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  • El Perro Tuitazo: Dresser no puede atentar contra las mañaneras

    El Perro Tuitazo: Dresser no puede atentar contra las mañaneras

    El perro tuitazo de este lunes es de Silvia y explica que Denise Dresser no podrá contra la libertad de expresión, en referencia a que la columnista de Reforma trató, sin éxito, de demandar a AMLO para que éste ya no la mencione en las conferencias matutinas.

  • Dresser trata de demandar a AMLO para que éste ya no la mencione, pero pierde; señalan que Obrador solo expresa sus opiniones

    Dresser trata de demandar a AMLO para que éste ya no la mencione, pero pierde; señalan que Obrador solo expresa sus opiniones

    En horas recientes se ha revelado que la columnista de Reforma, Denise Dresser, presentó una demanda de amparo en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, acusando que las populares “mañaneras” a su punto de vista se han convertido en lo que describe como un “ejercicio cotidiano de degradación”.

    “Yo he sido víctima verbal de ese circo romano en Palacio Nacional, he sido mencionada 87 veces y al buscar una forma de defenderme de un gobierno abusivo y apoyada por el Consejo Nacional de Litigio Estratégico, fue que metí en septiembre una demanda de amparo”, se quejó la también escritora.

    Dresser escribió en su columna titulada “Demandé a AMLO” que con las conferencias matutinas del líder del Ejecutivo federal “quedó atrás la promesa del diálogo circular, la rendición de cuentas y la transparencia en el ejercicio del poder”.

    Denise Dresser

    Para la también escritora, la “gota que derramó el baso” fue cuando el primer mandatario la llamó agente de un gobierno extranjero, en referencia a los rumores de que ella fue informante de la Embajada de Estados Unidos en México

    Demanda de Dresser contra AMLO fracasa

    “Metí el amparo con la esperanza de poder apelar en el Poder Judicial y conseguir que deje de mencionarme, obtener una reparación del daño así como el derecho de réplica“, comentó dresser y explicó que la sentencia que llegó la semana pasada no le favorece, provocándole una “gran desilusión”.

    “La secretaria en funciones dijo que yo no tenía derecho a ampararme porque las mañaneras no constituyen un acto de autoridad y que las mentiras del presidente sobre mi son simples opiniones, un ejemplo de libertad de expresión“, puntualizó la colaboradora del Reforma.

    Ante esta primer sentencia, sus abogados han optado por buscar el recurso de revisión y dijo que lo que busca es obtener una manera legal de pedir protección ante “los abusos de autoridad” y sentar un precedente que deje constancia que hubo personas que dijeron “basta”.

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  • La doctora DD y la Divina Providencia

    La doctora DD y la Divina Providencia

    De niño, como seguramente a la mayoría de ustedes, me divertía mucho jugar a los súper poderes. La parte más entretenida era el preámbulo. Antes de las carreras y los diablazos, la dinámica era más bien verbal: entre la chamaquiza se escogían primero y se discutía después quién se quedaba con qué potestades. La fuerza de Súperman, la capacidad de hacer que los animales le hicieran caso a uno como a Tarzán, volar, el ojo y el brazo biónicos del Hombre Atómico, en fin… Yo casi siempre pedía poder ser invisible. Al paso de los años he ido cambiado de preferencias, y si hoy fuera posible optaría por ser capaz de teletransportarme a voluntad: cerrar los ojos aquí, ahora mismo, en la ahora fría Ciudad de México, y un instante después abrirlos en Tulum, bajo el sol y junto a la playa.

