Ocultos, agazapados y mentirosos

Ecuador

Se mueven en la obscuridad y no muestran el rostro, solo sus esbirros son visibles cuando cometen sus fechorías y matan y dañan y terminan con la verdadera libertad. Quienes están detrás de las campañas de mentiras y trampas nunca muestran la cara, pero los conocemos. Son dueños del dinero y se creen dueños de la vida de otros. Son capaces de utilizar a títeres ridículos como al tal X. González y a la triste Xóchitl y ponen en riesgo todo lo que se construye cada día con el trabajo de millones que no escatiman esfuerzos para transformar al país en uno más digno y fuerte.

El golpe en Ecuador se convierte en un ataque más de la derecha transnacional cuya vileza solo es comparable con las asonadas militares que ocurrieron en el S.XX en América del Sur y con las invasiones generadas para asaltar los recursos naturales, conducidas todas, desde Washington, o con el genocidio que en esta hora impunemente realiza el gobierno de Israel. 

México, en la hora actual y gracias a la Cuarta Transformación, es nuevamente ejemplo para el mundo, no solo en lo económico, sino en el robusto manejo que de las relaciones internacionales hace nuestro gobierno, siempre basados en el respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del derecho internacional. 

La derecha mexicana acusa a la embajada en Ecuador de haber protegido a un delincuente, pero resulta que la criminalización de opositores es un ejercicio muy común entre quienes aspiran a ser dictadores o prefieren gobiernos absolutistas. En Ecuador, hay mexicanos de ultraderecha enquistados en el gobierno de aquel país. Eso si es causa de sentir vergüenza.

Debate

Escribo esto, horas antes de que inicie y con la certeza de saber quién es quién en la elección del 2 de junio, tengo pocas ganas de ver el show mediático montado. Solo una cosa me preocupa; es un momento delicado como para que los mismos que han asesinado a candidatos incómodos o contrarios a sus intereses intenten alguna cosa parecida.

Recuerdo una conversación con un político tabasqueño, que fue presidente municipal de Comalcalco, después diputado federal y presidente municipal interino del Centro, que formó jóvenes en la política, hombre brillante y amable, parte del Grupo Pino Suárez, a quien yo llamaba “El Caballero de la Eterna Sonrisa” y uno de los pocos expriístas convertido a perredista que conserva su honradez y honestidad a toda prueba y con quien se podía platicar sin tapujos. En aquella conversación, tocábamos el tema del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y las consecuencias que el tema tendría para el país. 

Ya en aquel momento advertimos que lo que estaba en riesgo terrible, era la República en sí y que solo el esclarecimiento de los hechos, al estilo “caiga quien caiga”, podría evitar el debilitamiento del Estado Mexicano. Aquello que anticipábamos, ocurrió y llevó al país a resquebrajarse hasta lo más hondo de sus estructuras políticas. Esto produjo que la derecha tomara el poder y los hilos del mismo eran movidos desde afuera de la presidencia. 

Desde que llegó al poder Miguel de la Madrid Hurtado, quien inició su gestión rompiendo la huelga legal de los trabajadores y trabajadoras de Mexicana de Aviación, llegando al grado de la amenaza de hacer intervenir a la fuerza pública para tomar las instalaciones, pero en la que los actores permanecieron sólidos y fuertes defendiendo su fuente de trabajo y así evitaron que la acción de Miguel de la Madrid rompiera la fuente de trabajo. 

La estafeta que entregó a Carlos Salinas de Gortari, quien se había desempeñado como agente de la derecha transnacional desde su actuar en la Facultad de Economía de la UNAM, permitió que llegara a la cúpula del poder el primer gran asociado de los cárteles, José Córdova Montoya y de ahí en adelante, lo único que importó a los gobernantes del país, fue la acumulación de capitales, o dicho de un modo más claro, el enriquecimiento a costa de lo que fuera, de ellos y de sus socios. 

El peligro para la República no se había conjurado, por el contrario, parecía estar perdida y el Pueblo se había convertido en “esa gran masa irredenta”  como llamó al Pueblo Fidel Castro Ruz, los sindicatos, en especial los independientes, estaban condenados a ser ignorados y en vías de extinción, el movimiento obrero se había convertido en instrumento de control y había dejado de ser herramienta de lucha y de fortaleza del Estado.

Claudia Sheinbaum si está en peligro, no de perder la elección, pero si su integridad, en especial en días como hoy. Es indispensable que sea super protegida y que pronto mire a los trabajadores y trabajadoras de México como su mayor aliado y favorezca su organización y respete sin límites su acción para conseguir mejoras. Una buena muestra, sería la aprobación de la jornada de 40 horas. 

No veo cómo la señora Gálvez pueda ganar la elección, el Plan C debe ser prioridad.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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