China arremetió contra Estados Unidos en la ONU por su política de doble rasero en torno a las relaciones comerciales con Rusia, luego de que Washington señalara nuevamente a Pekín por mantener vínculos económicos con Moscú.
De acuerdo con información de Reuters, durante la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el representante permanente adjunto de China, Geng Shuang, denunció que EE.UU. exige sanciones a otros países mientras continúa haciendo negocios con Rusia.
“¿Algunos pueden incendiar casas y otros ni siquiera encender una lámpara?”, cuestionó el diplomático chino, en respuesta a las acusaciones de su homólogo estadounidense.
Geng defendió la postura neutral de China en el conflicto en Ucrania, subrayando que su país no ha suministrado armas ni ha violado sanciones, y que incluso regula estrictamente la exportación de artículos de doble uso, como los drones.
Además, recordó que las sanciones actuales no fueron impuestas por el Consejo de Seguridad, por lo que las relaciones comerciales con Moscú no infringen el derecho internacional.
China también acusó a Estados Unidos de utilizar narrativas calumniosas y presiones políticas para desacreditar su papel en la crisis ucraniana. “Instamos a EE.UU. a dejar el juego de acusaciones vacías y asumir un papel constructivo para lograr la paz”, sentenció Geng.
Estados Unidos y China han decidido extender su tregua comercial. Esta tregua, que estaba por expirar el 12 de agosto, fue anunciada por el viceministro de Comercio chino, Li Chenggang.
Las negociaciones entre ambas potencias han sido extensas y constructivas. Aunque no se especificó la duración de la nueva tregua, se estima que podría ser de 90 días.
Las conversaciones siguieron a encuentros previos en Ginebra y Londres. Durante estas rondas, Estados Unidos acordó reducir sus aranceles a 30%, mientras que China los bajó a 10%.
Además, Beijing desbloqueó la exportación de tierras raras. Washington, por su parte, eliminó algunas restricciones comerciales que afectaban a China.
Un alto funcionario chino reafirmó su compromiso con un entorno de mercado justo para empresas estadounidenses. Esta reunión incluyó a ejecutivos de grandes compañías como Apple y FedEx.
Las próximas conversaciones abordarán temas clave como los controles de exportación y las compras chinas de petróleo sancionado. La tregua busca evitar una escalada en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
La relación comercial entre Rusia y China ha crecido un 126% entre 2018 y 2024, alcanzando los 244 mil millones de dólares, tras el rechazo de Europa que busca asfixiar a Moscú mediante sanciones y bloqueos, de acuerdo con información de MPR21.
Para consolidar este comercio, Rusia planea construir 2 mil km de vías férreas que conecten Xinjiang, China, con el puerto ártico de Sabetta, reforzando su red ferroviaria desigual, especialmente en el Lejano Oriente.
Además, apuesta por el transporte fluvial, con una inversión de más de 6 mil millones de dólares en 1,600 buques comerciales hasta 2036, y el desarrollo de centros logísticos multimodales en ciudades clave como Novosibirsk y Omsk.
Estas estrategias buscan no solo eludir sanciones occidentales, sino también aprovechar el deshielo ártico, que abre rutas comerciales más cortas y acceso a recursos petroleros valuados en 160 mil millones de barriles.
El gasoducto Energía de Siberia 2 se ha convertido en una prioridad para Rusia, que planea conectar Yamal con China mediante un ducto de 1,600 km con capacidad de 50 mil millones de metros cúbicos anuales y una inversión estimada entre 10 mil y 13 mil 600 millones de dólares.
Esta infraestructura energética cobra mayor importancia ante la inestabilidad en Oriente Medio y la posible interrupción del suministro a China, que depende en un 90% del petróleo iraní para su demanda diaria.
Tras dos días de negociaciones intensas, China y Estados Unidos acordaron extender la suspensión de los aranceles mutuos, en un intento por mantener abierta la vía del diálogo y evitar una nueva escalada en la guerra comercial.
Aunque no se ha precisado la nueva fecha límite de esta tregua, ambas potencias económicas coincidieron en que seguirán presionando para mantener la pausa arancelaria, según confirmó Li Chenggang, viceministro de Comercio de China.
Actualmente, Washington impone un arancel del 30% a productos chinos —muy por debajo del 145% que alcanzó en su punto más álgido—, mientras que Pekín responde con un 10%, tras haber llegado al 120% en los momentos más tensos del conflicto.