    No dudo que de vez en cuando todos sigamos fantaseando con poder predecir el futuro o poder regresar en el tiempo a enmendar uno que otro entuerto cometido en el pasado… El pensamiento mágico proporciona estabilidad psíquica y sigue siendo un modo de enfrentarse a la realidad entre jóvenes y adultos. Si bien se trata de un tipo de pensamiento primitivo, sigue siendo parte importante de nuestra cosmovisión contemporánea. Por ejemplo, las supersticiones abundan, y no es raro observar a personas responsables y juiciosas portar una pulsera de la buena suerte. El próximo 31 de diciembre un montón de gente se pondrá calzones rojos y no dudo que descubrirse a uno mismo pidiendo la intervención divina para salirse con la suya… 

    Ciertamente, la irracionalidad es tan humana como el pensamiento racional, pero aceptemos la dura realidad: la mayoría de nosotros andamos por la vida sin poderes mágicos: ni usted ni yo podemos levitar ni, desafortunadamente, desaparecer de la realidad concreta a los fulanos y a las fulanas que nos caen mal, tampoco poseemos la capacidad de convertirnos en egregias águilas ni en poderosos lobos…, vamos ni en un astuto cacomixtle. La mayoría no tiene problema en aceptarlo. El problema generalizado está en la intromisión disimulada del pensamiento mágico en las explicaciones racionales de la realidad. Y es peor cuando esto ocurre de manera inconsciente.

    Aquí mismo he hablado ya del pensamiento mágico que, a sus anchas, cunde en los relatos con los que cotidianamente pretendemos comprender lo que sucede (Escasez de corazones humanos): “… vivimos en un mundo en el cual, avalados por el sentido común hegemónico, solemos leer y escuchar disparates disfrazados de juicios razonables; por ejemplo: ‘La Economía requiere que las ventas de automóviles recuperen su crecimiento’.  ¿Se da usted cuenta? El aserto anterior tiene el mismo valor semántico que decir “Huitzilopochtli necesita que sean ofrecidos en sacrificio más corazones humanos”.

    Ayer mismo la doctora Denise Eugenia Dresser Guerra nos regaló una perla de pensamiento mágico con el que, cada día más despistada, la oposición intenta encontrarle la curvatura al círculo. La académica del ITAM tuiteó:

    Ojo. Hoy la ciencia ha encontrado la manera de crear fusión nuclear con láseres, eliminando la necesidad de combustibles fósiles y sin desperdicio radioactivo. La política energética de @lopezobrador_ basada en Pemex/carbón/CFE/Dos Bocas será cada vez más cara y obsoleta.

    Para fundamentar su juicio sumario, la profesora Dresser adjuntó su tweet a un hilo de míster Wendell Pierce, este escrito en inglés. Traduzco:

    RECUERDA ESTE DÍA. AVANCE EN LA FUSIÓN NUCLEAR. Hemos aprovechado el poder para crear fusión nuclear con láseres, eliminando la necesidad de combustibles fósiles y sin residuos radiactivos. Este avance crea energía renovable limpia ilimitada. Elimina la necesidad de aceite.

    Y luego:

    Ahora comienza la batalla. Las compañías petroleras lucharán por mantener sus máquinas de ganancias de mil millones de dólares. Nosotros, como sociedad, tendremos que levantarnos y exigir que aquellos en el gobierno y las empresas cambien fundamentalmente nuestra infraestructura energética 180 grados. El futuro ha llegado. El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore ha aprovechado el poder del sol. Este es uno de los mayores descubrimientos científicos de nuestra era. Ojalá los medios le den la atención que se merece.

    Aparentemente se trata de un mensaje bien fundamentado; digo, lo escribió un señor que habla inglés y trae a cuento un Laboratorio Nacional que al parecer no está en Ecatepec ni mucho menos, ¿no? El problema comienza si uno tiene la curiosidad de averiguar quién es el tal Wendell Pierce, porque resulta que el amigo no es un físico, ni cuántico ni nuclear, ni un ingeniero ni siquiera un periodista especializado en asuntos científicos… No, el señor Wendell Pierce un histrión, un actor estadounidense medio famoso por haber interpretado al detective Bunk Moreland en la serie The Wire. Lo más curioso es que ni el señor Pierce ni la doctora Dresser citan otra fuente. Claro, porque si hubieran investigado un poquitito más habrían descubierto que entre el artificio por primera vez logrado que se anuncia y su uso masivo tendrán que pasar décadas.

