En un contexto de creciente tensión económica entre México y Estados Unidos, la reciente imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos ha generado un torrente de reacciones tanto en México como al otro lado de la frontera.
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha señalado que esta medida no solo perjudicará la economía mexicana, sino que también tendrá un impacto negativo en los estadounidenses.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó que “los aranceles sin duda van a afectar a la economía mexicana, pero van a afectar más a los estadounidenses”. Esta declaración se respalda con el testimonio de dueños de empresas mayoristas en Estados Unidos, quienes anunciaron que tendrían que aumentar los precios de sus productos esta misma semana.
La vocera de la Casa Blanca, en respuesta a las preocupaciones de las grandes automotrices, informó que se suspenderían los aranceles en los vehículos provenientes de México, lo que pone de manifiesto la presión que enfrentan las empresas estadounidenses ante estas medidas.
Para entender el sentir del pueblo, ReporterosMX realizó un levantamiento de opiniones acerca de la situación actual. Un ciudadano expresó: “Pienso que esto es un acto de capricho; de alguna manera, como la economía mexicana está creciendo al mismo ritmo que la americana, parece que quieren frenar el avance de la economía mexicana. Además de su racismo, es un abuso de poder. Se mete con las economías más débiles”.
Otro ciudadana compartió su perspectiva: “No creo que sea un empresario inteligente; es un presidente que actúa por capricho. Su gestión como político le está fallando a su pueblo. Mientras tanto, nosotros en México tenemos una Presidenta que se preocupa por la gente. Los estadounidenses tendrán que enfrentar una crisis económica y financiera debido a estas decisiones”.
Las opiniones recogidas reflejan un fuerte descontento hacia la política económica del presidente estadounidense, a quien muchos consideran que actúa sin una estrategia clara y en detrimento de sus propios ciudadanos. La incertidumbre que rodea estos aranceles podría tener repercusiones significativas en el comercio bilateral y en la economía de ambos países.
Con la situación en desarrollo, queda por ver cómo reaccionarán los mercados y los consumidores ante estas medidas, y si habrá un cambio en la política económica que permita mitigar los efectos negativos tanto para México como para Estados Unidos.

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