La tercera ronda de negociaciones fue encabezada por el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. A pesar de no firmar aún un acuerdo comercial marco, como ya hizo la Unión Europea con China, la prolongación de la tregua por al menos otros tres meses representa un avance en el deshielo económico entre ambas naciones.
Durante esta extensión, ambas partes se comprometen a no imponer nuevos aranceles ni intensificar el conflicto por otras vías.
La American Society of Mexico estimó que sólo el 15% del comercio entre México y Estados Unidos podría enfrentar aranceles de hasta 30%, ya que está fuera de los lineamientos del T-MEC. El resto del intercambio —la gran mayoría— seguirá libre de aranceles gracias al tratado.
Durante la presentación del informe de su misión en Washington, Larry Rubin, presidente del organismo, destacó que todo lo negociado dentro del T-MEC quedará blindado de tarifas, incluso con el posible regreso de Donald Trump al poder. “Todo lo que sea parte del T-MEC está protegido. Lo que queda fuera se seguirá negociando”, afirmó Rubin.
Aunque existen tensiones comerciales en sectores como acero, aluminio y jitomate, México cuenta con una ventaja competitiva clave: su fuerte integración en las cadenas de valor industriales con Estados Unidos.
De cara a la revisión técnica del T-MEC en 2026, Rubin consideró que Trump buscará renegociar algunos términos, pero aclaró que ya no se discuten acuerdos bilaterales, sino regionalismo comercial, lo que da fortaleza a la posición mexicana.
Además, alertó sobre la posible fusión de agendas entre comercio y seguridad, ya que el gobierno estadounidense ha vinculado ambos temas en sus decisiones recientes.
Por último, advirtió sobre el acercamiento de México a los BRICS, particularmente con Rusia y China, a quienes calificó como “antagonistas geopolíticos” de Estados Unidos, recomendando mantener distancia para proteger la relación comercial con el país vecino.
Estados Unidos y China retomarán este lunes en Estocolmo las negociaciones para extender la tregua arancelaria que ambos países acordaron en junio, con plazo hasta el 12 de agosto para concretar un acuerdo duradero.
La tregua busca evitar una nueva escalada en la guerra comercial que podría disparar aranceles por encima del 100%, afectando las cadenas globales de suministro.
Las conversaciones estarán encabezadas por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng. Llegan justo después del histórico acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, que incluye un arancel del 15% y compras millonarias de energía y equipo militar.
Sin embargo, analistas no prevén un acuerdo igual de ambicioso entre Washington y Pekín, pero sí una probable prórroga de 90 días que mantendría la calma hasta una posible reunión entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping a finales de año.
Mientras, la administración Trump considera imponer nuevos aranceles en sectores clave como semiconductores y productos farmacéuticos, elevando la tensión comercial.
“Estamos muy cerca de un acuerdo con China… más o menos hemos llegado a un acuerdo, pero ya veremos cómo va”, dijo Trump.
La llamada entre Claudia Sheinbaum y el presidente brasileño Lula da Silva se centró en la visita del vicepresidente de Brasil, Gerardo Alckmin, a la CDMX a finales de agosto. Fuentes diplomáticas revelaron que Lula también mostró interés en que México se incorpore como socio pleno a los BRICS.
Aunque la entrada de México a este grupo liderado por China parece lejana, el tema genera interés en círculos políticos. La tensión con el gobierno de Donald Trump agrava la situación. Esta sensación se intensificó tras la participación del canciller Juan Ramón de la Fuente en la última cumbre de los BRICS en Río de Janeiro.
Diversos sectores del morenismo consideran que China se ha vuelto un socio más confiable que Estados Unidos. Esta idea se discutió en una reunión con políticos del Partido Demócrata de origen mexicano, donde participó el exvocero Jesús Ramírez.
Ramírez sostiene que México debería distanciarse de Estados Unidos y fortalecer su mercado interno. También propone abrirse más al comercio con los países de los BRICS. Este enfoque no busca romper vínculos con Washington, sino diversificar el comercio.
El nuevo embajador chino en México, Chen Daojiang, promueve esta relación. Presenta a China como una superpotencia emergente y observa las dificultades de Sheinbaum con la Casa Blanca.
La demora en la reunión entre Sheinbaum y Trump se presenta como una oportunidad. Desde la cancelación del encuentro en el último G7 de Canadá, no se ha programado otra reunión. En Palacio Nacional, se dice que Sheinbaum prefiere comunicarse por teléfono por ahora.
acercamiento de México a los BRICS. Desde allí, se advierte que el grupo tiene tintes políticos pero carece de ventajas económicas.
