El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Argentina registró un aumento del 2.8% en abril, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este incremento es una ligera mejora respecto al 3.7% del mes anterior.
Con este nuevo dato, la inflación acumulada en los primeros cuatro meses de 2025 llega al 11.6%. En términos interanuales, la cifra se sitúa en un alarmante 47.3%.
El rubro más afectado en abril fue el de restaurantes y hoteles, que vio un aumento del 4.1%. Le siguen recreación y cultura, con un incremento del 4%.
Otros sectores también excedieron el promedio. Prendas de vestir y calzado aumentaron un 3.8%, mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas lo hicieron en un 2.9%.
Los sectores de bebidas alcohólicas y tabaco, así como comunicación, mantuvieron incrementos iguales al promedio de la inflación general.
Por otro lado, el segmento que menos aumentó fue equipamiento y mantenimiento del hogar, con solo un 0.9%. Transporte tuvo un incremento del 1.7%, y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentaron un 1.9%. Educación, salud y bienes y servicios varios también se incrementaron en un 2.5%.
La situación económica en Argentina sigue generando preocupación entre los ciudadanos, quienes enfrentan un encarecimiento constante.
El Gobierno de Javier Milei ha oficializado un incremento del 1,75% en los precios de los combustibles, que impactará tanto en la nafta como en el gasoil. Este aumento, efectivo desde este martes, se suma a los incrementos en luz, agua, alquileres, colegios privados y transporte, posicionando a Argentina como uno de los países más caros de Sudamérica.
El nuevo decreto, publicado en el Boletín Oficial, establece que la gasolina súper en Buenos Aires pasará de $1.173 a $1.224, mientras que la premium aumentará de $1.449 a $1.509. El gasoil también verá un ajuste: el precio del gasoil súper subirá de $1.192 a $1.215 y el premium de $1.447 a $1.475.
Este ajuste llega en medio de una caída en las ventas de combustibles, que han disminuido un 4% interanual en febrero. Además, se anticipan más aumentos en abril, aunque el Gobierno solo ha oficializado hasta ahora el del agua, que será del 1%. La tarifa promedio de agua en el Gran Buenos Aires se fijará en $22.967.
Los alquileres también sufrirán una actualización del 116,85%, y los colegios privados verán un incremento del 3% en sus tarifas. En el transporte público, los precios aumentarán en promedio un 4,2%.
Una encuesta reciente revela que el 91,3% de los argentinos siente que sus ingresos no crecen al mismo ritmo que la inflación, lo que ha llevado a una desaprobación del 48,9% hacia la gestión de Milei. La insatisfacción crece, y el rechazo a su imagen personal alcanza el 51%.
Con este panorama, los ciudadanos argentinos se enfrentan a un aumento del costo de vida, generando preocupación y descontento en la población.
El peso mexicano se apreció este lunes frente al dólar, impulsado por la expectativa de que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, adopte una postura más moderada en relación con los aranceles. El tipo de cambio cerró en 20.0587 unidades por dólar, lo que representa una mejora de 18.18 centavos o un 0.90% en comparación con el cierre del viernes, de 20.2405 pesos.
A pesar del avance, el peso había acumulado tres días de pérdidas la semana pasada, debido a la incertidumbre en el entorno comercial y las implicaciones de los aranceles en la economía. Analistas señalan que, aunque se anticipa una postura más conciliadora de Trump, su imprevisibilidad podría generar volatilidad en el mercado cambiario.
En el ámbito económico, se reportó que la inflación general de México fue del 3.67% anual en la primera quincena de marzo, un dato ligeramente por debajo de las expectativas y que marca seis quincenas en el rango objetivo del Banco de México. Con el entorno cambiante, el mercado permanece atento a las decisiones que puedan surgir desde la Casa Blanca.
La inflación en México retomó una tendencia a la baja en la primera mitad de marzo, gracias a la disminución en los precios de alimentos frescos, productos pecuarios y energéticos. Así lo reveló el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que confirmó que el país acumula ya seis quincenas dentro del rango objetivo de estabilidad marcado por el Banco de México, situado entre el 3 y el 4 por ciento.
Durante los primeros 15 días de marzo de 2025, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación anual de 3.67 por ciento, lo que representa una moderación tras dos quincenas al alza. A tasa quincenal, la inflación fue de 0.14 por ciento, por debajo del 0.17 por ciento esperado por los analistas consultados por Banamex, lo que evidencia un mejor desempeño del esperado en los precios al consumidor.
