Cuatro ex gobernadores, un ex dirigente partidista y un ex presidente concentran concesiones de Conagua en Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Aguascalientes, acumulando 3.3 millones de metros cúbicos de agua para uso agrícola.
La escasez de agua en el Bajío no es solo un problema natural: se trata de un control político y económico del recurso, de acuerdo a expertos. Una investigación de Rivelino Rueda para Milenio detalla que cuatro ex gobernadores panistas, un ex líder del partido y un ex presidente de México, todos del PAN, han obtenido más de 20 concesiones de Conagua desde 1996, concentrando 3.3 millones de metros cúbicos de agua en Guanajuato, Querétaro, Jalisco y Aguascalientes.
Entre los beneficiados destacan Vicente Fox, ex presidente y ex gobernador de Guanajuato; Miguel Márquez Márquez, ex gobernador de Guanajuato; Luis Armando Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes; Ignacio Loyola Vera, ex gobernador de Querétaro; Francisco Javier Ramírez Acuña, ex gobernador de Jalisco; y Marko Cortés Mendoza, ex presidente nacional del PAN.
De acuerdo con expertos en política hídrica, estas concesiones equivalen al tamaño de la presa Emilio López Zamora, la cual podría abastecer a una ranchería de 330 personas por 274 años. “No es sequía, es saqueo”, afirma Óscar Arredondo Pico, consultor en políticas públicas.

Las concesiones se concentran en zonas con mayor escasez hídrica y muchas se otorgaron durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, mientras altos funcionarios del partido ocupaban cargos estratégicos en Conagua. Por ejemplo, Fox cuenta con 10 permisos en San Francisco del Rincón, Guanajuato, que suman 2.1 millones de metros cúbicos, muchos de los cuales se destinan a cultivos de aguacate y empresas familiares.
Ante este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció un nuevo decreto y reformas a la Ley de Aguas Nacionales para regularizar concesiones agrícolas, establecer sanciones de hasta 12 años de prisión a quienes lucren con el agua y garantizar certeza jurídica a pequeños productores.
“El agua dejó de ser un derecho y se convirtió en una mercancía”, señaló Sheinbaum, subrayando que la revisión de concesiones busca poner fin al acaparamiento histórico por parte de políticos y empresas vinculadas con el PAN.
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