Reino Unido eleva el tono ante presencia del buque espía ruso Yantar

Londres advirtió que está preparado para responder a cualquier incursión rusa tras detectar nuevamente al buque Yantar cerca de Escocia, en medio de un contexto de presiones presupuestales y un esfuerzo por reforzar su capacidad militar.

El gobierno británico endureció su postura frente a Moscú después de que el buque espía ruso Yantar operara en el límite de sus aguas territoriales, al norte de Escocia. El secretario de Defensa, John Healey, afirmó que la embarcación llegó a apuntar con láseres a pilotos de vigilancia británicos, una acción que calificó como parte de un patrón creciente de provocaciones. Healey enfatizó que Londres “está listo” si el navío decide avanzar hacia el sur en los próximos días.

El mensaje se produjo en un momento clave, una semana antes de que el gobierno presente su nuevo presupuesto, en el cual debate cómo incrementar el gasto en defensa mientras enfrenta presiones fiscales. Healey defendió la inversión en nuevas fábricas de municiones —seis plantas distribuidas entre Escocia y Gales— con la intención de asegurar un suministro estable de explosivos, propulsores y pirotecnia. La iniciativa forma parte del compromiso de elevar el gasto militar al 5% del PIB hacia 2035.

Para Londres, el Yantar representa una amenaza directa a su infraestructura estratégica, pues forma parte de una flota rusa especializada en vigilancia en tiempos de paz y en sabotaje durante escenarios de conflicto. Healey recordó incidentes previos, incluido el paso de la nave por el canal de la Mancha, cuando fue seguida por la fragata HMS Somerset. La preocupación se ha intensificado tras ataques recientes a oleoductos y cables submarinos en el Báltico, lo que llevó a Reino Unido a reforzar la cooperación con sus aliados.

El discurso del ministro se insertó en un diagnóstico más amplio sobre la “nueva era de poder duro”, marcada por conflictos simultáneos en Medio Oriente, tensiones entre India y Pakistán, espionaje chino contra instituciones británicas y la guerra en Ucrania. Healey argumentó que la magnitud de estas amenazas exige una estrategia más robusta, alianzas sólidas y una diplomacia firme. “El Reino Unido debe prepararse, y lo estamos haciendo”, afirmó.

Con información de La Jornada.

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