Hamas ha señalado que Israel ha limitado el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y no ha permitido el acceso completo a refugios temporales para los desplazados. Según el grupo, la situación humanitaria sigue siendo crítica y requiere atención urgente.
Mientras tanto, la propuesta del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de desarrollar una “Riviera de Medio Oriente” en Gaza ha generado diversas reacciones. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respaldó la idea y la calificó de “extraordinaria”, pero grupos palestinos y varios países árabes han expresado su oposición, argumentando que la reconstrucción del territorio debe responder a las necesidades de su población.
Históricamente, Gaza ha sido un enclave costero con una vida comercial activa, pero el conflicto ha dejado una gran devastación. Organizaciones humanitarias, como Unicef, advierten sobre el impacto del conflicto en la población, especialmente en los niños. Se estima que un millón de menores enfrentan traumas psicológicos y que la falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y refugio, agrava la situación.
Por otro lado, en Cisjordania, la tensión también ha aumentado con recientes operativos militares y la demolición de viviendas en el campo de refugiados de Jenín, lo que ha generado preocupación en la comunidad internacional. Medios locales informan sobre el desplazamiento de cientos de palestinos, en un fenómeno que algunos han comparado con la crisis humanitaria en Gaza.
La comunidad internacional ha respondido con un rechazo casi unánime a la propuesta del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de “tomar el control” de la Franja de Gaza y transformarla en una próspera zona turística. Con la excepción de Israel, numerosos países han calificado el plan como una violación del derecho internacional y un intento de desplazamiento forzado de los palestinos.
Trump presentó su idea durante una rueda de prensa en Washington junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Describió su visión de convertir Gaza en “la Riviera de Oriente Medio”, reasentando a los palestinos en otros países. “Será nuestra responsabilidad desmantelar las bombas sin explotar, nivelar el terreno, deshacernos de los edificios destruidos y allanar la zona para impulsar un desarrollo económico sin precedentes”, afirmó. Posteriormente, su secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró el compromiso estadounidense de “liderar” este proceso en favor de una “paz duradera”.
Sin embargo, la reacción internacional fue inmediata. Hamás rechazó la propuesta, tildándola de “racista” y “criminal”. Basem Naim, miembro del buró político del grupo, denunció que este plan “liquida la causa palestina” y viola los derechos fundamentales de su pueblo. Desde la Autoridad Nacional Palestina, el presidente Mahmud Abás reafirmó que los palestinos no permitirán la expulsión de su pueblo.
En Europa, el gobierno español expresó su firme oposición a la propuesta de Trump. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, destacó que “Gaza es la tierra de los palestinos y parte del futuro Estado palestino”. Francia también rechazó cualquier desplazamiento forzoso, calificándolo como una “violación grave del derecho internacional”, mientras que el Reino Unido, bajo el liderazgo de Keir Starmer, insistió en que a los palestinos se les debe permitir regresar y reconstruir sus hogares.
Desde Oriente Medio, países como Arabia Saudí y Egipto subrayaron que la estabilidad regional depende de la creación de un Estado palestino independiente. Turquía calificó la propuesta como “inaceptable”, y el gobierno de Indonesia denunció que la raíz del conflicto es la ocupación israelí prolongada.
Incluso desde el continente americano, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró perplejo ante el plan de Trump. “¿Y los palestinos a dónde van? ¿Dónde van a vivir?”, cuestionó en una entrevista.
La ONU también se pronunció con contundencia. Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos, recordó que el derecho internacional prohíbe cualquier deportación o traslado forzoso de población sin una base legal. En la misma línea, China reiteró su apoyo a la solución de dos Estados y rechazó cualquier intento de alterar la composición demográfica de Gaza.
Mientras tanto, Rusia evitó condenar directamente la propuesta, aunque indicó que ha tomado nota de las reacciones de países clave como Egipto y Jordania.
