La nueva manera de construir infraestructura en México se apuntala sobre tres pilares importantísimos que son la autosuficiencia de combustibles, el comercio con base en la logística internacional y el incremento a la derrama económica del turismo. O lo que es lo mismo: 1) Refinería Olmeca 2) Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec 3) Tren Maya. Este nuevo trato dirigido a la inversión pública, impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, impactará favorablemente a las capas más vulnerables de la población, reacomodará las economías regionales en la parte históricamente más olvidada del país y saldará las deudas de desempleo y quiebras financieras que el neoliberalismo por más de 30 años nos ocasionó.
La economía moral de nuestro presidente es clara: “El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda construir su felicidad; el crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población. Y preciso aún más: el bienestar material y el bienestar del alma”. Con López Obrador bastará un sexenio para que estas palabras se conviertan en hechos. A continuación les comparto los detalles.
La Refinería Olmeca tiene como líder del proyecto a la secretaria de Energía, Rocío Nahle. Como funcionaria pública responsable y diligente, logró mantenerse enfocada en el desarrollo del proyecto. No sucumbió al canto de las sirenas electorales y se mantuvo al margen de la politiquería. Es verdad que se presentó en actos públicos masivos con tintes “campañeros” pero siempre en días y horarios no laborales. Logró el objetivo general de sacar la chamba sin dejarse seducir por la grilla. Y los números están de su lado. Se generaron más de 20 mil empleos en promedio para la región comprendida entre Coatzacoalcos, Teapa y Villahermosa. Con la ventaja de mantener continuamente abiertas bolsas de trabajos y no tercerizar los pagos a los empleados contratados. Se inauguró en el tiempo prometido y la producción estimada de combustible rondará los volúmenes de 170 mil barriles de gasolina y 120 mil barriles de diésel diarios; y se distribuirán vía marítima a los puertos de Tuxpan, Veracruz, Pajaritos y Progreso. Nada más resta decirle a Nahle: ¡Misión Cumplida! Ahora sí, que el 2024 la reciba con los brazos abiertos y si la legislación lo permite, Veracruz pudiera ser es el destino ideal para anclar.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec será un parteaguas en la manera de promover el comercio internacional en México. La prospectiva de desarrollo económico que la conectividad logística intermodal impulsará con la unión de los océanos Pacífico y Atlántico haciendo escala en el Golfo de México no tendrá comparación en la zona de Latinoamérica. Algunos hacen referencia a que este proyecto es similar al uso del Canal de Panamá, sin embargo el alcance que potencia el Corredor Interoceánico está muy por encima de lo que significa la vía panameña. Con este magno desarrollo se “rehabilitará la red carretera y de caminos rurales, fortalecerá la red de conectividad digital, así como la red y logística aeroportuaria; dotará de servicios básicos a la población y contribuirá a fortalecer la infraestructura urbana, vivienda y educación”.
Un plan integral de crecimiento económico liderado por Rafael Marín Mollinedo en el plano nacional y en lo regional por el Almirante Miguel Ángel Sierra Carrasco, Director de ASIPONA COATZACOALCOS. La bondad máxima del proyecto transístmico es que permitirá el flujo de carga comercial interocéanica disminuyendo los tiempos de traslado con el apoyo de transporte terrestre y ferroviario, pero además, dotará de un número importante de parques industriales a lo largo de la carretera principal que contribuirá a la manufactura en sitio. Esto se traducirá en menores costos de operación para transporte y mejor control de mercancías. El Director Sierra Carrasco está muy enfocado en activar las rutas comerciales del Puerto de Coatzacoalcos para dar ese salto que abra la puerta a mercancías de todo tipo y no sólo de aquellas relacionadas a la industria petrolera como se ha manejado históricamente en la región. Esta zona del sureste mexicano contiene los elementos más importantes para crear un nuevo nicho de desarrollo económico integral. Si se explotan adecuadamente todos estos elementos no habrá limíte en los beneficios que se generarán.