Entre los productos que más contribuyeron a esta desaceleración destacaron la gasolina de bajo octanaje, con una baja de 1.32 por ciento; la cebolla, que disminuyó 6.04 por ciento; el huevo, con un retroceso de 0.84 por ciento; la papa, con 2.67 por ciento menos; y el pollo, que bajó 0.37 por ciento. Otros productos como el chayote y los nopales también mostraron reducciones importantes, de 9.17 y 5.58 por ciento respectivamente.
No obstante, algunos bienes y servicios registraron incrementos que incidieron al alza, como la carne de res, con 1.53 por ciento; el transporte aéreo, que subió 6.09 por ciento; y el limón, cuyo precio aumentó 9.02 por ciento. También se reportaron ligeros incrementos en vivienda propia, alimentos preparados y establecimientos como fondas y taquerías.
El índice de precios subyacente, que excluye los productos con alta volatilidad y refleja las tendencias de largo plazo, tuvo una variación quincenal de 0.24 por ciento y una tasa anual de 3.56 por ciento, lo que sugiere que la inflación estructural se mantiene bajo control, aunque con cierta presión en rubros como la vivienda y los servicios educativos.
En contraste, el índice no subyacente, que incluye los precios de productos agropecuarios y energéticos, mostró una disminución de 0.19 por ciento en la quincena, con una variación anual de 3.89 por ciento. Dentro de este componente, los productos agropecuarios subieron apenas 0.09 por ciento en los primeros 15 días de marzo, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron 0.41 por ciento quincenal y 2.96 por ciento anual.
Aunque los productos pecuarios registraron una presión al alza, con un incremento anual de 8.93 por ciento, el comportamiento general del INPC refleja que las medidas implementadas por el Gobierno de México para proteger la economía de los hogares están dando resultados concretos, especialmente en los sectores más sensibles del consumo básico.
“Los alimentos, los energéticos y los productos frescos son esenciales en la economía de las familias. Ver una moderación en sus precios es una señal positiva, sobre todo en un entorno internacional incierto”, sostienen especialistas.
Goldman Sachs ajustó a la baja su previsión de crecimiento para la economía estadounidense en 2025, advirtiendo que los aranceles impulsados por el gobierno de Donald Trump agudizan los signos de desaceleración, elevan la inflación y podrían generar una contracción económica a corto plazo.
La firma financiera redujo su pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos para 2025 del 2.4% al 1.7%, una caída de 0.7 puntos porcentuales, en respuesta a lo que calificó como un entorno comercial “considerablemente más adverso”. Jan Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, destacó en un informe que las tensiones arancelarias están generando incertidumbre, presionando los precios al consumidor y frenando la inversión privada.
Inflación y desaceleración: datos clave
Inflación: La firma elevó su pronóstico de inflación para finales de 2025 del 2% al 3%, anticipando que los aranceles trasladarán costos a los consumidores.
Aranceles: Estimó que la tasa arancelaria promedio en EU aumentará 10 puntos porcentuales en 2025, duplicando su proyección anterior y multiplicando por cinco los niveles de la administración previa de Trump.
Sectores afectados: Los gravámenes ya aplicados incluyen un 25% a importaciones de socios del T-MEC (México y Canadá), aunque su implementación se pospuso hasta el 2 de abril. Entrarán en vigor los aranceles al acero y aluminio, mientras que los impuestos a productos chinos subieron del 10% al 20%.
Advertencias sobre contracción
Goldman Sachs señaló que la economía estadounidense muestra claras señales de enfriamiento, con despidos en aumento y un deterioro en las expectativas de los consumidores. Hatzius alertó que los “aranceles recíprocos” anunciados para abril —dirigidos a países que imponen altas tarifas a productos estadounidenses— podrían desencadenar represalias globales, afectando aún más el comercio. Además, anticipó nuevos gravámenes a automóviles y bienes críticos en los próximos meses.
Contexto contradictorio: optimismo oficial vs. Datos
Mientras Goldman Sachs proyecta riesgos a la baja, el gobierno de Trump insiste en descartar una recesión. Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, afirmó en CNBC que factores como el crecimiento de la productividad, el aumento de ingresos en hogares y los recortes fiscales respaldan la solidez económica. No obstante, esta postura contrasta con datos como la caída en bolsas locales y encuestas que reflejan pesimismo ciudadano.
Con la aplicación progresiva de aranceles y la amenaza de una guerra comercial ampliada, analistas coinciden en que los próximos meses definirán si EU logra evitar una contracción o si las medidas proteccionistas profundizan la incertidumbre global.
El reciente aumento de la inflación en Estados Unidos al 3% en enero de 2025 ha sido utilizado por el presidente Donald Trump como una nueva arma de ataque político contra su predecesor Joe Biden. Sin embargo, las cifras oficiales y los análisis económicos desmienten la narrativa simplista del republicano, revelando que su agenda política podría agravar aún más la crisis inflacionaria en el país.