    Así las cosas, me atreví a contestarle a la docta politóloga lo siguiente:

    “La ciencia” es una abstracción, y usted lo sabe. Su mensaje, doctora, tiene el mismo valor semántico que encomendarse a la Divina Provincia.

    • @gcastroibarra
  • DENISE DRESSER O LA LUZ CEGADORA DEL ODIO

    DENISE DRESSER O LA LUZ CEGADORA DEL ODIO

    Res o no res ser, Dresser, o no ser

    Érase una vez una doctora que soñó que era Caperucita Roja y que en el bosque de la información la asaltó el Lobo Feroz disfrazado de Andrés Manuel López Obrador, quien tenía muy grandes las orejas, los ojos y la boca, pues con ellos podía oírla, verla y comerla mejor. Cuando Denise Dresser despertó, sudando, descubrió que se había quedado dormida con su abrigo rojo, ese que lució una vez que fue a la Mañanera a defender al indefendible Sergio Aguayo y de paso hacer el ridículo por su desconocimiento de las leyes, si bien esa prenda no pudo llevarla a la marcha del 2 de octubre pasado, de la que fue “invitada” a salir por el camino corto por unos jóvenes que sí sabían a qué se va a las marchas y que conmemoraban dos matanzas: la de Tlatelolco de 1968 y la de Ayotzinapa de 2014. Esa mañana, después de aquel sueño intranquilo, la doctora descubrió, temblando, que nuestro presidente es un dictador. 

    ***

    La doctora en ciencia política por la Universidad de Princeton que imparte clases en el ITAM no le cae nada bien a un amplio sector de la población. Esto se debe a sus constantes y paranoicas críticas al presidente y a que el pueblo la ve como la viva imagen de la gente bien, de clase alta “leida y escribida”, es decir, ese segmento de la población, otrora tan privilegiado, que ahora finge ser progresista y que a toda costa busca el retorno de las prebendas que hizo trizas la 4T. Pero aún quedan bastiones, como Latinus o el periódico Reforma, para seguir arrojando bilis encima de todas las causas que defiende AMLO; aún quedan plataformas, algunas de las cuales seguimos pagando usted y yo con nuestros impuestos.

    Al igual que un montón de comentócratas de rancio abolengo, la doctora Dresser es muestra clara de la ceguera que el odio provoca. Juzgue usted.

    Denise, hace tiempo, ante un reclamo que le hacías al presidente, un periodista te dijo que no formas parte del pueblo, pues este es “una construcción social, una identidad que alude a grupos históricamente excluidos, marginados y agraviados; esa mayoría que la 4T busca reivindicar”. ¿Qué opinas? Nunca le respondiste a Hernán Gómez.

    Lo que yo le reclamaba al presidente es su desdén por las organizaciones de la sociedad civil que él quiere destruir.

    ¿Cómo Sociedad Civil México, esa facción del PAN que integra el nuevo frente Unid@s, o Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad?

    La sociedad civil es variopinta, con agendas aplaudibles y otras no tanto, pero que hacen un contrapeso indispensable.

    ¿Por qué, Denise, conoces mejor el libelo El rey del cash que su propia autora, Elena Chávez?

    ¿Estás insinuando que yo lo escribí?… Soy buena lectora y tengo buena memoria.

    ¿Por qué todo lo que aparece en contra del presidente para ti es cierto?

    No es así. Es tu apreciación.

    Te digo unos ejemplos:

    Cuando en 2020 fuiste a la Mañanera, dabas por hecho que se preparaba un código penal en contra de la libertad de expresión, en el que por ejemplo se castigarían delitos contra la difamación. El presidente y el tiempo se encargaron de desmentirte.

    Se echaron para atrás, gracias a mí.

