Con total opacidad y sin el mínimo respeto al medio ambiente, el petit comité que mantiene tomada la Universidad Nacional Autónoma de México, grupúsculos perfectamente identificados y rémoras del PRIANATO que siguen decidiendo los destinos de toda la comunidad universitaria han devastado con total impunidad una de las reservas ecológicas más importantes al sur de la Ciudad de México (y aquí no vienen los ambientalistas Selvame del Tren) en la zona del pedregal sin que la autoridad federal tome cartas en el asunto y desenmascare la hipocresía vil del rector Enrique Graue W. y su pandilla, pues es mediante las prácticas más deleznables y poco transparentes que construyen edificios sin aparente utilidad para la sociedad o el alumnado en zonas con evidente vegetación nativa y de trascendencia ecológica que impacta de manera negativa la flora y fauna de esos lugares al interior del principal campus de la UNAM ubicado en la alcaldía Coyoacán.
Recientemente quien escribe estas líneas me di a la tarea de solicitar mediante la multi cacareada (por los conservas, defensores de organismos autónomos) plataforma nacional de transparencia (PNT), la información relativa a unos inmuebles que en este momento se construyen a escasos metros de la terminal Ciudad Universitaria del transporte colectivo metro, línea 3 y que están contiguos a la tienda de autoservicio denominada tienda UNAM, unos edificios que se erigen en construcción con estructuras metálicas y que provocaron la destrucción de una franja de pedregal con flora y fauna nativas que están entre la avenida Delfín Madrigal y el circuito Mario de la Cueva.
En la solicitud número 330031923000725 que se adjunta al presente texto puede identificarse plenamente las áreas que están siendo objeto de la corrupción de autoridades universitarias que esgrimen una construcción de edificios supuesta y paradójicamente “la escuela nacional de ciencias de la tierra” y “el hospital de especialidades de la facultad de medicina veterinaria y zootecnia”, los que sin embargo, a decir de las propias dependencias de la UNAM responsables de los proyectos no cuentan con estudios de impacto ambiental.
Es llamativo y puede ser un indicio después de conocer que el famoso rector Graue ha sido relacionado con una fundación de asistencia privada que atiende pacientes de su especialidad, oftalmología, la cual es cuestionada por ser una fuente muy lucrativa de ingresos máxime que también en el campus de la universidad pública más importante del país se han dado “alianzas estratégicas” muy opacas como aquella con un hospital veterinario denominado Banfield Pet que usa instalaciones de la UNAM y lucra con el valioso terreno dentro del campus universitario, también muy cerca de esa zona. Ese deberá ser un tema interesante para conocer que condiciones y a quien o quienes benefician económicamente estás “alianzas”; mismo caso se da en los extensos terrenos que explota el Club Universidad Nacional A.C, (los Pumas de la UNAM, primer equipo de fútbol soccer y diversas categorías) amplios espacios donde existen canchas y campos de entrenamiento, casa club, el propio estadio olímpico universitario sin que sea claro cuál es el beneficio a la comunidad puesto que esos valiosos espacios son prácticamente privatizados y de uso exclusivo pues no pueden ser usados por el alumnado.
En otras peticiones referentes al mismo tema que se hicieron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, todas instancias federales, para que indicaran si fueron tramitados los permisos necesarios para el avasallamiento de la reserva ecológica tan valiosa para la vida de flora y fauna silvestre que ahí se desarrolla, cabe mencionar que estas autoridades federales (SEMARNAT/ COMISIÓN NACIONAL DE ÁREAS PROTEGIDAS y PROFEPA) tampoco dieron respuestas satisfactorias, lo que necesariamente implica que no cumplen su cometido ni están al pendiente de lo que destruye la cúpula burocrática universitaria con el probable afán de justificar ejercicio del presupuesto que les es asignado, pero que carece de toda utilidad para siquiera aumentar la oferta de lugares para aspirantes de nuevo ingreso que año con año crece en demanda.
Entonces sale a la luz que en los últimos años se ha dado un aumento significativo en casi toda la Ciudad de México, pero particularmente en la zona sur de avistamientos de animales que solían establecer sus madrigueras en el pedregal conocido como de “San Ángel” como los cacomixtles, las ardillas, entre otras especies que seguramente están siendo desplazados de su hábitat natural por causa de los rapaces funcionarios comandados por el falso “Doctor”, Enrique Graue Wiechers quien está próximo a dejar la rectoría entre sólidos rumores de deshonestidad académica y administrativa.
Es también motivo de resaltar que el campus principal de Ciudad Universitaria de la máxima casa de estudios del país ha llevado a cabo acciones contrarias al carácter público de la Universidad pues con un artificial argumento de cuidar la seguridad de la comunidad ha amurallado cual racista mandatario de más al norte de cabello rubio y piel naranja, todos los prados y áreas verdes del la zona escolar con rejas metálicas y se ha asociado con opacas fundaciones como las de Carlos Slim para acaparar y posicionarse dentro del campus con edificios que ninguna utilidad social generan, pero si riquezas que no sabemos a qué bolsillos llenan.
Se acaba la gestión de ese rector identificado con la reacción política de México y quien ya entrado en gastos hace de las suyas para dejar a otro incondicional que le cubra las espaldas a las opacas administraciones que le precedieron entre las que se encuentran la del propio Graue Wiechers y el matraquero priísta José Narro, ambos del mismo grupo y señalado por estar también dentro de la mafia de las farmacéuticas que proveían a los gobiernos del PRIANATO de los medicamentos al sector público y que en los últimos años generaron la crisis de abastecimiento en represalia a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador les canceló de tajo sus jugosas ganancias.
Hoy este rector Enrique Graue que se ha ostentado públicamente con el grado de “Doctor”, mismo que no posee, siendo solo un Médico con especialidad, también ha entrado en abierta confrontación política con el Presidente de la República, actitud que contrasta con el servilismo y obediencia hacia los anteriores ejecutivos federales afines a su ideología. Rectores sin dignidad y con intereses politiqueros inconfesables, pero confío que la comunidad en su conjunto, especialmente los universitarios los pondrá en su lugar porque también es tiempo de transformación en la máxima casa de estudios de México, mi alma mater.
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