Al parecer, la cuatro veces heroica Ciudad y Puerto de Veracruz no puede quitarse de encima los problemas que surgen cuando personas y empresas sin escrúpulos, dañan el entorno laboral de la zona. Por un lado, la Administración del Sistema Portuario Nacional Veracruz (ASIPONAVER) determina regulaciones que dañarán gravemente el proyecto del Tren Maya que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido con tanto ahínco.
Y no sólo afecta al gobierno federal, también al ayuntamiento de Veracruz. La alcaldesa, en recientes fechas, ha manifestado que la ASIPONAVER ha dejado de proveer por años, recursos que se utilizaban para infraestructura vial en la ciudad. Poco le interesa al director general contribuir en el desarrollo de las vías de comunicación, federales o municipales. Por el otro, la empresa cervecera Constellation Brands no escucha las peticiones de los obreros veracruzanos para ser tomados en cuenta en las labores de construcción de su planta. Pasemos a los detalles.
El icónico proyecto del Tren Maya ha sobrepasado un sinnúmero de obstáculos: amparos concedidos por jueces corruptos, campañas de difamación concebidas por pseudo ambientalistas “preocupados”, sindicatos como CATEM de Pedro Haces Barba que demoraron el inicio del suministro de los materiales pétreos para la obra porque, prometieron abastecer a las empresas constructoras, volúmenes de balasto que no pudieron cumplir; entre otros pesares. Sin embargo, en este momento parece que la mayor amenaza viene desde adentro del sistema político. Fuego amigo, le llaman muchos.
La ASIPONAVER ha emitido un comunicado a las empresas constructoras del Tren Maya quienes contratan a los transportistas responsables del traslado del balasto desde los bancos del material hacia los muelles donde se cargan los barcos y las barcazas con destino al Puerto de Progreso, en Yucatán. En el escrito, limitan el acceso a los muelles a discreción. Para ser más precisos: “Que a partir del día 13 de septiembre de 2022 y en lo sucesivo, no se podrá realizar la maniobra de acopio de piedra balastro en muelle 9, la cual consiste en descargar un máximo de 4,500 toneladas de la piedra a muelle y con máximo 36 horas antes de la embarcación, lo anterior fundado en la regla 72 de las Reglas de Operación del Puerto de Veracruz, en la cual se establece que la Administración se reserva el derecho de autorizar el espacio en muelle para la operación de las maniobras”.
Las autoridades castrenses encargadas del puerto y de las aduanas, no han entendido que los recintos portuarios son facilitadores del comercio. No deben arbitrariamente ajustar las reglas de operación en forma visceral. Recuerden señores, el Puerto no es una instalación militar sino una entidad comercial que llena de orgullo y provee sustento a miles de veracruzanos.
La información llegó a las empresas transportistas responsables del traslado y las maniobras. El director de operaciones de ASIPONAVER fue el encargado de transmitir la noticia regulatoria. Pero quien encabeza la dirección general es el ex Almirante Romel Eduardo Ledezma Abaroa y su criterio para resolver estas situaciones es prácticamente nulo. No puede entenderse que la rigidez del cumplimiento de una regla sea llevada al extremo y afrente el buen término de un proyecto que beneficiará económica y socialmente a millones de personas en el sureste del país. No coincide la misión de proteger y servir a los ciudadanos, de las Fuerzas Armadas, con la ejecución obtusa de un personaje emanado de las mismas como lo es Romel Ledezma.
No estoy pidiendo que no se cumplan las reglas pero si le exijo al director de ASIPONAVER que no impida el desarrollo del país y afecte a empresarios transportistas, amenace miles de empleos e interrumpa el crecimiento de la parte más afectada del país por los anteriores gobiernos. Tal parece que sigue estando en la dirigencia de la ASIPONAVER, un recalcitrante neoliberal que no respeta las políticas sociales del presidente más humanista que ha tenido México. No rompa las reglas ex Almirante, sólo encuentre, ¡el cómo sí!
La otra afectación a la vida laboral de miles de veracruzanos que temen quedarse sin oportunidades de empleo, viene de parte de un particular, específicamente una trasnacional: Constellation Brands. Después de mover su proyecto de construcción de una nueva planta cervecera, desde Baja California, encontraron en Veracruz las condiciones adecuadas para establecerse en la zona cercana al Puerto Jarocho.
Empresarios y trabajadores locales se han pronunciado para ser escuchados y ser tomados en cuenta para desempeñar las labores que requerirá la construcción de una fábrica de cerveza. Sin embargo, temen ser desplazados por obreros y transportistas foráneos. Es sabido que existen intereses externos a las necesidades veracruzanas, que pueden afectar la contratación de mano de obra porteña.
Es muy importante que Bernardo Martínez, representante de la empresa cervecera, se acerque a los obreros y transportistas para ser considerados en la construcción que está por iniciar. Los veracruzanos son gente que recibe con brazos abiertos a los que vienen de fuera. Se quitan la camisa por quien la necesite. Se requiere que las empresas socialmente responsables, como pudiera ser Constellation Brands, contribuyan al mejoramiento económico de la región y no sólo extraigan riqueza.
Hay piratas acechando el Puerto Jarocho. Es muy importante mantener la buena relación entre empresas y proveedores de empleo. Cabe recordar que los veracruzanos se saben defender y de ser necesario, se manifestarán pacíficamente pero con mucha fuerza. Los piratas no serán bienvenidos en el Puerto. ¡Nunca más!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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