Ramón Rodríguez Vázquez, trabajador agrícola de 62 años en el estado de Washington, se vio obligado a salir de Estados Unidos tras ser detenido por Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Su caso refleja la creciente política de “autodeportación” del gobierno de Donald Trump, que busca presionar a los migrantes para que abandonen el país voluntariamente, al ignorar a menudo procedimientos legales y circunstancias familiares. Durante su cautiverio, su salud y la atención a su nieta enferma se vieron gravemente afectadas.
Ramón Rodríguez Vázquez trabajó durante 16 años en la agricultura del sureste de Washington y formaba parte de una comunidad muy unida. El 5 de febrero, agentes de ICE lo detuvieron por error mientras buscaban a otra persona. A pesar de cartas de apoyo de familiares, amigos, su empleador y un médico, le fue negada la libertad bajo fianza y fue enviado a un centro de detención en Tacoma, donde su salud se deterioró rápidamente por falta de medicación y la carga emocional de no poder cuidar a su familia ni a su nieta enferma.
Finalmente, Rodríguez pidió en una audiencia de inmigración salir del país sin que constara una deportación formal en sus antecedentes, solicitud que fue aceptada. Su caso refleja la estrategia del gobierno de Trump de presionar a los migrantes a abandonar EUA voluntariamente, conocida como “autodeportación”. Entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, ICE realizó 319.980 deportaciones, mientras que la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Casos de Inmigración registró más de 15.000 salidas voluntarias en el mismo período.
El impacto de estas políticas también se refleja en otros casos. Una mujer colombiana y un venezolano optaron por la salida voluntaria durante audiencias, señalaron que la presión de las autoridades los hizo sentir criminales pese a no haber cometido delito alguno. Expertos señalan que estas prácticas buscan resultados rápidos, dejando de lado años de procedimientos legales y garantías tradicionales para los migrantes.
Rodríguez, quien llegó a EUA en 2009 y trabajaba para AG Management, se convirtió en el principal demandante de una demanda federal que buscaba permitir a los inmigrantes detenidos solicitar fianza. Aunque un juez federal declaró ilegal negar audiencias de fianza, Rodríguez ya se había marchado y es poco probable que regrese. Su ausencia ha dejado un vacío profundo en su familia y comunidad agrícola, que dependía de él para labores y cuidado de su nieta con problemas cardíacos.

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