La mañana del pasado 24 de septiembre, el Presidente Andrés Manuel López Obrador propuso que planea que la Subsecretaría de Gobernación, realice una consulta respecto a las Fuerzas Armadas, donde la gente decida si es que desean que éstas continúen apoyando la seguridad ciudadana y si quieren que la Guardia Nacional se incorpore a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La propuesta del mandatario y las posibles preguntas que conformarían la Consulta de inmediato generaron aprobación en las redes sociales, sobre todo porque el Instituto Nacional Electoral fue descartado para organizarla y que se realizaría de manera presencial, con urnas y de forma electrónica.
Sin embargo, elementos del Partido Acción Nacional (PAN), de inmediato se dijeron en contra de la propuesta del mandatario, acusando que el ejercicio democrático sería ilegal, señalando además que la estrategia de seguridad de AMLO “fracaso” y negándose de inmediato a la reivindicación de la misma para garantizar la integridad de la población.
Marko Cortés, líder de Acción Nacional, demostró su espitiru antidemocrático, lanzando un comunicado de prensa en donde exige además que los recursos que puedan usarse para la consulta, mejor se entreguen a los ayuntamientos y estados.
Del mismo modo, Cortés propuso que se haga una consulta sobre si la gente apoya a López Obrador, aún sabiendo que las encuestas privadas, nacionales e internacionales, colocan a AMLO con más del 65% de apoyo y que este mismo año se realizó la consulta de revocación de mandato, en donde millones optaron por que el tabasqueño termine en tiempo y forma su sexenio.
La “perseguida” política y Senadora, Kenia López Rabadán, creó un hilo en Twitter mintiendo una vez más, acusando que con la posible consulta se aprobaría la “militarización” de México, aún cuando AMLO explicó que el ejercicio ni siquiera sería vinculante y solo sería para conocer el sentir del pueblo respecto al tema.
Ignorando, convenientemente, que el Presidente está modificando su estrategia de seguridad ante una dura realidad, Damián Zepeda, igualmente se pronunció en contra, rechazando que las Fuerzas Armadas de México apoyen con sus recursos humanos y conocimientos, a las y los mexicanos.