Una investigación de Zedrik Raziel para el País revela cómo los Jensen, acusados en EUA, facilitaron el contrabando de petróleo robado de México a cambio de ganancias multimillonarias.
Los problemas legales de la familia Jensen en Estados Unidos han sacado a la luz un oscuro esquema criminal, ya que esta familia, conocida por su fortuna, está acusada de contrabandear miles de cargamentos de petróleo robado de Pemex. Las agencias de seguridad de EUA han revelado que un testigo colaborador, que actuó como intermediario, conectó a los Jensen con líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El gobierno de Donald Trump sostiene que los Jensen no solo importaron crudo a Estados Unidos disfrazado de otros productos, sino que también lavaron dinero y financiaron a una organización criminal. El patriarca de la familia, James Lael Jensen, y su hijo Maxwell están en el centro de estas acusaciones, de acuerdo a los documentos judiciales, los cuales citan que introdujeron ilegalmente más de 4,000 cargamentos entre 2018 y 2025, generando ganancias de hasta 300 millones de dólares.
El testigo colaborador, conocido como CI-1, ha estado trabajando con la DEA desde mediados de 2024. Su vinculación con el CJNG es evidente, pues ha mantenido relaciones con líderes como Iván Cazarín Molina, apodado El Tanque, y César Morfín Morfín, conocido como Primito. El Tanque, mencionado por el Departamento del Tesoro, reporta directamente a El Mencho, el líder del cartel. Por su parte, Primito ha sido señalado como uno de los jefes del tráfico de hidrocarburos hacia EUA.
El testigo informó que, al principio, era un empresario legítimo. Sin embargo, se vio obligado a pagar extorsiones a los carteles para poder operar. Con el tiempo, su relación con el CJNG lo llevó a adoptar roles criminales: controló carreteras en México y recaudó dinero para sobornar a funcionarios. Además, mencionó que el crudo que cruzaba a EUA era robado a Pemex con la ayuda de funcionarios corruptos de la empresa.
Las interacciones entre CI-1 y los Jensen revelan que existía un vínculo comercial, aunque los abogados de la familia sostienen que ellos no sabían que estaban negociando con el CJNG ni que el crudo era robado. Sin embargo, las pruebas apuntan a lo contrario: el testigo grabó conversaciones y reunió evidencia, incluyendo una reunión en Dallas donde se discutieron precios de crudo.
Poco después de esta reunión, el 23 de abril, las autoridades arrestaron a los Jensen, con acusaciones en su contra serias y que podrían cambiar el curso de sus vidas. La familia enfrenta un futuro incierto mientras las autoridades investigan más a fondo sus lazos con el CJNG y el tráfico de petróleo robado. (Con información de El País).

