El presidente argentino usó su “show” para cantar, arremeter contra la oposición y rendirse aplausos a sí mismo en un acto más de campaña que de cultura.
El presidente argentino Javier Milei volvió a demostrar que el escenario le queda más cómodo que el Congreso. En lugar de un acto político o una presentación tradicional, organizó un recital de rock en el Movistar Arena para lanzar su libro “La construcción del milagro”, aunque lo que más se construyó fue su propio culto a la personalidad.
Vestido con campera de cuero y actitud de estrella de los 80, Milei apareció entre luces, gritos y cámaras para interpretar Panic Show, de La Renga, junto a su banda de legisladores, La Banda Presidencial. En batería, el diputado Alberto Benegas Lynch; en coros, la diputada Lilia Lemoine, quien acompañó una versión de No me arrepiento de este amor que difícilmente aprobaría Gilda desde el más allá.

El espectáculo, sin acceso a la prensa, tuvo más política que música. Entre tema y tema, Milei lanzó arengas contra el kirchnerismo, celebró su “batalla contra la casta” y recordó a los presentes que “los kukas tienen miedo”. Para completar el cuadro, proyectó un video hecho con inteligencia artificial en el que él mismo apareció como Luke Skywalker, enfrentando a los villanos de su imaginación: medios críticos, periodistas y opositores.
Como si el delirio no fuera suficiente, dedicó una parte del show a Israel, cantando Hava Nagila mientras pedía al público que lo acompañara “porque eso molesta a la izquierda”.
Después del “recital”, Milei se quitó la chamarra de rockstar para ponerse el traje de autor y presentar su libro junto a su vocero, Manuel Adorni, entre aplausos de sus simpatizantes y ventas de ejemplares en el mismo estadio.
El presidente argentino volvió a mezclar espectáculo y política, lo que confirma que su mandato se parece cada vez más a un reality show, donde las guitarras, los gritos y el ego suenan más fuerte que las soluciones.
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