En una entrevista de Diana Lastiri para Proceso la magistrada Guerrero estableció un plan para transformar el Tribunal Superior de Justicia, abogando por los derechos de los trabajadores y la justicia accesible.
La magistrada Rosalba Guerrero Rodríguez se postula para ser la primera mujer presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. En este periodo de renovación, Guerrero enfrenta a Rafael Guerra Álvarez, quien ha ocupado el cargo durante seis años y busca la reelección.
Guerrero ha manifestado su desacuerdo con la gestión actual, especialmente con la decisión de extinguir juzgados, medida que ha generado enojos entre los trabajadores del Tribunal. Según ella, este acto ha complicado el trabajo de los juzgadores y ha afectado a quienes buscan justicia. “La extinción de juzgados fue un error”, afirmó con claridad.
La magistrada también ha sido franca sobre su postura respecto a la reelección. Desde el inicio de su campaña, ha dejado claro que, si es electa, no buscará un segundo mandato. Su compromiso es abrir paso a un verdadero cambio en el Tribunal, priorizando la justicia y el bienestar de los trabajadores.
Guerrero ha resaltado que la Constitución de la Ciudad de México prohíbe la reelección en este cargo. “Aunque la ley local actual lo permita, el respeto a la Constitución debe prevalecer”, enfatizó.
Durante su gestión, Guerrero planea mejorar las condiciones laborales dentro del Tribunal. Reconoce que el Tribunal ha enfrentado desafíos, incluido un paro laboral prolongado debido a la frustración de los trabajadores, quienes han luchado por mejores salarios y condiciones de trabajo. La magistrada promete comunicar con claridad las necesidades del personal y abogar por sus derechos fundamentales.
En su visión, la implementación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares no debe resultar en el desmantelamiento de los juzgados. Al contrario, deben crearse nuevas instancias que respondan a la creciente demanda de justicia, especialmente en materia familiar y civil.
Además, Guerrero propone establecer un Observatorio Ciudadano que supervise el desempeño de los juzgadores. Esta medida busca asegurar que quienes ocupen nuevos cargos lo hagan con la preparación adecuada y estén dispuestos a servir a la comunidad con responsabilidad.
Rosalba Guerrero cuenta con el respaldo de grupos de trabajadores cansados de la situación actual. La magistrada entiende que la clave para el éxito radica en trabajar en conjunto con todos los sectores, incluyendo el sindicato. “No se trata de negociar, sino de garantizar los derechos de los trabajadores”, aclaró.
Con un enfoque humano y accesible, Guerrero promete escuchar a los ciudadanos y trabajar incansablemente por una justicia más equitativa. Su candidatura representa una oportunidad para un cambio significativo en el Poder Judicial de la Ciudad de México. La elección se aproxima, y con ella, la posibilidad de un futuro más justo y representativo para todos. (Con información para Proceso).