    Sostuviste que AMLO dio un golpe de Estado cuando dictó un acuerdo para que no se detuvieran las obras emblema del gobierno, como el Tren Maya.

    Al final tuve razón, pues el gobierno ha cedido el poder civil ante el militar. Ha institucionalizado un cogobierno con las fuerzas armadas. 

    Confundiste a Richard Gere con el finado Gerardo Ruiz Esparza. Le pedías a AMLO investigarlo en vez de platicar con él.

    Se parecen.

    A diferencia de lo que opina la gente, aseguras que rubro tras rubro este gobierno ha sido una lamentable traición.

    No me retracto.

    También afirmas que el presidente miente al negar que el ejército espía. ¿Tienes pruebas? Citizen Lab no.

    No tengo pruebas, pero tampoco dudas.

    Confundiste a un actor porno español con un supuesto médico fallecido en plena pandemia por covid-19. Claro, por culpa de Gatell. “¡No, esa no es la inyección, Denisse!”, se burlaban los tuiteros.

    Sin comentarios.

    ***

    La doctora mira la represión de este gobierno, pero en una fotografía de Toronto, Canadá, que sube a Twitter; desacredita lo que se hace en la Ciudad de México por la lucha feminista, y cree que criticando a AMLO va a lograr el cambio; afirma que este es un gobierno represor que atenta contra la libertad de expresión, y le dice al presidente “político de palabrería incesante”, “protagonista del monólogo rumiante”; la doctora oculta lo que en verdad añora: esos tiempos en los que el periodismo mediático era una mercancía, en los que con una llamada podía obtener 50 mil pesos por cada conferencia de media hora: cómo no va a estar enojada con la austeridad republicana; ha estudiado mucho, pero no sabe nada y se acerca cada vez más al sinsentido; dice que no permitirá que este gobierno la vuelva extranjera en su propio país, pero desprecia al pueblo desde arriba; Denise compara a López Obrador con Calderón, aun y cuando nuestro presidente lucha todos los días por detener la guerra que se inventó aquel espurio. No sabe la doctora que cada vez que golpea al presidente no le asesta el golpe a él sino al movimiento que representa, que no es el partido Morena, sino los millones de mexicanos que quizá alguna vez nos chupamos el dedo… pero que ni crea que nos lo vamos a seguir chupando. 

    ***

    Unos cables de Wikileaks revelan que te reunías a puerta cerrada con funcionarios estadounidenses en la embajada de México. Para Gerardo Fernández Noroña eres agente de la CIA. 

    Visita de amigos, trabajo periodístico…

    ¿Cometiste un error al votar por Andrés Manuel?

    AMLO y yo solíamos compartir causas, pero cuando llegó al poder terminó traicionándolas. Se convirtió en mucho de lo que siempre criticó.

    ***

    Doctora, me temo que te pareces cada vez más a Lilly Téllez, a Kenia López Rabadán y a Xóchitl Gálvez. ¡No, doctora, no es un halago lo que te estoy diciendo!

  • La comentocracia al poder

    La comentocracia al poder

    Seamos honestos, este dos de octubre se trató de Denise Dresser, no de la preservación de la memoria histórica, no fue un homenaje al movimiento estudiantil, no. El dos de octubre de 2022 se trató de Denisse Dresser, porque la agenda política del país no la marca el gobierno, mucho menos la gente, la agenda la establece, la marca, la pone sobre la mesa Denisse y el grupo de personas bien habidas, bienaventuradas e iluminadas que la rodean. 

