Los recientes acontecimientos en el estado de Nuevo León donde el PRIAN en el congreso local nombra a su allegado Luis Enrique Orozco como gobernador sustituto de Samuel García, precandidato por el partido Movimiento Ciudadano, han mostrado una confrontación entre los dos grupos opositores, por un lado la alianza creada por el magnate Claudio X González dónde el PRI y el PAN junto con la miseria perredista sirven como herramienta a la oligarquía buscando regresar al poder con la representación de dicha alianza y por otro lado el partido Movimiento Ciudadano que de manera astuta busca fortalecer su presencia como segunda fuerza política, desplazando al PAN.
No cabe duda que la oposición está reconociendo su derrota anticipada. La división de los liderazgos dentro de MC solo abonarían a que no se logre el objetivo para desplazar al PAN como segunda fuerza dentro del congreso.
El regreso de Samuel García a la gubernatura de Nuevo León después de abandonar la contienda a causa de la disputa con el PRIAN, solo abona a que la diferencias entre las dirigencias de los partidos de la oposición sean cada vez más marcadas, tomando en cuenta la postura intransigente y soberbia del magnate Claudio X González, verdadero orquestador de la estrategia opositora prianista.
Al parecer dicha confrontación entre las dos posturas está generando la salida de algunos grupos, dirigentes, personajes… que al no asegurar espacios solo buscan la forma de como adherirse al proyecto obradorista sin importar ideología ni trayectoria. Lo que significa un riesgo para Morena y su proyecto, como ya se ha evidenciado con el nombramiento de algunos nefastos personajes como German Martínez o Lilly Téllez, solo para ejemplificar el grado de la ambición a la que se expone morena.
La dirigencia del partido morena no puede “equivocarse” de nuevo, sería evidenciar la traición al proyecto, al pueblo y al mismo presidente López Obrador.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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