El Departamento de Trabajo de EE.UU. reportó que el Índice de Precios al Consumo (IPC) subió 3% interanual en enero, en comparación con el 2.9% en diciembre de 2024. Aunque este leve repunte no representa una crisis, Trump se apresuró a culpar a Biden, calificando la situación como “la inflación de Biden” en su red social Truth Social.
Sin embargo, los datos reflejan una realidad más compleja:
La inflación subyacente, que excluye precios volátiles como los de la energía y los alimentos, fue del 3.3%.
El precio de los huevos aumentó más del 50% en un año, impulsado por la gripe aviar y no por políticas gubernamentales.
Otros incrementos se dieron en seguros de automóviles, vehículos de segunda mano, servicios médicos y boletos de avión, factores que dependen de múltiples variables más allá del gobierno federal.
Mientras Trump trata de responsabilizar a Biden, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha señalado que no ve urgencia en bajar las tasas de interés, lo que contradice el argumento del republicano sobre una supuesta crisis económica inminente.
El verdadero impacto de las políticas de Trump
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha prometido reducir la inflación, pero sus propias políticas contradicen este objetivo. Diversos economistas han advertido que las medidas impulsadas por su administración reactivarían la inflación, tales como:
Aumento de aranceles a bienes importados, lo que encarecería productos básicos para los consumidores estadounidenses.
Reducción de impuestos para los más ricos, impulsando el déficit fiscal y la deuda pública.
Expulsión masiva de inmigrantes, afectando el mercado laboral y aumentando costos de producción en sectores clave.
Desregulación extrema, debilitando la capacidad del Estado para intervenir en la estabilidad económica.
Paradójicamente, Trump exige una reducción de tasas de interés por parte de la Fed para estimular el crecimiento, pero sus propias políticas provocarían un sobrecalentamiento de la economía, lo que obligaría a mantener los tipos altos para contener la inflación.
Una estrategia política basada en la desinformación
Lejos de una propuesta económica realista, la narrativa de Trump sobre la inflación es parte de su estrategia para desviar la atención de sus propias decisiones económicas y culpar a su predecesor. Sin embargo, los datos muestran que la actual administración ha generado incertidumbre en los mercados, lo que ha contribuido a la volatilidad financiera en los primeros meses de su mandato.
Con información de: Reuters, El País y The Guardian
La inflación anual en México arrancó el 2025 con un 3.63% a tasa anual, marcando la cifra más baja desde enero de 2021, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un aumento mensual del 0.29% en enero, siendo la tasa más baja para ese mes desde 2019. Este comportamiento estuvo por debajo de las expectativas del sector financiero, que proyectaba un rango de entre 3.53% y 3.7%, de acuerdo con el consenso de 35 instituciones consultadas por Banamex.
Entre los productos y servicios que más contribuyeron a la reducción de la inflación en enero destacan:
Transporte aéreo: -38.6%
Papaya: -16.5%
Jitomate: -15.5%
Tomate verde: -14.0%
Cebolla: -10.3%
Servicios turísticos en paquete: -9.6%
Nopales: -9.3%
Calabacita: -9.0%
Papa: -4.1%
Huevo: -2.3%
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles, registró un ligero aumento de 3.65% en diciembre a 3.66% en enero, sumando dos meses consecutivos al alza. Dentro de este índice, los precios de las mercancías tuvieron un incremento mensual de 0.67% y anual de 2.74%, mientras que los servicios subieron 0.17% mensual y 4.69% anual.
En cuanto al índice no subyacente, se reportó un aumento anual de 3.34%. Al interior de este rubro, los productos agropecuarios registraron una baja mensual de 1.49%, con un incremento anual de solo 0.56%. En contraste, los precios de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 0.93% en el mes y 5.33% anual.
Finalmente, el Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo, que mide los costos de 176 productos y servicios esenciales, tuvo una variación mensual de 0.53% y una tasa anual de 3.19%.
Las malas decisiones tomadas por el presidente de Argentina, Javier Milei, han afectado a uno de los sectores más emblemáticos de la producción en su país, el de la ganadería y la producción de carne de alta calidad.
Hasta antes de la llegada de Milei, las argentinas y los argentinos presumían una gran tradición en cuanto a la oferta de los mejores cortes de carne de res. Pero al cierre del 2024 los 45 millones de habitantes de aquel país sudamericano dejaron de comer carne de vaca y eligieron consumir más carne de aves de corral. Esto se debe a los elevados niveles de inflación y a las medidas económicas implementadas por la administración del ultraconservador Javier Milei.
