Este jueves, la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, rechazó categóricamente los señalamientos del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien durante una audiencia en la Cámara de Representantes estadounidense afirmó que “la violencia política en México es real” y vinculó el caso del asesinato de dos funcionarios de la Ciudad de México con una supuesta presencia dominante del crimen organizado.
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum fue contundente al responder: “A todos, incluido a Marco Rubio, no adelantar. Se tienen que hacer las investigaciones para saber cuál es la causa, el motivo de este lamentable y trágico homicidio. No se puede hacer ninguna especulación hasta que no se hagan todas las investigaciones”, sostuvo.

El pronunciamiento de la mandataria se da luego de que Rubio aludiera, sin pruebas, a una supuesta violencia política sistemática en México, afirmando que “hay partes de México gobernadas por los cárteles”, y sugiriendo que los homicidios ocurridos el 20 de mayo —donde perdieron la vida Ximena Guzmán y José Muñoz, cercanos a Clara Brugada— estarían ligados a este contexto.
Para Sheinbaum, este tipo de declaraciones no solo resultan apresuradas, sino también una falta de respeto a la soberanía nacional y a los procesos institucionales de justicia que ya están en marcha.

En ese mismo sentido, la presidenta descartó que su gobierno vaya a reforzar medidas de seguridad personal o para funcionarios federales tras los lamentables hechos: “No tenemos pensado (reforzar medidas de seguridad a funcionarios)”, afirmó.
El posicionamiento de la presidenta busca no solo evitar la injerencia extranjera en asuntos internos, sino también enviar un mensaje de fortaleza institucional y confianza en las capacidades del Estado mexicano para esclarecer los hechos y garantizar justicia.
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