    Grupo que, ni tardo ni perezoso, tuvo la sensibilidad de reconocer en los gritos y consignas que exigían que la doctora Dresser abandonara la plancha del Zócalo y no se apropiara de un movimiento social al que es ajena, un ataque violento, muy superior a los actos vandálicos de las camisas negras del fascismo italiano y de las juventudes hitlerianas. Gritos y consignas que hicieron más daño que los golpes y los palos, que los cuchillos y las armas de fuego. Gritos y consignas proferidos por camisas pardas, como los llamó, no sin una humilde sabiduría Víctor Trujillo, gritos y consignas que no fueron la manifestación propia y legitima de la gente que asume la plaza pública como el único espacio en el que pueden manifestarse, sino que se convierten en agresiones, en muestra de intolerancia frente a la invasión por parte de la esfera privada del espacio público.

    Hordas vociferantes, las llamó el nunca exagerado y siempre fiel a las fuentes Héctor de Mauleón; fanáticos, dijeron las mentes menos creativas de nuestra heroica inteligencia conservadora, que han privatizado el ’68 (interesante categoría histórica propuesta por Carlos Loret, incansable luchador social que mucho tiene que enseñar a los historiadores sobre la apropiación de la historia). 

    Ataque salvaje, vil, artero, completamente injustificado en contra de Denisse, mártir de la democracia mexicana, que tuvo la virtud de evidenciar el elefante que nadie quiere ver: la urgencia de entregar el espacio publico a los intereses privados, la necesidad de definir la agenda publica desde los espacios privados, y de alinear las manifestaciones publicas a través de la lectura que los medios de comunicación y sus esbirros, tienen de la realidad nacional. 

    Lectura que la propia Dresser, quien, a pesar de la conmoción provocada por el ataque sufrido, dejó claramente plasmada en su columna del periódico Reforma, y donde no perdió su acostumbrada clarividencia, arrojando luz sobre lo que debe ser y lo que debemos hacer en el futuro inmediato.

    En primer lugar, Denisse nos deja saber que jamás pensó vivir en un país donde se corriera a alguien por manifestarse en el Zócalo. Por favor, sean cándidos con la señora. Sí, ya sé que estaba en una marcha para mantener viva la memoria y dejar claro que nunca más se permitirá ─no ya que se corra a alguien por manifestarse en una plaza pública─ una masacre de manifestantes pacíficos, pero que se le va a hacer, quizá para ella era un paseo por la Alameda Central. 

    Sin embargo, más allá de eso, más allá del hecho irrefutable, afirmado por la doctora Dresser de vivir en un país donde no se corría a la gente por manifestarse, lo importante es trabajar en conjunto, colectivamente, en nombre del bienestar social, para que sujetos privilegiados como Doña Denise puedan seguir siendo privilegiados, para que puedan seguir disfrutando dentro de su burbuja. 

    Una burbuja en la que su voz sea la voz, donde su derecho a disentir sea el derecho a disentir, donde ella determine como y cuando se debe participar, para posibilitar que la voz de la plaza pública esté perfectamente alineada con la voz de los espacios privados, que el reclamo o el aplauso al gobierno en turno sea el reclamo o el aplauso que los dueños del capital quieren que se haga y no el que la gente crea que puede hacer. En este sentido, Denise lo deja claro, la ciudadanía estaría reconociendo que es gracias a las voces que se hacen escuchar en el Canal de las Estrellas y otros medios afines, que la ciudadanía tiene los derechos que tiene, que es gracias al activismo comentocratico que se han conseguido esas conquistas históricas como el aborto legal y seguro. No, no es la lucha feminista la que lo materializo, no, no son los movimientos sociales quienes lo han conseguido, es el activismo de la Dra. Dresser. 

    Entrados en gastos, no podemos dejar de mencionar, como no lo hace Doña Denisse en su columna, que el país no le pertenece ni a AMLO, ni a la CuatroTe, ni al PAN, ni al PRI, ni al Ejército, ni a la ciudadanía que la corrió del Zócalo, el país le pertenece a las mentes iluminadas que ─a falta de un consejo de sabios─ guían el camino de la sociedad con sus comentarios diarios en medios privados. El país y nosotros mismos nos debemos a ellos, no quisiera imaginar la oscuridad en la que nos encontraríamos si su sabiduría dejara de alumbrarnos. Es por eso que, el próximo año, cuando el dos de octubre vuelva a alcanzarnos, debemos salir a las calles, formados detrás de la Dra. Dresser y la comentocracia privilegiada y seguir sus pasos para construir un activismo de crepé esponjado.

