En una sorprendente y controvertida movilización encabezada por Alessandra Rojo de la Vega esta mañana, la excandidata a la alcaldía Cuauhtémoc desafió la decisión del Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX), presidido por Armando Ambriz, que anuló las elecciones del pasado 2 de junio por violencia política en razón de género. Esta situación ha desatado críticas debido a que Rojo de la Vega, conocida por incitar odio y violencia a través de redes sociales hacia Caty Monreal, ahora parece estar manipulando la lucha feminista para su beneficio personal para desacreditar la violencia que ha atravesado Monreal y revertir una la resolución que le quita su fraudulento título de alcaldesa electa.
Una historia de odio y desinformación
Caty Monreal expuso que, durante la campaña electoral, fue objeto de una serie de ataques fuertes en redes sociales promovidos por seguidores de Rojo de la Vega. Estos ataques, llenos de odio y amenazas, afectaron no solo a Monreal sino también a su familia, creando un ambiente de hostilidad y violencia y poniendo en riesgo su integridad. Rojo de la Vega también difundió información falsa sobre supuestos actos de corrupción por parte de Monreal, desinformación que ha sido desmentida en varias ocasiones.
Ahora, al organizar una protesta en Paseo de la Reforma contra la decisión del TECDMX, Rojo de la Vega ha asegurado que impugnará la decisión ante la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
Una retórica oportunista
Lo más preocupante es cómo Rojo de la Vega ha intentado instrumentalizar la causa feminista para sus propios fines políticos. Al acusar al tribunal de usar “un presunto argumento jurídico para robarse una elección,” Rojo de la Vega no solo desacredita el fallo del tribunal sino que también se burla de lo que ha atravesado Monreal e invisibiliza la violencia que ella misma ha ejercido.
En lugar de aceptar el fallo del tribunal y buscar el diálogo constructivo, Rojo de la Vega continúa azuzando la polarización, manteniendo una retórica de enfrentamiento y acusaciones sin fundamento. Además, ha presentado una queja ante el Órgano Interno de Control contra el presidente del TECDMX y considera llevar su caso ante la Comisión de Justicia del Senado y la Comisión de Derechos Humanos, un intento desesperado de socavar la legalidad y manipular el proceso electoral en su favor.