El consumo de pollo aumentó en 2024 a 49.3 kilogramos por persona, según información de la Bolsa de Cereales de Rosario; mientras tanto, el consumo de carne vacuna cayó a 48.5 kilogramos, aún el más alto del mundo, por delante de Uruguay y Brasil.
Hoy, por el precio promedio de un kilo de carne vacuna, se pueden comprar tres kilos de pollo, o casi dos kilos de cerdo”, explicó Miguel Schiariti, director de la Cámara de la Industria de la Carne de Argentina (CICCRA).
De hecho, solo este lunes los carniceros tuvieron que adelantar el aumento del 10 por ciento en los precios de los cortes de carne, que estaba previsto para finales de febrero. Y es que la caída en la demanda por parte de la población, ha provocado que los carniceros tomen esta medida para subsanar las falta de ventas.
Es la primera vez en la historia que el consumo de la carne de pollo superó el consumo de la carne vacuna entre la población argentina, otrora orgullosa de su tradición en el consumo de cortes de carne. Así lo confirman cifras recabadas por el Departamento de Agricultura de EEUU, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La inflación en México concluyó el año 2024 con un incremento del 4.21% a tasa anual, el nivel más bajo registrado desde 2020, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En diciembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un aumento mensual de 0.38%, marcando la tasa más baja para ese mes desde 2022.
Este resultado se situó por debajo de las expectativas de los analistas, quienes habían anticipado una inflación anual del 4.26%, con proyecciones que variaban entre un máximo de 4.48% y un mínimo de 4.16%. De las 31 instituciones financieras consultadas por Banamex, solo dos lograron acertar en sus pronósticos.
Los bienes y servicios que más impactaron el aumento de precios en diciembre incluyeron el transporte aéreo, que experimentó un notable incremento del 26.27%; la uva, con un aumento del 20.27%; y los servicios turísticos en paquete, que subieron un 8.32%. Otros productos como el pollo, el gas doméstico LP y los taxis también contribuyeron al alza de precios.
Este comportamiento en la inflación sugiere una tendencia a la baja en comparación con meses anteriores, lo que indica que las políticas implementadas para controlar los precios están comenzando a dar resultados positivos.
La inflación general anual en México durante la primera quincena de diciembre de 2024 se situó en 4.44%, consolidando una tendencia a la baja por segundo mes consecutivo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un incremento de 0.42% en comparación con la quincena anterior.
Este comportamiento contrasta con la cifra registrada en el mismo periodo de 2023, cuando la inflación anual alcanzó 4.46%, lo que evidencia un ligero descenso en la variación de los precios en términos anuales.
En la primera quincena de diciembre 2024, la #inflación general anual se ubicó en 4.44%. El Índice Nacional de Precios al Consumidor #INPC aumentó 0.42% a tasa quincenal.
Por componente, la inflación anual fue la siguiente: ▪️ 3.62%, Subyacente ▪️ 7.00%, No subyacente
Comportamiento de los índices subyacente y no subyacente
El análisis de los componentes del INPC revela tendencias diferenciadas. El índice de precios subyacente, que excluye productos con alta volatilidad como alimentos y energéticos, tuvo un aumento de 0.50% en la comparación quincenal y de 3.62% a tasa anual. En contraste, el índice de precios no subyacente mostró un alza más moderada de 0.16% en la quincena y 7.00% en términos anuales.
Dentro del índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios subieron 0.10%, mientras que los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno incrementaron 0.21%. Comparado con el mismo periodo de 2023, estos indicadores reflejan una desaceleración significativa.
Productos y servicios con mayor variación de precios
En cuanto a la incidencia de precios, los servicios de transporte aéreo registraron un aumento del 38.47%, convirtiéndose en el segmento con mayor incremento en este periodo, seguido por los servicios turísticos en paquete, que crecieron 12.38%.
Entre los productos de la canasta básica, la calabacita reportó un alza de 13.78%, mientras que el jitomate subió 6.65%. En contraste, algunos productos agrícolas experimentaron bajas significativas: la papaya destacó con una caída del 18.56%, seguida del tomate verde (-8.59%), el chile serrano (-8.46%) y la cebolla (-5.07%).
¿Qué significa para los consumidores?
La inflación sigue mostrando signos de desaceleración, lo cual podría brindar cierto alivio en el poder adquisitivo de los hogares. Sin embargo, el comportamiento dispar de los precios entre diferentes productos y servicios pone de manifiesto que no todos los sectores experimentan los mismos beneficios.