    • Carlos Bortoni es escritor. Su última novela es Dar las gracias no es suficiente.
  • El Perro Tuitazo: Dresser se refugia en el Reforma

    El Perro Tuitazo: Dresser se refugia en el Reforma

    EL perro tuitazo de este comienzo de semana es de Fredo El Abulón, en donde describe como es que tras ser echada de la movilización por el 2 de octubre, Denise Dresser, acudió a su lugar privilegiadamente seguro, el Reforma, para asegurar que fue blanco de violencia y represión.

    La tarde del domingo, Dresser fue retirada de la mencionada movilización al ser acusada de lucrar con los movimientos de los estudiantes, por lo que entre gritos abandonó la movilización, para posteriormente hacerse la víctima en redes sociales y sus espacios editoriales.

  • Corren a Denise Dresser en la marcha del 2 de octubre

    Corren a Denise Dresser en la marcha del 2 de octubre

    “Te vienes a burlar de nuestra lucha”: Entre empujón y abucheos, corrieron a la politóloga Denise Dresser de la marcha del 2 de octubre, quien habría acudido para manifestarse  en contra de la militarización del país.

    Fue durante la marcha de este 2 de octubre de 2022, para conmemorar los 54 años de la masacre de estudiantes en 1968, que un grupo de manifestantes encaró a la académica Denis Dresser, quien acudió a dicha movilización y fue una de las personas que sostuvo una enorme manta en contra de la militarización del país.

    Legitimaste el viejo régimen represor durante décadas y ahora vienes a colgarte de una lucha legítima en la que estudiante luchamos (…) Se te olvidan los muertos. Eres una oportunista, eso es lo que tú eres”, gritaron.

    A través de redes sociales comenzaron a circular diversos videos en donde se observa a la académica en medio de la gente, mientras es blanco de gritos. Entre consignas como “fuera, fuera” y “fuera Dresser”, tuvo que salir de la plaza, mientras era protegida por un presunto grupo de madres con hijos desaparecidos, quienes se abrazaron para resistir la embestida de los manifestantes.

    Finalmente, Denise Dresser terminó escapando en un bicitaxi tras ser corrida del Zócalo.

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  • Guardia Nacional recomienda cuidar información personal en RR.SS. y Denise Dresser acusa que comenzó la “militarización”

    Guardia Nacional recomienda cuidar información personal en RR.SS. y Denise Dresser acusa que comenzó la “militarización”

    En días pasados, tanto la Cámara de Diputados, como el Senado de la República, aprobaron en lo general y particular, diversas reformas a artículos secundarios de la Constitución, para que la Guardia Nacional (GN), sea controlada y operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

    Dicha reforma, propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, generó revuelo entre la oposición, quienes aseguran que ahora viene una “militarización” de México, que busca silenciar a la derecha, olvidando que desde los sexenios pasados, las Fuerzas Armadas, estaban en las calles.

    Del mismo modo, muestran que son selectivos con sus discursos de “persecución”, ya que en esta administración se ha permitido la libertad de expresión, llegando a punto donde se ha permitido que se mofen del Ejecutivo e incluso lo ofendan, cuestiones que con las administraciones pasadas era inadmisible.

    Tal es la molestia de los conservadores, que un post de la cuenta oficial en Twitter de la Guardia Nacional, ha tratado de ser tergiversado, acusando que comenzó la llamada “militarización”, aun cuando la publicación simplemente recomienda a usuarios de redes sociales, tener cuidado y no compartir información personal en la web, para no vulnerar a los demás.

