Relación comercial entre EUA y Canadá entra a su fase más incierta

Trump dejó en “pausa total” las conversaciones comerciales con Canadá, los temas clave podrían resolverse hasta la revisión del T-MEC en 2025, mientras crece la tensión por los aranceles al acero y aluminio.

Estados Unidos y Canadá están en conversaciones comerciales, puesto que quedaron completamente detenidas debido a que los funcionarios de ambos países reconocen que los temas más delicados podrían trasladarse a la revisión del T-MEC prevista para el próximo año, lo que deja en suspenso cualquier posibilidad de un acuerdo inmediato para reducir aranceles. Desde el 23 de octubre, día en que Donald Trump anunció en redes sociales la suspensión de pláticas, no se ha producido un solo acercamiento diplomático.

Antes de la ruptura, ambos gobiernos trabajaban en un acuerdo limitado que podría haber flexibilizado los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio actualmente fijados en 50% para Canadá y otros socios, pero el proceso se descarriló tras un anuncio del gobierno de Ontario que utilizó imágenes de un discurso de Ronald Reagan para criticar las tarifas. La campaña irritó al presidente estadounidense, quien dos días después amenazó con imponer un arancel adicional de 10% a Canadá. Aunque el mandatario lo presentó como una sanción directa, funcionarios estadounidenses admitieron que no existen planes inmediatos para aplicarlo.

En este escenario de tensión, el primer ministro canadiense Mark Carney podría coincidir con Trump la próxima semana en Washington, donde se celebrará el sorteo del Mundial 2026. El evento, organizado conjuntamente por Estados Unidos, Canadá y México, marcaría el primer encuentro en un mismo espacio desde la cumbre APEC de octubre, ocasión en la que Carney ofreció disculpas por el anuncio de Ontario. Aun así, en círculos diplomáticos se comenta que el líder canadiense podría limitarse a asistir sin sostener reuniones adicionales.

Ni la Casa Blanca ni la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos han ofrecido postura alguna sobre el estado de las negociaciones. Tampoco el equipo de Carney confirmó la presencia del primer ministro en el sorteo que tendrá lugar en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas. La falta de comunicación oficial refuerza la percepción de que cualquier discusión de fondo quedará aplazada hasta que se abra la revisión formal del T-MEC.

Con las pláticas congeladas, el futuro comercial entre ambas naciones dependerá del ritmo político en Washington y Ottawa, así como de la estrategia que cada gobierno adopte frente a un proceso que promete reconfigurar las reglas de la relación económica en Norteamérica.

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