Un incidente violento suscitada en la localidad de San Antonio de Maravillas, cerca de los límites entre Celaya y Juventino Rosas. Miembros de la Policía de Celaya se dirigieron al lugar para detener a dos empleados de una empresa de refrescos quienes estaban haciendo una entrega en una tienda local. Sin embargo los vecinos habrían denunciado que los policías habrían robado dinero a los trabajadores, lo que provocó una discusión y un oficial disparó al aire.
La situación escaló y se convirtió en una pelea física. Los policías dañaron un vehículo propiedad del director de la Policía Municipal de Villagrán, Mauricio García Osorio, quien intervino para calmar la situación, pero terminó siendo golpeado y hospitalizado. A pesar de la existencia de videos y relatos sobre los hechos, el Gobierno panista de Celaya solapó el actuar de sus elementos al negar el incidente.
Más tarde, el Gobierno Municipal de Celaya reconoció los hechos y despidió a seis agentes, incluyendo a dos mandos operativos. En este contexto, el Gobierno Municipal de Villagrán demandó una investigación y disculpas públicas por el ataque a García Osorio y su familia. Ante esto el Gobierno de Juventino Rosas ha hecho mutis sobre el incidente.
Tales acontecimientos se suman a la ola de violencia en la región. Donde hasta la fecha, van un total de 42 uniformados que han sido asesinados en el estado de Guanajuato, y en Celaya específicamente, ya se contabilizan 16 policías ejecutados.
Cabe concluir que lo sucedido podría en un predicamento al alcalde de Celaya, Francisco Javier Mendoza Márquez, quien busca la reelección,y aún no dado declaraciones al respecto.
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