La abrumadora respuesta internacional refleja una clara postura en contra del plan de Trump. Para la mayoría de los líderes mundiales, cualquier solución al conflicto en Gaza debe basarse en el respeto al derecho internacional, la autodeterminación del pueblo palestino y la estabilidad regional.
Durante la conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró la postura histórica de México en torno al conflicto en la Franja de Gaza. Subrayó que el país reconoce tanto al Estado Palestino como al de Israel y que es fundamental encontrar una solución pacífica a la actual crisis.
Sheinbaum enfatizó que esta política de reconocimiento no es nueva ni exclusiva de su administración, sino que ha sido una constante en los gobiernos mexicanos anteriores. “México ha tenido una posición, desde hace años, no sólo de los gobiernos de la 4T, viene de antes, del reconocimiento del Estado Palestino y al mismo tiempo del Estado de Israel”, declaró. En este sentido, sostuvo que la vía para resolver el conflicto debe centrarse en el respeto a ambos Estados y en la construcción de una salida negociada.
📹 #Vídeo | Humanismo Mexicano: La Presidenta Claudia Sheinbaum mencionó que históricamente México reconoce a #Palestina y apoya además a la República de #Cuba.
Las declaraciones de la mandataria se dieron en respuesta a la postura expresada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el día anterior había señalado que su país “se adueñaría” de Gaza y que este territorio “ya no era lugar para los palestinos”. Ante esto, Sheinbaum subrayó que la diplomacia mexicana mantiene su compromiso con la paz y el reconocimiento del derecho de ambos pueblos a coexistir.
Por otro lado, al ser cuestionada sobre las sanciones económicas contra Cuba, Sheinbaum reafirmó que México rechaza el bloqueo económico y cualquier medida que perjudique a la población civil. Argumentó que estas acciones no afectan a los gobiernos, sino a los pueblos, y reiteró la importancia del diálogo como herramienta fundamental en las relaciones internacionales. “Siempre hay que poner el diálogo por encima de todo”, afirmó, recordando que esta es una convicción plasmada en la Constitución mexicana y en los principios de política exterior del país.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que su país debería apropiarse de la Franja de Gaza y reurbanizarla, después de que los palestinos sean desplazados y reubicados en otros lugares.
“Seremos los dueños y responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin explotar y otras armas en el lugar”, declaró Trump al inicio de una conferencia de prensa conjunta con Benjamin Netanyahu. Además, agregó que Estados Unidos arrasaría los edificios destruidos y establecería un desarrollo económico que generaría “un número ilimitado de empleos y viviendas para la gente de la zona”.
Las declaraciones de Trump se producen tras su sugerencia previa de que los palestinos desplazados en Gaza sean reasentados permanentemente fuera del territorio devastado por la guerra. Esta postura ha generado preocupación internacional, ya que implicaría un desplazamiento forzado masivo y una ocupación directa del territorio palestino por parte de Washington.
Las palabras del presidente han sido interpretadas por analistas como un respaldo incondicional a Israel y una señal de sus intenciones en el conflicto. Sin embargo, sus declaraciones podrían exacerbar las tensiones en la región y avivar la indignación en el mundo árabe, que ha denunciado la limpieza étnica en Gaza y la agresión israelí contra la población palestina.
Aunque se ha llegado a un momentáneo acuerdo de cese al fuego entre el Estado de Israel y Hamás, aún se tiene que mantener la paz en la región e intentar menguar los efectos de la violencia tras 15 meses de la brutal ofensiva perpetrada por el Ejército Sionista en Gaza, que ha dejado miles de muertos, desplazados, una crisis humanitaria, económica y política, entre otras situaciones.
En ese contexto, la embajadora de Palestina en México, Nadya Rasheed, fue contundente al reafirmar la condena del genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra el pueblo palestino.
No tenemos ejército; somos un pueblo que vive bajo opresión y ocupación militar. Y si insisten en llamarlo una guerra, seamos honestos, es una guerra contra ¿quiénes?, contra niños, mujeres; más del 70 por ciento de los asesinados han sido mujeres y niños”, denunció la embajadora Rasheed.
