años.

    Se trataba de una sociedad que compraba libertades, inmunidades, mentiras, verdades, riquezas, todo. A los mexicanos se les manipuló hasta el grado de obligarlos a creer que vivían en un país inexistente, con líderes inexistentes, con intelectuales inventados, con críticos a modo, con historia tan tergiversada como la realidad. Hay quienes quieren seguir viviendo en ese mundo feliz, no se trata de solo de abrir los ojos sino de despertar, pero a veces ese proceso requiere de una terapia intensiva.

    México es un país con graves desórdenes mentales inducidos por quienes trataron de obligar a la población a creer que vive en un país que no existe y en poderes que nadie escoge. México, más que otro país del mundo, mantiene una complicidad estrecha y, al parecer inseparable entre medios y poderes fácticos, combinación que crea su propio mundo y hace creer a los demás que esa es la realidad.

    Los medios y los oligarcas prepararon a los mexicanos a tener miedo si salían del mundo inventado por ellos. Fuera de la realidad que ellos imponían, el terror se apoderaba y debían regresar a la cueva de donde salieron porque afuera, está el comunismo, el robo a la propiedad privada, el ateísmo, el crimen organizado, la delincuencia, la inseguridad.

    Los poderes fácticos manipuladores crearon un mundo para los mexicanos con la advertencia que salir de esa esfera implicaba un peligro para México. Afuera de ese límite los titiriteros no se responsabilizaban de la suerte de los habitantes. Más allá de esas fronteras invisibles la protección del autoritarismo no garantizaba que hubiera mañana.

  • Debatir, obligación ciudadana

    Debatir, obligación ciudadana

    La uniformidad de criterios que como disciplina impuso el PRI prácticamente desde su nacimiento como PNR, hereda percepciones cuya interpretación se quedaron en el pasado sin hacer historia pero sí mucho daño a la política.

    Desde 1928, cuando Plutarco Elías Calles empezó a organizar el partido, la disciplina era esencial, no sólo por el caos que había creado la Revolución Mexicana sino porque el génesis del partido estaba comentado por militares, generales en su gran mayoría.

    La disciplina se convirtió en una consigna más que en convicción y disentir se convirtió en una falta total de autocrítica dentro de ese partido, cuyas consecuencias ahora podemos observar en plena agonía.

    A partir de ese momento toda discrepancia con el líder se adoptaba como una traición, motivo de expulsión o marginación del poder. Los debates internos estaban tácitamente prohibidos y esto fue permeando a la sociedad de tal manera como si cada discusión marital anunciara un divorcio.

    Desde la postura de Marcelo Ebrard por afirmar que él tenía la mayoría de simpatías en Morena para ser candidato a la Presidencia de la República, hasta la discusión de Gerardo Fernández Noroña, por un lugar específico en el senado, es interpretada por muchos, incluso dentro de Morena como una posible traición, división, escisión y hasta desmembramiento. Nada más erróneo.

    Hay debates indispensables que se aprecian con ojos del pasado. A veces la herencia es más fuerte que la experiencia propia y con esta visión se arrastran casi 100 años de ejercicio político, al ver en las diferencias internas de cada partido, un peligro para su unidad.
    La necesidad de autocrítica, debate, discusiones dentro de los partidos es indispensable. En lo que debe tenerse cuidado es en que con esas diferencias se muestren cuarteadura por donde la derecha pueda penetrar.

    La derecha está más pendiente de las posibles escisiones en el partido que de las acciones de gobierno. Sabe dónde meterse y con qué armas. Un ejemplo de ello son las diferencias que hay entre Evo Morales y Luis Arce en Bolivia dentro del MAS, partido en el poder, que Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos aprovechó para ver si podía resquebrajar el dique popular que apoya a ambos e intentar otro golpe de Estado.

    El pueblo de Bolivia ha soportado más de 20 golpes de estado de 1936 a la fecha. Conoce las causas, los intereses, las injerencias y las intenciones de los golpistas. Está convencido de su camino hacia el progresismo, sabe el poder y el valor del pueblo.

    México ha tenido en los últimos seis años también un proceso de conciencia que impide cualquier injerencia de la derecha nacional o extranjera, fuera de la ley y desde luego, de la democracia. Está, en ese sentido, blindada de la intromisión de conservadores en sus filas y cuando tratan de entrar, los repelen, como ahora sucede con bailarín de poca monta intentando meterse a Morena.

    La discusión interna crea vacíos cuando se magnifica su lado negativo, el cual sólo puede erradicarse con más discusiones y debates internos. Las posturas diferentes dentro de la misma ideología, la enriquecen.

    Los vicios en cada debate es que se desvía el objetivo de la discusión y las palabras encuentran refugio en la forma personal de discutir. Es decir, el tema central pasa a segundo término y el debate se vuelve violento al afectar a la persona y no a su manera de pensar u operar.

    Evitar rupturas es cuestión de práctica, mientras más debate haya, mayor unidad pese a lo que reza la costumbre en la política mexicana.