Autoridades italianas abrieron una investigación que revela presuntas expediciones de millonarios para disparar contra civiles en Sarajevo durante el asedio de la década de 1990. Las denuncias apuntan a empresarios y aficionados a las armas que habrían pagado miles de dólares para participar en actos atroces facilitados por milicias serbio-bosnias.
La fiscalía italiana abrió un expediente que destapó una parte oscura y hasta ahora oculta de la guerra de Bosnia: los llamados “safaris humanos”, en los que ciudadanos ricos —principalmente italianos— habrían viajado a Sarajevo para disparar contra civiles durante el asedio que dejó más de 11 mil muertos entre 1992 y 1996. La denuncia, presentada por el periodista Ezio Gavazzeni y un equipo de abogados, apunta a grupos de empresarios y aficionados a las armas que conviertieron un escenario de devastación en un campo recreativo de violencia extrema.
De acuerdo con los testimonios reunidos, los participantes se reunían cada viernes en Trieste para abordar vuelos de la aerolínea Aviogenex hacia las colinas que rodeaban Sarajevo. Allí, pagaban hasta 116 mil dólares a milicias leales al entonces líder serbio-bosnio Radovan Karadzic —condenado posteriormente por genocidio— para obtener acceso a zonas desde donde podían disparar contra la población local. Gavazzeni entregó a la fiscalía una lista de precios que los visitantes recibían, donde los asesinatos de niños eran los más “caros”, mientras que los de ancianos se ofrecían sin costo.
La investigación también incluye el relato de Edin Subasic, oficial bosnio de inteligencia, quien afirmó que él y colegas informaron al servicio militar italiano sobre estos vuelos en 1994. La información sugiere que las autoridades italianas tuvieron conocimiento temprano de la práctica y que, tras ser notificadas, habrían intervenido para detener los viajes meses después. No obstante, quedan amplias dudas sobre el grado de tolerancia institucional y el alcance total de la red involucrada.
Por ahora, cinco sospechosos fueron identificados, pero las autoridades esperan localizar a más participantes. El caso reabre heridas del conflicto balcánico y exhibe una trama de impunidad, dinero e intereses opacos que, tres décadas después, aún persigue a Europa. La investigación podría derivar en cargos por asesinato agravado y en nuevas revelaciones sobre uno de los capítulos más atroces y menos conocidos de la guerra.
Con información de La Jornada.