En entrevista para el Sistema Público de Radiodifusión de Estado Mexicano (SPR), informó que desde que se anunció el cese al fuego, el Ejército Sionista ha matado a más de 100 personas, incluidos unos 25 niños y niñas. Por lo tanto la situación no se puede llamar de otra forma que genocidio.
En total más de 50 mil personas han sido asesinadas por el Ejército Sionista al mando del genocida Benjamín Netanyahu. Es una tragedia que afecta a toda la humanidad, sin duda.
Cada palestino en Gaza lleva el peso insoportable de la pérdida, el trauma de la destrucción y la absoluta falta de confianza en que el gobierno sionista de Netanyahu cumplirá con cualquier acuerdo”, puntualizó.
No obstante que la vida en Gaza nunca volverá a ser la misma, advirtió Rasheed que no volverán a permitir el bloqueo ni la ocupación por parte del Estado de Israel. La prioridad colectiva será a partir de ahora, ayudar a quienes han sufrido las consecuencias de la ocupación y el genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra el Pueblo de Palestina.
Israel y Hamás han llegado a un acuerdo para establecer una tregua en la Franja de Gaza, tras intensas negociaciones facilitadas por Qatar. Este pacto, que busca poner fin a un conflicto que se ha prolongado durante 15 meses, incluye un plan de tres etapas diseñado para abordar la liberación de rehenes y la disminución de las hostilidades. Fuentes involucradas en las negociaciones han confirmado que Hamás liberará a 33 rehenes, entre ellos mujeres, niños y civiles mayores de 50 años, a cambio de que Israel libere prisioneros palestinos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el acuerdo como “épico” en sus redes sociales, destacando que representa un avance significativo en la región. Trump enfatizó que su administración ha estado trabajando para garantizar la seguridad de los estadounidenses y sus aliados, expresando su satisfacción por el inminente regreso de los rehenes. Además, mencionó que su equipo de Seguridad Nacional seguirá colaborando para evitar que Gaza se convierta nuevamente en un refugio para terroristas.
El acuerdo contempla una primera fase de seis semanas durante la cual cesarán todos los combates y las fuerzas israelíes se retirarán de las áreas pobladas. La segunda fase incluirá una declaración de “calma duradera”, mientras que en la tercera se intercambiarán los cuerpos de los rehenes fallecidos. Este proceso podría facilitar el regreso de cientos de miles de desplazados a sus hogares y permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, calificó el acuerdo como “doloroso”, ya que implica liberar a prisioneros considerados peligrosos. A pesar del costo emocional y político del pacto, Saar subrayó que es fundamental para asegurar la liberación de los ciudadanos israelíes aún bajo cautiverio.
Con la votación del gabinete israelí programada para validar el acuerdo, el mundo observa con atención cómo se desarrollarán los próximos pasos en este delicado proceso hacia la paz.
Yotam Vilk, es un oficial del cuerpo blindado del Ejército de Israel, quien ha sido testigo de las barbaridades ordenadas por el estado israelí en el genocidio que han perpetrado contra el pueblo de Palestina.
En entrevista para medios internacionales, Vilk reveló que tenía la orden de disparar indiscriminadamente a todo aquel que se atreviera a cruzar una franja de contención bajo control del Estado de Israel en Gaza.
La inhumana instrucción provocó que el oficial de 28 años de edad, fuera testigo del asesinato de al menos 12 personas inocentes, entre ellas un adolescente desarmado.
Murió como parte de una historia más grande. Como parte de la política de permanecer en ese lugar y no ver a los palestinos como personas”, declaró Vilk.
Después de 15 meses de conflicto, llamados internacionales por la paz y una situación que se vuelve cada vez más insostenible, empiezan a reportarse “fisuras” en el Ejército sionista. Como Vilk, cada vez son más los efectivos que se expresan en contra de continuar llevando a cabo las operaciones en territorio palestino o que por lo menos cuestionan las ordenes sanguinarias.