Marco Rubio también ha seguido de cerca las tensiones entre China, India y Rusia en la última cumbre. Además, el proteccionismo en los BRICS es notable, con un arancel intrabloque promedio del 8% y más de 200 medidas antidumping entre los países miembros. Brasil, con sus propios gravámenes, es un claro ejemplo de esta situación.
El Departamento de Justicia creará una nueva unidad especializada en delitos comerciales para procesar penalmente a empresas e individuos que intenten evitar el pago de tarifas mediante prácticas fraudulentas.
Según un reporte de Bloomberg, los fiscales federales están sentando las bases para presentar cargos penales, dejando atrás la política de sanciones civiles o acuerdos económicos. Ahora, los casos graves podrán terminar en prisión.
Las autoridades buscan frenar estrategias como falsificar el país de origen de productos, clasificar erróneamente mercancías para pagar menos impuestos y subvaluar las importaciones para reducir los aranceles.
“Cuando los importadores hacen trampa, están evitando el costo real de llevar mercancías a Estados Unidos”, explicó Matthew Galeotti, director de la división penal del Departamento de Justicia.
La ofensiva legal se enmarca en la política comercial de Donald Trump, quien desde su retorno a la Casa Blanca impuso un arancel universal de 10% y aplicó gravámenes más altos al acero, aluminio y autos, afectando a decenas de países. A partir del 1 de agosto, varias naciones enfrentarán alzas exponenciales.
Además, Trump anunció que Estados Unidos está por cerrar un nuevo acuerdo comercial con China y evalúa reducir aranceles a la Unión Europea si el bloque abre su mercado a empresas estadounidenses. Con esta nueva unidad, el mensaje es claro: Estados Unidos no solo cobrará más; ahora castigará penalmente a quien intente evadir.
En junio, China exportó 353 toneladas métricas de imanes de tierras raras a Estados Unidos. Este volumen es más de siete veces mayor que el de mayo, según CNBC. A pesar de este aumento, la cifra sigue siendo casi la mitad de lo registrado el año pasado.
Estados Unidos se posicionó como el segundo mayor importador de estos componentes, después de Alemania. A nivel global, China exportó 3.188 toneladas métricas de imanes de tierras raras, un aumento del 158% respecto a mayo. Sin embargo, esta cifra representa una caída del 38% en comparación con el año anterior.
El incremento en las exportaciones se produce tras un acuerdo comercial parcial entre las dos economías más grandes del mundo. Este acuerdo flexibilizó las restricciones a las exportaciones chinas y redujo ciertos controles estadounidenses sobre la tecnología.
Nvidia, gigante de semiconductores, anunció la reanudación de ventas de chips de inteligencia artificial a China. Esto sigue a la eliminación de licencias obligatorias por parte de Washington.
En abril, Pekín impuso restricciones a la exportación de imanes usados en tecnologías críticas. Estas medidas exigieron licencias especiales para las empresas, como respuesta a los aranceles estadounidenses sobre productos chinos.
China sigue dominando el mercado de tierras raras, produciendo más del 90% de los imanes permanentes del mundo. Estados Unidos busca reducir su dependencia de estas importaciones.
Recientemente, Apple y la minera MP Materials anunciaron una inversión de 500 millones de dólares en una planta de reciclaje de imanes de tierras raras. Esta iniciativa busca fortalecer la cadena de suministro estadounidense para mitigar el monopolio tecnológico.
China reforzará la lucha contra el contrabando y la exportación ilegal de minerales estratégicos, clave para su seguridad nacional y desarrollo tecnológico, informó este sábado el Ministerio de Comercio.
La medida se da tras denuncias del Ministerio de Seguridad del Estado sobre intentos de espionaje extranjero para robar tierras raras, fundamentales en sectores como la fabricación de chips, energía y defensa.
El gobierno chino señaló que el contrabando, impulsado por delincuentes y complicidad entre actores nacionales y extranjeros, utiliza métodos cada vez más sofisticados, como declaraciones falsas y transbordos a terceros países.
Con un enfoque de “tolerancia cero”, Pekín aplicará mano dura para frenar la salida ilegal de minerales estratégicos y tecnologías asociadas, reforzando controles en toda la cadena de suministro.
En 2023, China ya había impuesto restricciones a la exportación de estos materiales, incluyendo galio, germanio, antimonio, wolframio y tierras raras, pilares en su estrategia de seguridad y desarrollo industrial.