Desde el corazón de la Ciudad de México, esta mañana fue presentado el Tercer Festival de Organilleros, un esfuerzo que busca reconocer y preservar una de las tradiciones sonoras más emblemáticas del país, y que hoy sigue viva gracias al esfuerzo de mujeres y hombres dedicados a este oficio.
Durante la presentación, Carlos Cervantes Godoy, titular de la Autoridad del Centro Histórico, destacó que “los organilleros son fundamentales en la cultura mexicana y particularmente en la capital”, por lo que el Gobierno de la Ciudad impulsará acciones para facilitar su trabajo y visibilizar su aporte cultural.
En el evento también participó Víctor Miguel Maya, presidente de la Corporación Cultural de Organilleros de México A.C., quien subrayó la importancia de este encuentro como un espacio para difundir la historia y el valor del oficio, que ha sobrevivido al paso del tiempo y a la transformación urbana de la capital.
Una voz clave fue la de Cristina Robles, reconocida como la primera organillera de México, quien hizo un llamado respetuoso pero firme a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, para que se les reconozca oficialmente como Patrimonio Cultural de la Ciudad de México, lo que permitiría consolidar su protección institucional y abrir nuevas oportunidades de apoyo y difusión.
El Festival reúne a decenas de organilleros de distintas regiones, que no solo comparten música, sino también historias de vida y resistencia cultural. Su presencia en plazas, calles y esquinas ha acompañado generaciones, convirtiéndose en símbolo vivo del México popular.
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