En concreto, ya hay 200 soldados que se organizaron y firmaron una carta en la que exigen al Estado de Israel que ordene un alto al fuego. Aunque pareciera un grupo pequeño, representan a un grupo mayor de militares que aún no se animan a hablar abiertamente contra el genocidio.
Las soldadas y los soldados están obligados a mantenerse ajenos a la política, y es muy raro que expresen sus opiniones en contra del ejército. Sin embargo las presiones internacionales, incluidas los esfuerzos por el presidente de los EEUU, Joe Biden, y el electo Donald Trump, para que se llegue a un acuerdo antes de la investidura presidencial el 20 de enero, han impulsado un movimiento al interior del Ejército de Israel que se oponen a continuar con las operaciones militares.
En noviembre del año 2023, Yotam Vilk entró en Gaza. En ese momento creía que con la presencia de la fuerza armada israelí abriría la posibilidad de una negociación. No obstante, al paso de los meses ve con horror como es que la vida humana pierde su valor progresivamente.
Un día de agosto del año pasado, un adolescente cruzo la zona prohibida que vigilaba el agrupamiento al que estaba adscrito Vilk. A pesar de las advertencias el muchacho no dejo de avanzar, y aunque Vilk admite que era difícil determinar si iba armado, piensa que sus compañeros dispararon muy pronto. Otras 12 personas murieron de la misma manera.
Vilk dice que conoce las versiones de que Hamas paga 25 dólares a los civiles para que crucen las zonas ocupadas por el Estado de Israel para comprobar la capacidad de respuesta de los soldados sionistas.
Otros soldados como Vilk, contaron que al principio les fue difícil tomar una decisión pero después de comprobar que eran parte de un genocidio, decidieron dejar de servir en las fuerzas armadas.
Una manifestación en apoyo al pueblo palestino y en contra del Genocidio perpetrado por el estado de Israel contra Palestina, tuvo lugar en el Museo de Cera de la Ciudad de México, en la colonia Juárez.
El grupo de defensores de la paz y los derechos humanos, “Movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones en México” (bds_mexico), difundió las imágenes de la protesta, denunciando las más de 40 mil muertes que se han registrado tras la intervención de las fuerzas israelíes en la franja de Gaza.
En concreto, uno de los activistas derribó la efigie de cera de Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.
Hola bebés, con muchísimo respeto tengo la responsabilidad de dar de baja a este criminal de guerra porque al Museo de Cera se le olvidó ponerle la sangre de más de 40 mil civiles palestinos“, dice la publicación compartida por el movimiento social.
En respuesta, la Embajada de Israel en México condenó los hechos y aseguró que más que una manifestación se trató de un ataque de “odio”, un “acto de puta violencia“, calificaron en un comunicado oficial.
Ante el cinismo de la Embajada de Israel, representantes del estado genocida que ha asesinado a Miles de niñas, niños, madres, padres, familias completas, arrasado territorios e incurrir en humillantes violaciones a los derechos del Pueblo Palestino, los usuarios en redes respondieron con indignación, furia y también con humor con algunos mensajes de crítica social.
Las imágenes y videos de Gaza y su exterminio son insoportables. Nunca antes se había grabado un genocidio en vivo. No es contra Hamás, es contra la población civil en Palestina y esto es un hecho innegable condenado por personalidades de todos los ámbitos, por todos los organismos de Derechos Humanos y Estados serios con un mínimo de decencia y congruencia, y ahí, por supuesto, no entran ni Estados Unidos ni la Unión Europea.
¿Cómo es posible que el mundo testifique el horror y nadie haga nada al respecto más allá de palabras de condena?
