Navidad, regalos y deudas

Por Ricardo Sevilla

En Navidad, se cree que la cena une a las familias y que los regalos estrechan la relación de cariño entre amigos y familiares.

Sin embargo, detrás de esta tradición asoma el rostro del consumismo y el endeudamiento.

La economía mexicana enfrenta un cierre de año con una derrama proyectada de 114 mil millones de pesos (un aumento del 3.5% respecto al periodo anterior).

No obstante, tras estas cifras de éxito comercial, se esconde una realidad de estiramiento financiero extremo.

Y uno de esos gastos es, precisamente, el de la cena navideña.

El costo promedio de la cena (que está alrededor de 6,200 pesos) representa, para una persona que percibe el salario mínimo, casi un mes de labor.

Este gasto no solo incluye proteínas (pavo, lomo, bacalao), sino un incremento significativo en el costo de insumos básicos por efectos inflacionarios residuales.

Otro gasto lo representan los regalos.

El gasto individual en obsequios (que va de los 500 a los 1,500 pesos) y el gasto familiar (que es superior a 4,100 pesos) posicionan a México como uno de los países de la región que más porcentaje de su ingreso anual destina a la temporada decembrina.

Dinámica del consumo:

Aunque el comercio electrónico ha ganado terreno, la “compra por impulso” en tiendas físicas sigue dominando en los rubros de electrónica y juguetes.

De hecho, la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) identifica que el 3.5% de crecimiento no es necesariamente por un mayor volumen de productos, sino por el ajuste de precios y la resiliencia del consumo interno frente a la incertidumbre económica.

Hay varios aspectos sociológicos detrás de estas dinámicas navideñas.

En México, la cena y el regalo funcionan como marcadores de estatus y éxito. Gastar 6,200 pesos en una cena no es solo nutrición; también es una exhibición de capacidad proveedora frente al clan familiar.

Por su parte, el intercambio de regalos actúa como un “pegamento social”. Hay expertos que sostienen que, en una sociedad con redes de seguridad estatales débiles, fortalecer los lazos familiares mediante el gasto es una inversión en capital social.

De esta manera, familias que han tenido un año económicamente difícil tienden a sobreendeudarse en diciembre para “compensar” las carencias, utilizando tarjetas de crédito como un alivio psicológico temporal, lo que sociológicamente suele llamarse “escapismo mediante el consumo”.

Lamentablemente, en México, la Navidad es la redistribución de la riqueza… hacia las manos de los grandes comercios.

Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *