Priismo sociológico y partido-movimiento: Juan Carlos Monedero

Opinión de Juan Rosales

Todas las experiencias nos dicen lo mismo: los movimientos sociales son poderosos, pero casi siempre coyunturales, de modo que necesitamos partidos. Pero partidos diferentes, partidos de nuevo tipo.

Armando Bartra.

El título de esta colaboración parafrasea al político español uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero, cuando afirma que en México aún sobrevive un priísmo sociológico, en el marco de una reciente entrevista que Álvaro Delgado le hizo en Los Periodistas1, pero también refiere la cualidad que ve en Morena como partido-movimiento de la cual, señala él mismo en la conversación que sostuvo con Rafael Barajas El Fisgón2, carece su partido y otras organizaciones políticas en Latinoamérica. 

El conocimiento de la realidad mexicana y la identificación que ha mostrado por el gobierno de la Cuarta Transformación hacen de Juan Carlos Monedero un analista por demás interesante de seguir en sus reflexiones acerca de su perspectiva de nuestro acontecer nacional. Lejos de la postura eurocentrista a través de la que otros intelectuales siguen la realidad latinoamericana, Monedero sostiene una visión interesante acerca de las aportaciones que los gobiernos progresistas de América Latina le ofrecen a la Europa atrapada entre la derecha y la ultraderecha partidista. 

Recientemente en su paso por México luego de haber asistido a la toma de posesión del presidente Gustavo Petro en Colombia y tras la primera vuelta de las elecciones en Brasil, Monedero sostuvo entrevistas con el periodista Álvaro Delgado y con Rafael Barajas director del Instituto Nacional de Formación Política de Morena. 

De esos encuentros es que a continuación comparto algunas ideas expresadas invitándolos a ver las entrevistas completas, para lo cual dejo los enlaces al final. Destaco particularmente la concepción que tiene acerca del sentido común que el priismo mantuvo por más de 70 años y del cual diversos grupos o sectores conservan en sus narrativas a través de las cuales pretenden confrontar la realidad que poco a poco se abre paso en México. Asimismo, la opinión que sostiene acerca del papel que Morena debe mantener e impulsar para evitar el anquilosamiento del que terminan siendo presa aquellos partidos desvinculados de las movilizaciones populares, es decir la construcción del partido-movimiento para evitar las regresiones ocurridas en otros países de América Latina.

Acerca de la narrativa predominante entre los sectores conservadores refiere que al igual que en España existe un franquismo sociológico, en este país tienen priismos sociológicos en la judicatura que se da el lujo de intentar frenar decisiones del legislativo y del ejecutivo… en sectores de la policía que se vende al narco y que ayuda a desaparecer gente… en sectores del ejército que no terminan de olvidarse de lo que aprendieron en la Escuela de Las Américas… todo esto no va a cambiar en cuatro años. Agregaría … en los medios corporativos utilizados como distorsionadores y propaladores de mentiras. 

Álvaro Delgado pone el énfasis en cómo ve, el también periodista y profesor universitario, a México entre lo que llama dos polos. El polo progresista que hoy está en el ejercicio del poder no solamente en el ejecutivo sino también en el congreso federal y en 20 de las 32 legislaturas estatales, frente al polo opositor que se carga cada vez más a la ultraderecha y teje vínculos con los partidos Vox y Popular de España, así como con expresiones de derecha radical en Chile y Brasil. 

México es como una isla que ha decidido unirse al archipiélago latinoamericano. México le han devuelto una parte de la alegría a Latinoamérica quien les ve a ustedes con el agradecimiento de un país que ha vuelto al continente. En todos los foros relevantes están los mexicanos. 

Pero debemos tener cuidado, advierte Monedero. Las fuerzas progresistas de América Latina se enfrentan hoy a una oposición fuerte, a la que por cierto en México no debemos desdeñar, ya que como pudo observarse en los resultados electorales en Perú, Chile, Colombia y Brasil, obtuvo casi la mitad de los votos. Algunas de esas oposiciones lograron además mayorías en las cámaras y sus frentes amplios rebasan los ámbitos partidistas y hasta controlan al aparato judicial. 