Israel está probando al mundo y su reacción, está testando qué tan fácil es cometer crímenes de guerra y, todavía, hacerse pasar por víctima. Lo respalda todo el aparato mediático y armamentístico de Estados Unidos. La gente menos politizada e intoxicada por los medios conservadores sigue creyendo que Israel lucha contra el mal de Hamás, y más recientemente, contra Hezbollá, en el Líbano. Pero no acaba ahí porque Israel atacó a las tropas de la ONU recientemente, y, por cierto, en dichas tropas había soldados de países que le proveen armas al ejército sionista, como España.
Si cualquier país enemigo de Estados Unidos hubiera hecho el 10% de lo que ha hecho Israel, ya lo habrían destruido y saqueado en nombre de la democracia y la justicia. No se atreven con Rusia porque tiene armas nucleares y misiles hipersónicos capaces de superar cualquier defensa antimisiles.
En los últimos días, uno de los voceros de Kamala Harrys declaró en la CNN: “La expansión de Israel y sus representantes es una necesidad absoluta para Estados Unidos”. Este desliz freudiano se podría considerar un escándalo si lo hubiera dicho el gobierno de China, pero en Occidente pasa inadvertido porque todos están sometidos y subsumidos al imperio gringo.
El presidente francés, Emmanuel Macrón, intentó dar un golpe sobre la mesa y pidió dejar de suministrar armas a Israel. Acto seguido, la sede de una compañía gasera en Francia fue bombardeada en Beirut por el ejército israelí. Y si el jefe de Estado de un país tan importante como Francia se retracta en sus declaraciones por el temor a sufrir más represalias de mayor calado en su territorio o hacia empresas francesas, entonces, ¿qué le queda el resto, además de someterse al poder de Washington?
El medio oriente es el tablero de ajedrez de la geopolítica actual donde la expansión de Israel y la consolidación del eje anglo-israelí garantizaría la subsistencia de un mundo unipolar donde el dólar y el eje Occidental sigan dictando las reglas del juego mundial. Palestina, Libia e Irán son los siguientes objetivos a conquistar para dominar los energéticos, tener predominancia en esa zona y seguir controlando a los BRICS, y en particular limitar el poder de Rusia y China.
Los horrores de la guerra que sufren los inocentes, pobres y débiles pasan a segundo término cuando está en juego el poder. La humanidad está más desarrollada económica y tecnológicamente hablando, pero más insensible y reprimida que nunca, aunque nos quieran vender el discurso de la libertad y la justicia.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reafirmó la postura histórica de México frente al conflicto en Medio Oriente, subrayando la importancia de que tanto Israel como Palestina sean reconocidos como Estados soberanos. A un año del conflicto en la Franja de Gaza, la mandataria condenó las agresiones por ambas partes y llamó a buscar una solución pacífica.
Sheinbaum subrayó que “México ha mantenido esta posición durante muchos años”, abogando por el reconocimiento pleno de Palestina, sin dejar de lado la legitimidad del Estado de Israel. La presidenta dejó claro que la prioridad debe ser la paz, afirmando que “la guerra nunca llevará a un buen destino”.
Además, la presidenta recordó que, desde un inicio, México condenó tanto el ataque de Hamás contra Israel como las agresiones del gobierno israelí hacia Palestina. Hizo énfasis en que, en este tipo de conflictos, las pérdidas humanas —especialmente de mujeres y niños— son inaceptables, y se debe trabajar para evitar más violencia.
Un año del conflicto en Gaza
El pasado 7 de octubre se cumplió un año del ataque de Hamás a Israel, un evento que dejó 1,200 israelíes muertos y 251 personas secuestradas, de las cuales 97 siguen en manos del grupo armado. Este ataque desató una feroz ofensiva por parte de Israel en Gaza, la cual ha provocado una cifra de más de 42,000 muertos, según datos del Gobierno de Hamás, en su mayoría mujeres y niños.
La presidenta Claudia Sheinbaum, al igual que su administración, se posiciona del lado de una resolución pacífica y diplomática que permita poner fin a la violencia en la región, destacando que el reconocimiento de ambas naciones es clave para lograr la estabilidad en Medio Oriente.