El presidente de Estados Unidos presentó un ambicioso plan naval con buques que llevarán su nombre y reiteró que Groenlandia es clave para la seguridad nacional.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la construcción de una nueva flota de acorazados de guerra bautizados como “Clase Trump”, como parte de una estrategia para reforzar la supremacía militar estadounidense. El anuncio se realizó durante una conferencia en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde también revivió su intención de que Washington controle Groenlandia, territorio que calificó como estratégico.
Trump detalló que el proyecto contempla entre 20 y 25 acorazados, los cuales describió como “los más grandes y atemorizantes jamás construidos en la historia del mundo”. Aseguró que los primeros dos buques comenzarán a edificarse en los próximos cinco años, con el objetivo de reactivar los astilleros estadounidenses, generar empleos y fortalecer la Marina. Incluso afirmó que participará personalmente en el diseño por tratarse de una obra “estética”.
En el mismo acto, Trump confirmó el nombramiento de un enviado especial para Groenlandia y sostuvo que ese territorio “es vital para la seguridad nacional”. “Lo necesitamos. Debemos tenerlo”, enfatizó, retomando una propuesta que había quedado en pausa al inicio de su mandato.
Aunque el foco estuvo en los acorazados y Groenlandia, el mandatario también lanzó advertencias sobre Venezuela, al asegurar que Estados Unidos mantiene el mayor despliegue naval de su historia en Sudamérica. Sin mencionar una acción directa contra Nicolás Maduro, advirtió que “si quiere jugar rudo, será la última vez”, mientras su administración continúa interceptando buques petroleros venezolanos y reteniendo su cargamento.
Trump afirmó que estas operaciones han reducido en 92% el tráfico de drogas por vía marítima y adelantó que los ataques contra narcotraficantes podrían extenderse a tierra firme, en cualquier país desde donde provengan estupefacientes. También arremetió contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien calificó como “enemigo de Estados Unidos” y lo acusó de tolerar la producción de cocaína.
Pese a la polémica en torno a documentos vinculados a Jeffrey Epstein, Trump insistió en que su legado debe medirse por sus logros militares y económicos, destacando como emblema de su gobierno los acorazados Clase Trump, diseñados —dijo— para imponer respeto y temor a los adversarios de Washington.
