Requiem por UVALDE

Opinión de Betty Gordon

Estos días de Otoño son muy melancólicos, en Estados Unidos de Norteamérica el 31 de Octubre se celebra Halloween, las familias decoran sus hogares con fantasmas, calabazas, personajes de películas de terror, abren las puertas de sus casas obsequiando dulces; niños y jóvenes recorren las calles para recibir sus dulces ante la petición de “Trick or Treat” que se traduce como “Dulce o travesura”, muchos califican esta celebración como algo oscuro, sin embargo es una festividad que disfrutan mucho tanto niños como adultos que gozan el usar divertidos atuendos y  asustar a la gente.

En México, por el contrario, los últimos días de Octubre y los primeros días de Noviembre son festividades dedicadas a la cosecha y a honrar a Todos los Santos y a los Fieles Difuntos. Es tradición que la noche del 31 de Octubre a las doce de la noche se enciendan las veladoras de la Ofrenda para recibir a las almas de los “Muertos Chiquitos” o los niños y jóvenes que murieron en la pubertad, el 1º de Noviembre a las doce se encienden las veladoras para recibir a los espíritus de nuestros antepasados y todos nuestros familiares que fallecieron en edad adulta. 

Son días de reflexión, tristeza, alegría y tomar conciencia de lo efímero de la existencia y la ilusión de continuidad en el misterioso más allá, quizá muy en el fondo de nuestro ser muchos quisiéramos que nuestra existencia se prolongue después de la muerte y confiamos en que durante dos noches mágicas nuestros seres queridos vienen después de cruzar la frontera entre la Vida y la Muerte, para convivir con nosotros.

Hice toda esta introducción para hablar acerca de un tema muy doloroso que desde que aconteció da vueltas en mi mente y me ha dejado pensando mucho en las familias y la población de UVALDE, Texas: la terrible masacre en Robb Elementary School en donde un tirador solitario, un joven hispano Salvador Rolando Ramos de 18 años de edad, asesinó sin compasión a veintiún personas, diecinueve niños y dos profesoras.

El asesino, armado con un verdadero arsenal, antes ya había atacado a su abuela en su propia casa y robó la camioneta de su abuelo para dirigirse a la que había sido su escuela, disparando contra una Funeraria que estaba enfrente de la Escuela Primaria Robb, después se le ve ingresando a la Primaria cuya puerta estuvo abierta porque justo ese día se había realizado la Ceremonia de Fin de Curso, los padres y familiares de los niños ya se habían ido y las actividades escolares transcurrieron con tranquilidad hasta que Ramos irrumpió para cambiar muchos destinos, él se atrincheró durante 77 minutos antes de que la Policía de Texas pudiera abatirlo, sembrando el pánico entre niños, profesores que estaban en el interior de la primaria y padres desesperados que llegaron al saber lo que estaba ocurriendo y los policías que esperaban afuera y que parecía no sabían cómo reaccionar.

Aquel mortífero ataque rompió en mil pedazos muchos corazones, quitó la vida a diecinueve niños hermosos quienes eran la alegría y orgullo de todas sus familias; de dos maestras de Cuarto Grado: Eva Míreles e Irma García, quiénes fallecieron protegiendo a sus alumnos y dos días después murió de un infarto el esposo de Irma, Joe García justo al volver de un primer homenaje en las afueras del colegio.

El ataque ocurrió el 24 de Mayo de 2022 entre las 11:28 am hasta las 12:50 pm, además de los 22  fallecidos, incluido el tirador hubo 19 heridos, fuero 77 minutos de terror que reiteró, cambiaron el destino de muchas vidas. Los tiroteos en las escuelas de los Estados Unidos de Norteamérica ocurren con mucha frecuencia, rompiendo la cotidianidad escolar y marcando para siempre a las familias de las víctimas, a los sobrevivientes y a las comunidades enteras, esto ha movido el debate del derecho a la venta y posesión de armas de fuego. 

La mayoría de los niños que murieron en Uvalde, Texas fueron hispanos, por la cercanía de esta población con la frontera entre México y Estados Unidos de Norteamérica la mayoría de las familias eran bilingües, incluso la del tirador. Este evento tocó de manera directa a nuestro país. Muchos niños de Uvalde tuvieron raíces mexicanas. Ignoro los motivos de sus padres y abuelos para haber emigrado al país del Norte buscando mejores oportunidades de vida y buscando seguridad social y una vida tranquila para su familia y tuvieron que enfrentar esta tremenda situación. 

No me atrevería a decir porque emigraron porque desconozco sus motivos individuales, pero sí lo hicieron durante los últimos 35 años pues también ellos lo hicieron por culpa del Neoliberalismo, también pueden ser víctimas colaterales de un proyecto que acrecentó la desigualdad y la falta de oportunidades de desarrollo en su propio país de origen, como ha dicho el Presidente López Obrador, sí la gente quiere probar suerte en otro país que lo haga pero por su propio gusto y no por qué su Tierra le niegue la oportunidad de vida digna y progreso.

Estos días de celebración de Halloween y Día de Muertos debieron ser muy difíciles para los padres, hermanos, abuelos, tíos, primos y amigos de las víctimas, todos ellos no han tenido un momento de paz y están en la búsqueda de respuestas de la policía por la acción tardía durante el tiroteo, de las autoridades de Uvalde,  de estar intentando vivir un duelo que se ha interrumpido en la búsqueda de Justicia y que están visibilizando a las víctimas para que el Mundo conozca la vida y sueños de aquellos niños Inocentes cuyas vidas fueron arrancadas súbitamente por un joven que guardaba mucho odio en su interior cuya familia no vio el peligro de su aislamiento y que ignoraba el Arsenal bélico que había adquirido y descargó su furia sin razón, trastocando destinos.

En Uvalde, Texas veintidós  familias celebraron el Día de Halloween de manera distinta porque faltaron sus niños, algunos de ellos tienen más hijos y a pesar del dolor, los padres se están esforzando por continuar la vida porque tienen otros hijos, intentando aparentar que la vida sigue pero ya nada es igual.  Diecinueve disfraces infantiles se quedaron guardados en un cajón, diecinueve calabazas vacías quedaron ahí quietas porque sus dueños ya no pudieron salir a las calles a pedir dulces con sus caritas maquilladas y sus gritos entusiastas de “Dulce o truco”. 

Hubo dos casas más donde quedaron familias rotas porque la madre y sus dos padres también fallecieron, dejando en la orfandad e indefensión a sus propios hijos, tampoco allá las cosas fueron iguales.  También me imagino que para la familia Ramos la vida no será nunca igual y la culpa los invade porque simplemente no se dieron cuenta de lo que su nieto planeó.

En lugar de eso hubo algunas veladas en memoria de los niños fallecidos en la  Robb Elementary School, en San Antonio Texas hubo un “Muertos Fest” dedicado a ellos, en Uvalde hubo una Ofrenda Monumental, escuelas de USA también erigieron “Ofrendas” para honrar la memoria de los pequeños, una fue muy simbólica en donde pusieron pupitres con las fotografías de los niños y aquellas cosas que más les gustaban. El coraje y dolor de los padres también está presente como lo que escribió Ana Rodríguez en su Tweeter: “Deberíamos estar eligiendo un disfraz de Halloween para ella pero en lugar de eso estamos haciendo una Ofrenda para ella” o la Marcha de los Niños Muertos que terminó en la Mansión del Gobernador de Austin, Texas.

Recordemos y honremos la memoria de las víctimas Inocentes de #Uvalde y nunca olvidemos sus rostros y nombres, Descansen en Paz

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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