PARA NO OLVIDAR… EL GRAN ENGAÑO

Opinión de Fabiola Gutiérrez

Recordar nos mantiene vivos, alertas, conocedores. Y en un equilibrio, hay que usar esos “recuerdos” para aprender y crecer. 

Nos situamos en las elecciones del año 2000, algunos las clasifican como uno de los sucesos que han “cambiado al país”. El PAN llega al poder, Vicente Fox llega al poder, a ¿sacar a quién o a qué? ¿Al PRI? Más bien fue un cambio pactado, antes de que se profundizara el descontento social. Un cambio superficial no alteraba realmente nada (para ellos), pero sí la perspectiva de la gente y eso es lo que buscaban, el poner un partido por el otro que estaba mejor disfrazado, total, ¿qué más da? ¿Qué más da cuando empresas transnacionales como Coca-cola se encontraban en el trasfondo, o eran parte de…? 

Desde luego que continuó la privatización, la represión al pueblo, la pobreza, en fin, el mismo modelo: el neoliberalismo, siguiendo los pasos de personajes como la ex ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher, quien acabó con los sindicatos y privatizó las empresas del estado. La represión a movimientos y pensadores de izquierda o que buscaban luchar por sus tierras, como ya mencioné, no fue excepción durante el sexenio de Fox, teniendo como antecedentes lo ocurrido en San Salvador Atenco, Texcoco, cuando Peña era gobernador del Estado de México, así como atacar al entonces jefe de gobierno de la CDMX, López Obrador, con un grupo del PAN encabezado por Diego Fernández de Ceballos, mismo sexenio en el cual también trataron de desaforarlo. 

Vicente Fox llevaba en la frente una gran marca que, aunque no se veía, representaba su inmensa ignorancia. Llegó representando a las grandes empresas, era ex gerente de Coca-Cola, empresa que tuvo un grandísimo crecimiento en su sexenio y que se debió al TLCAN. Y así fue como se volvió más fácil encontrar en los pueblos más alejados Coca-Cola que agua, hospitales, escuelas o electricidad. Hasta arraigarse aquella bebida dentro de la cultura del mexicano, en nuestros días, incluso más que la bebida milenaria “Pulque”. 

La popularidad del refresco incrementó al igual que la diabetes (se duplicó) entre 2000-2007. Sí, fue un gran cambio pero para la transnacional Coca-Cola y no para el pueblo mexicano, no para la salud del mexicano. 

El PAN, la ultraderecha, y la principal fuerza de “oposición” en nuestro país que negocia para los magnates y sus empresas, que se subordina ante las órdenes de un Claudio X González, de un Gustavo de Hoyos. Esta vez, ¿para qué empresa buscarán el gran cambio? 

Y ahora, solo va caminando en los grandes y exclusivos centros comerciales, en donde no lo vea el pueblo, en donde la historia no lo pueda juzgar, de su familia ni hablar…

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

Salir de la versión móvil