El Tren Maya “logrará consolidar el desarrollo regional del sureste, a partir de proyectos de infraestructura de alto impacto. Impulsará la inversión y financiamiento de proyectos locales. Priorizará las economías de aglomeración, ordenará el desarrollo del turismo y asegurará la inclusión de las comunidades”. Sin duda, la apuesta segura para consolidar la economía de la zona en términos de apoyo al sector turístico es este proyecto. Otros países están invirtiendo mucho dinero en el fortalecimiento de esta industria, principalmente los árabes, la diferencia con México es que contamos con áreas naturales por aprovechar de mejor manera.
Una ventaja que apalanca la construcción del tren es la ampliación del espectro de derrama económica desde la zona de la Rivera hacia el resto de las entidades que confirman la Península: Yucatán, Campeche y en cierta medida por influencia regional, Chiapas. El Tren Maya ha sido ampliamente mediático. Polémico en todo sentido. Los tramos de construcción están constantemente en el ojo del huracán, amparos para detener las obras van y vienen. El escenario principal se encuentra en la zona del Caribe mexicano. Sin embargo, lo que sucede tras bambalinas de esta gran obra es importantísimo para que el funcionamiento de la maquinaria permita cumplir con la entrega en tiempo y forma de este ferrocarril de alta velocidad. Y para ser más preciso, lo que sucede en Veracruz no debe quedarse sólo en Veracruz.
El principal elemento de construcción para esta magna obra es el balasto. Este material pétreo contiene elementos del fierro. Tiene la dureza necesaria para ser la base de los durmientes y los rieles por dónde hará su recorrido el tren. No se encuentran yacimientos en la Península de Yucatán pero sí en Veracruz. Es desde esta entidad donde se extrae de bancos en la zona de Los Tuxtlas y la región de Actopan, cerca de Cardel. Se tritura con molinos no comerciales y se transporta en tractocamiones para posteriormente llenar barcos que zarpan del Puerto de Veracruz hacia el Puerto de Progreso, cercano a Mérida. Toda esta coordinación de esfuerzos está liderado por el ingeniero Leonel Noya Revuelta, empresario transportista y constructor, orgullosamente veracruzano. Él lidera GRUPO VERACRUZ, así con toda esa fuerza, que el nombre representa.
Este Grupo se encarga de toda la logística para suministrar el balasto. El reto no es sencillo y mucho menos cuando se han enfrentado con algunos obstáculos incluso dentro de la administración federal. Una de las interferencias más graves la evidenció el reportero de investigación del portal El Quintana Roo Mx, Amir Ibrahim. Encontró una falla dentro de ASIPONA VERACRUZ, los tiempos de entrega de los camiones hacia los barcos listos para zarpar rumbo a Yucatán, se demoran porque al interior de la administración portuaria hacen pasar a los transportistas por la vía fiscal de cabotaje y esto provoca retrasos diarios de hasta 8 horas. El cabotaje debe utilizarse para el intercambio comercial y no para los traslados nacionales.
Esto mismo lo hizo ver el reportero al presidente López Obrador en la mañanera del martes 28 de junio de 2022 y sí, el presidente está enterado de todo lo que comprende el proyecto. Lo conoce al dedillo, felicitó a Ibrahim por estar tan bien informado e incluso López Obrador compartió el detalle más importante de todos: “Se deberán trasladar 5 millones de M3 de balasto para la vía férrea de El Tren Maya”. Pero difícil cumplir la meta si no hay un cambio en las condiciones al interior de ASIPONA para que los transportistas completen los circuitos de entrega del material con más celeridad. El presidente dijo que el secretario de Marina, el Almirante Ojeda tomaría nota de la situación para resolver y ayudar a todos los involucrados. Y por el lado de GRUPO VERACRUZ, si obtienen la mejoría deseada en el tránsito de los camiones, el compromiso es elevar hasta un 30% los volúmenes de balasto a trasladar para cumplir con la entrega de la máxima joya de infraestructura que se construirá en el México moderno.
Noya Revuelta está listo para continuar con el progreso en la región y abonar a los proyectos que el presidente emprenda. Ambos conocen el pensamiento de Franklin Delano Roosevelt: “El reto del progreso no está en añadir más a los que tienen mucho sino en proveer lo suficiente a los que tienen muy poco”. Y quieren llevarlo a su máxima expresión práctica para que México y su gente nos mantengamos “suresteando”.
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