En un hecho sin precedentes, México y Estados Unidos firmaron un memorando de entendimiento para enfrentar la crisis ambiental y sanitaria que azota desde hace años la cuenca del río Tijuana-San Diego, afectada por derrames de aguas residuales y el colapso de infraestructura hídrica.
Este es el primer acuerdo binacional bajo las administraciones de Claudia Sheinbaum y Donald Trump, con la meta de cumplir, entre 2025 y 2027, una serie de obras clave: la rehabilitación de colectores, interceptores y plantas de tratamiento como Arturo Herrera, La Morita y la expansión de la planta de San Antonio de los Buenos, que permitirá detener el flujo de aguas negras hacia territorio estadounidense.
La secretaria mexicana de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, afirmó que el objetivo es resolver por completo la contaminación transfronteriza, mientras que el titular de la EPA, Lee Zeldin, recalcó que el tema ha sido prioridad en sus diálogos con Trump.
En la reunión estuvieron también representantes de la CILA, CONAGUA y la Embajada de EE.UU. en México, consolidando un frente común para restaurar el equilibrio ecológico y sanitario en la región fronteriza.
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