La Ciudad de México será escenario de la “Marcha Malintzin”, una movilización que busca reivindicar a la mujer indígena más estigmatizada de la historia. Desde Palacio Nacional hasta Bellas Artes, mujeres y colectivos saldrán a cuestionar siglos de racismo y misoginia que redujeron a Malintzin a la etiqueta de “traidora”.
La figura de Malintzin, una de las mujeres indígenas más distorsionadas por la narrativa histórica, regresa al centro del debate nacional tras el anuncio de la Marcha Malintzin: ¡qué traidora ni qué la chingada!, que partirá esta tarde del Zócalo capitalino rumbo al Palacio de Bellas Artes, donde se desarrolla un coloquio dedicado a repensar su legado. El movimiento busca romper con la idea impuesta durante siglos que la presentó como traidora y no como lo que realmente fue: una mujer esclavizada y utilizada como instrumento político en un contexto de dominación.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum llamó a revisar el papel histórico de Malintzin desde una perspectiva de justicia y responsabilidad colectiva, recordando que fue entregada por otro grupo indígena a los españoles y que, gracias a su habilidad para hablar varias lenguas, se convirtió en puente de comunicación entre pueblos en conflicto. La mandataria enfatizó que las atrocidades de la conquista no pueden atribuirse a ella y que es momento de reconocer las condiciones en las que vivió para desmontar prejuicios que persisten desde la colonia.
Sheinbaum afirmó que la discriminación hacia las mujeres indígenas, heredada de más de dos siglos de estructuras racistas y misóginas, continúa replicándose en distintos sectores sociales. Por ello, insistió en que la historia debe revisarse con perspectiva de igualdad para devolverles dignidad a mujeres que, como Malintzin, han sido reducidas a estereotipos injustos. Además, señaló que cada vez más autoras investigan y escriben sobre su figura para recuperar su dimensión humana, lejos de los mitos construidos alrededor de ella.
En esta misma línea, la activista y actriz Jesusa Rodríguez calificó la reivindicación de Malintzin como un acto de justicia histórica y un golpe duro contra el clasismo y el racismo que han marcado a las mujeres indígenas por el simple hecho de hablar una lengua originaria. Añadió que la estigmatización de Malintzin como traidora refleja la misoginia del siglo XIX y que, mediante acciones culturales desde el programa Mujeres del Maíz, se ha trabajado para rescatar su memoria sin romantizarla ni condenarla: fue una mujer que rompió esquemas y cuyo papel merece ser discutido con rigor.
La marcha de este día, además de acompañar las actividades académicas en Bellas Artes, buscará abrir un debate más amplio sobre cómo se ha contado la historia de México y quiénes han sido silenciadas en ella. La reivindicación de Malintzin, expresaron las participantes, es también la reivindicación de todas las mujeres indígenas que continúan enfrentando discriminación estructural en el país.

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