    El comunicado de la GN claramente no fue del agrado de Denise Dresser, que de inmediato trató de generar revuelo, acusando que la institución amenazó la libertad de expresión con un pronunciamiento que “no le corresponde”, asegurando además que es parte de la “militarización”.

    Ciudadanos mejor informados que Dresser no tardaron en corregirla, explicando que desde su creación, la Guardia Nacional está capacitada para atender delitos cibernéticos y las denuncias pueden realizarse vía Twitter, correo electrónico o vía telefónica las 24 horas del día.

    Otros usuarios de la red social se han tomado la paciencia de explicarle a la opositora qué tanta libertad de expresión hay, que ella puede publicar sus desconcertantes tuits en total libertad y le señalan que el INE es quien sí ha ejercido censura, sancionando a ciudadanos y periodistas, sucesos de los cuales no se ha pronunciado.

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  • “Tu agenda política te nubla la vista”; Citlalli Hernández desmiente a la escritora Denise Dresser

    “Tu agenda política te nubla la vista”; Citlalli Hernández desmiente a la escritora Denise Dresser

    En medio del debate sobre la incorporación de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), Citlalli Hernández, Secretaria General de Morena y Denise Dresser, protagonizaron una disputa en la cual Hernández Mora terminó desmintiendo a la escritora.

    Después de que la Cámara de Diputados aprobara las reformas a la GN impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el proyecto pasó a manos de las y los senadores para su revisión. Fue en las instalaciones de la Cámara Alta donde activistas y organizaciones sociales abordaron a la senadora de Morena para externarle su preocupación respecto a la ”militarización”.

    Frente a la prepotencia de Denise Dresser, la morenista de manera decente le pidió no gritar, pues ante la altanería, no se lograba entender las solicitudes.

    No grites Denisse… Lo leo y con mucho gusto les contesto como a toda la gente”, se expresó correctamente Citlalli Hernández.

    Posteriormente, en un intercambio de tuits y menciones entre ambas personalidades, Dresser criticó la actitud de la legisladora del partido Morena, la cual consideró como excluyente.

    Ante esto, la legisladora de la 4T dijo que ella hace política “para el pueblo, no para las élites” y volvió a señalar el encuentro suscitado en el Senado de la República horas antes.

    Cuando dialoguen y no griten, podemos hablar sin problema, pero mi posición a favor de la transformación es inamovible”, expresó

    Cerca de las 8:00 de la mañana del mismo miércoles, 7 de septiembre, Denise Dresser compartió la imagen, en lugar de citar directamente una publicación anterior, de un presunto tuit antiguo de la legisladora.

    A manera de cierre para la confrontación virtual, Citlali Hernández evidenció la falsedad de la captura y lamentó las actitudes de la académica.

    Ay Denise, además de gritar y no dialogar, difundes información falsa. Lo dicho: tu agenda política te nubla la vista, sentenció Citlali Hernández 

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  • La patógena incredulidad

    La patógena incredulidad

    Machacona, monotemática y predecible, como cualquier persona que sufre una obsesión, Denise Dresser tuiteó el lunes: “¿Usted le cree a López Obrador? Yo no”. La declaración iba acompañada de un video de poco menos de un minuto y medio de duración, un extracto de la mañanera en el cual el presidente, en respuesta a una reportera, desmiente la volada de que la captura del señor Rafael Caro Quintero había ocurrido gracias a la intervención del gobierno de Estados Unidos, particularmente de la DEA. A botepronto, respondí al cuestionamiento que lanzó la señora Dresser: “Usted no, sistemáticamente. Y así se ha equivocado, doctora, sistemáticamente.”

    Por supuesto, Denise Dresser, como cualquiera, tiene todo el derecho del mundo de creer en lo que le venga en gana, y consecuentemente también tiene todo el derecho del mundo de no creer en lo que le venga en gana. En el modelo de civilización en el que vivimos ese derecho se considera fundamental e irrenunciable. La Declaración Universal de los Derechos Humanos promulgada por la ONU señala desde su Preámbulo, que los seres humanos deben disfrutar “de la libertad de creencias”, y luego lo prescribe detalladamente en su artículo 18. No sólo, además el documento establece que dicha libertad, junto con otros muchos derechos universales, tiene que ser protegida por un régimen de Derecho. 

