Las tensiones entre China y Estados Unidos han escalado nuevamente luego de que el presidente Donald Trump anunciara la imposición de nuevos aranceles a las importaciones chinas, utilizando como pretexto la crisis de fentanilo que enfrenta su país. En respuesta, el gobierno chino dejó claro que no cederá ante presiones y que está listo para cualquier confrontación que Washington busque emprender.

Apenas un día después de la imposición de los aranceles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China reaccionó con firmeza. Su portavoz, Lin Jian, calificó la medida como una “excusa endeble”, asegurando que la crisis estadounidense de opioides no es responsabilidad de China. Además, subrayó que Pekín ha tomado medidas enérgicas para combatir el tráfico de fentanilo y que la verdadera raíz del problema está en la demanda interna de Estados Unidos.
China advierte que no se dejará intimidar
El gobierno chino también acusó a Estados Unidos de “difamar y chantajear”, al utilizar el tema del fentanilo como argumento para justificar medidas económicas que solo agravan la disputa comercial entre ambas potencias.
“Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, declaró Lin Jian, dejando en claro que Pekín no cederá ante amenazas y que responderá con firmeza si Washington insiste en mantener políticas hostiles.
En un movimiento que subraya su postura de preparación ante cualquier conflicto, China anunció un incremento del 7.2 % en su presupuesto de defensa, elevando su gasto militar a aproximadamente 245 mil millones de dólares. La decisión fue presentada durante la sesión anual del Congreso Nacional Popular (CNP), como parte de su estrategia para modernizar sus fuerzas armadas y fortalecer su posición en el escenario global.
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