Un “amigo” de Trump dona 130 millones de dólares al Pentágono para cubrir salarios militares. La medida genera dudas éticas y legales.
El Pentágono recibió una donación anónima de 130 millones de dólares para pagar a los militares durante el cierre del gobierno en Estados Unidos. La autoridad militar confirmó que aceptó el dinero bajo su potestad de aceptar regalos, y que la donación se destinó a cubrir salarios y beneficios de las fuerzas armadas.
El gobierno de Trump informó al Congreso que ha utilizado 6.5 mil millones de dólares para cumplir con la nómina. La próxima semana, el pago está en duda, ya que no se sabe si volverán a mover fondos para asegurar que los soldados reciban su salario. La situación genera tensión en medio del estancamiento político por la falta de acuerdo en la financiación del gobierno.
El presidente Trump calificó la donación como un acto patriótico y elogió al donante, a quien llamó “un amigo mío”. Trump no reveló la identidad del benefactor, pero aseguró que la ayuda fue necesaria después de que los demócratas retuvieron fondos esenciales para las tropas.
Este tipo de donaciones, aunque poco común, despierta dudas éticas y legales. Expertos en política fiscal señalan que aceptar dinero privado para pagar salarios militares podría violar la Ley Antideficiencia. La ley prohíbe gastar fondos que no hayan sido autorizados por el Congreso, y algunos analistas piden mayor transparencia en el proceso.
Además, la política del Departamento de Defensa indica que las autoridades deben consultar con su Oficial de Ética antes de aceptar regalos valorados en más de 10,000 dólares. La falta de claridad sobre cómo se usará ese dinero ha generado rechazo entre expertos, que consideran que pagar a los soldados con donaciones privadas no es correcto.
Max Stier, presidente de una organización que analiza el gobierno federal, calificó la situación como “una locura”. Él cuestiona la legalidad y pide que se expliquen claramente los procedimientos. La polémica sigue en aumento, mientras el cierre del gobierno amenaza con extenderse y complicar aún más la situación de los militares.
La decisión del Pentágono ha puesto en duda la transparencia y la legalidad en el manejo de los recursos públicos en un momento delicado para Estados Unidos. La comunidad política y ciudadanía esperan respuestas claras sobre cómo se financiará a las fuerzas armadas en los días por venir.


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