La derecha y la ultraderecha son más peligrosas hoy en día que hace 20 años pues son conscientes de que el modelo neoliberal ese modelo de apertura de fronteras, de libre comercio, de desregulación del ámbito social y venta de lo público, está moribundo y va a morir matando. En opinión del político español la extrema derecha en México está agazapada, está poniendo todos los frenos posibles para que las cosas no funcionen y es que López Obrador ha ganado el gobierno, pero no el poder. 

En la conversación con El Fisgón, Monedero confronta la esperanza frente a la preocupación, lo que está ocurriendo en América Latina frente a lo acontecido en Europa. Y al mismo tiempo esperanzado por Europa y preocupado por América Latina. Y es que lo más duro está por comenzar. En Brasil, frente al casi seguro triunfo de Lula en la segunda vuelta, no debe perderse de vista que Bolsonaro tiene a casi la mitad de la población con él. Lo mismo ocurre con la ultraderecha en Colombia. Es decir, enfrente se tiene a una derecha que a veces controla el congreso y casi siempre tiene a su disposición a los medios

A decir del político español estamos frente a la definición de un nuevo partido. Tenemos que reinventarnos el partido del siglo XXI. Tenemos que hacer un partido diferente ser como la luz a la vez onda y partícula, en clara alusión a la vez que partido, movimiento también. Cómo podemos ser estructura, porque sin estructura no nos organizamos, sin estructura no puede arreglarse un país. Pero las estructuras tienden a anquilosarse. Tenemos que saber cuáles son las herramientas para enfrentar la influencia de esos medios, ese discurso de lo popular de la ultraderecha aquí surgió el yunque y ahora se está exportando. Y eso solamente lo enfrentamos con la movilización.

Cómo tomar el poder sin estar en las calles, si no armamos fuerzas políticas, si no tomamos las instituciones. Monedero hace un símil utilizando al corazón para explicar los cuatro aspectos esenciales que todo partido-movimiento debe lograr: los cuatro huequecitos de nuestro corazón, dos ventrículos y dos aurículas

En el primero deben estar las instituciones, es lo que más miedo le da al poder, que estemos en las instituciones para aplicar impuestos a los ricos y bajar los alquileres a los más necesitados; el segundo en las calles, si no estamos en las calles no cambiamos las cosas. López obrador está en el gobierno y en la calle, eso es lo que muchos no entienden. En el tercero debemos estar en el relato. Cada ciudadana, cada ciudadano debe construir el relato. Y en el cuarto, debe estar la alegría. Ese nadie nos lo debe de quitar. Debe estar en el optimismo, sin ese entusiasmo no hay pasión, no hay razones para pelear

Algo que ha obsesionado a Monedero es el partido-movimiento. Nosotros creamos un partido que ha funcionado muy bien, pero como movimiento no. Tenemos que crear la parte no partidista. Hemos puestos muchas energías en llegar al gobierno y menos en lo otro. En ese sentido, es que ha elogiado reiteradamente a Morena pues considera que está haciendo las cosas mejor que en otros países como Chile, Perú y Ecuador. 

Concluimos con la consideración de Monedero en el sentido de que aquí (en México) se están haciendo bien las cosas. Se está aprendiendo de los errores de la primera oleada, en referencia a los gobiernos progresistas latinoamericanos de inicios de siglo. Asegura que Morena se está reinventando. Y en esa reinvención ha sido capaz de construir una maquinaria electoral con un gran liderazgo, el de López Obrador. Pero también un partido-movimiento. Es seguro que el intelectual español tiene claro el poder movilizador que el obradorismo tiene dentro de Morena, construido casa por casa en los pueblos, en las comunidades, en las calles, conviviendo e identificándose con la gente, trabajando con y por ella. 

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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