Apenas van 36 de 70 días del proceso interno de MORENA para definir quién será el coordinador nacional de los Comités de Defensa de la 4T, y la guerra entre aspirantes ha sido sanguinaria. En nada ayuda a los 6 aspirantes a reemplazar al presidente López Obrador, el darse golpes por la espalda y por debajo de la mesa; los consultores políticos están desquiciados desde los cuartos de guerra, operando en las sombras y maquinando campañas de odio perversas contra los demás aspirantes, así como de sus operadores políticos; no hay control alguno.
A nadie le conviene que cualquiera de ellos salga debilitado del proceso, pues no estará mal parado frente a la base electoral del PRIAN, sino ante la base militante y simpatizante de MORENA, y ahí radica el problema; porque no importa quién quede como el elegido, sino que los otros 5 terminarán mal heridos por los cuchillazos mutuos, y no habrá interés ni voluntad para respaldar de manera efectiva y natural al ganador de la encuesta; ya ni siquiera es posible hablar de un llamado a la unidad, pues se ha hecho millones de veces y simplemente no funciona. La operación cicatriz es un escenario obligatorio si se desea contar con el apoyo de todos; no es menor, ya que todos (algunos en mayor medida) han construido estructuras de movilización y operación bastante efectivas, que de no contar con ellas sería una desventaja grave.
El único que puede poner alto a este frenesí de guerra sucia mutua es el mismo que lo liberó: Haría bien el presidente López Obrador en dar un manotazo en la mesa, pues algunas corcholatas han perdido la autoridad de sus propios cuartos de guerra. Al final, la profecía se hizo realidad, el peor enemigo de MORENA será MORENA. Sólo espero que no sea demasiado tarde para corregir.
Por cierto…
Se espera que más diputados locales y federales del PAN liderados por el Gonzalo Espina se unan al proyecto de Claudia Sheinbaum, quienes la describieron como alguien más panista que la misma Xóchitl Gálvez. Como diría Luis Miguel: ¡De pronto Flash! ¡La chica del bikini azul!
¡Nos leemos el jueves!
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