    Así ocurre en México, en donde esa libertad está amparada explícitamente; el artículo 24 constitucional así lo establece: “Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado”. Así que, en efecto, tal y como la mayoría de la gente en este país —89% de la población de 3 años y más, de acuerdo con los resultados censales de 2020— tiene derecho a creer que hace 2022 años nació en medio oriente el hijo de Dios que al mismo tiempo es una de las tres personas de Dios, la académica del ITAM tiene todo derecho de no creerle ni media palabra a Andrés Manuel López Obrador. 

    En este caso, no importa que las autoridades norteamericanas ya hubieran confirmado lo expresado por el presidente —el embajador Ken Salazar declaró “la aprehensión del narcotraficante Rafael Caro Quintero fue realizada exclusivamente por el gobierno mexicano”—. Como ocurre con cualquier creencia, ni las evidencias factuales ni ninguna de las herramientas que pueda aportar el pensamiento crítico pueden desmontarla.

    Supongamos que la señora Dresser genuinamente no crea en lo que afirma el presidente, supongamos que no esté mintiendo —es decir, que en realidad no es que ella no crea en lo que dice AMLO, sino que sencillamente se esté sumando al nado sincronizado con el que la oposición propaga un bulo más para tratar de afectar intencionalmente la credibilidad del mandatario—. Si es así, pase lo que pase, ella podrá seguir creyendo que el presidente miente o lo que quiera, cualquier cosa por más desatinada que pueda parecer: Credo quia absurdum, creo porque es absurdo, reza la paráfrasis de la famosa sentencia que se atribuye al apologeta cartaginés Quinto Septimio Florente Tertuliano (s. II a. C.).

    Cuando estaba por concluir la primera fase de vacunación contra la covid-19, me permití hablar con un compañero de trabajo, pongámosle Augusto, que se negaba rotundamente a someterse a la inoculación. De entrada, le dije que yo partía del hecho de que él tenía el derecho de hacer o no hacer lo que le pareciera mejor…

    — Pero, dime Augusto, ¿por qué no quieres vacunarte?

    — Es que, la verdad, doctor, yo no creo en las vacunas –me contestó.

    Como ocurre con cualquier fe, hubiera sido ridículo y sobre todo inútil brindarle razones para intentar convencerlo de que modificara su (no) creencia, así que intenté solamente incidir en su conducta:

    — Pues no importa, Augusto, porque no es necesario que creas en las vacunas para que vayas a vacunarte. Nadie te pide un acto de fe.

    Claro, el argumento fue tan irrebatible como infructuoso. ¿Por qué? Porque mi compañero no sólo no creía en el poder inmunológico de las vacunas, sino que en cambio creía en otra cosa:

    — No, pero es que cómo sé que no me van a inyectar otra cosa.

    — ¿Crees que las vacunas traen otra cosa, algo perjudicial?

    — Sí, la verdad eso creo, doctor.

    Ya ni siquiera quise averiguar si creía que le iban a inyectar otro virus o veneno o un microchip… Pasa lo mismo con la incredulidad de la señora Dresser: el problema no está en que la gente crea o no crea en algo, el lío es que, cuando dichas creencias o incredulidades se relacionan con asuntos públicos, inciden directamente en la firmeza del entramado social. En el caso de la vacunación ese entramado social tiene una expresión humana muy concreta: Hoy día 7 de cada 10 fallecidos a causa de la covid-19 son personas que no se vacunaron. En el caso de la sistemática incredulidad de la oposición, lo que se pretende corroer es nada menos que el consenso social. En ambos casos la incredulidad realmente nos afecta a todos, es patógena.