Mayoría

Pocas veces atiendo a las voces que, desde la derecha, violentan sin escrúpulos a la verdad. Se pierden en narrativas plagadas de falacias y lamentos que provienen de mentes sin conciencia ni claridad sobre la verdad; actúan como sociópatas que pretenden subvertir la fuerza vital del cambio que se inició hace poco más de 4 años, el mismo que hemos estado luchando por lograr desde hace más de medio siglo, y que posiblemente le lleve a las generaciones más jóvenes, otras tantas décadas para verlo florecer en México.

La lucha ha tenido muchos tintes y etapas de desarrollo, que no han concluido y que requieren de seguir haciendo el esfuerzo cotidiano para consolidar lo conseguido, y para avanzar en los temas en que la administración actual ha decidido no intervenir aún, pero que reconoce que son de importancia capital para lograr el cambio profundo que demanda el Pueblo.

Lo que vivimos es solo el principio y la derecha no duerme, así que tampoco nosotros podemos dormir, no hay “laureles” sobre los cuales hacerlo, solo hay espinas y cardos que debemos reemplazar por espacios de desarrollo de la conciencia y la voluntad de la mayoría.

Las minorías depredadoras, saqueadoras, racistas y clasistas, no tienen escrúpulos para declarar que “el gobierno tiene al pueblo” y que “las mayorías son ignorantes y no deben ser quienes decidan ni gobiernen”. Piensan y abiertamente manifiestan que ellos son los únicos que deben tener el poder. Esta concepción de “democracia” es la que manejan y así son capaces de mentir sin ninguna vergüenza. No han acabado de comprender que, en la verdadera democracia, las mayorías mandan y el Pueblo verdadero, es mayoría y ahora si sale a votar y a marchar; ya no estamos solos.

Esta actitud y pensamiento han estado presentes entre algunos elementos económicamente privilegiados de lo que se ha dado en llamar la clase media aspiracionista, ya desde los finales de los 80, llevaron a la presidencia al padre de la corrupción moderna, Carlos Salinas de Gortari, quien por cierto, a su paso por la Facultad de Economía de la UNAM, se acercó al ala comunista que ahí existía, siendo uno de los primeros traidores del co-gobierno que tenía esa escuela.

Las formas en que engañaban (y lo siguen haciendo), estos seres desclasados y sin conciencia, incluían el enaltecimiento del individualismo por encima de todo lo colectivo, el interés personal por sobre toda ética y todo valor del grupo humano en el que se movían, intentando siempre utilizar a los demás para conseguir las metas que pudieran permitirles conseguir los privilegios y posiciones de poder que era lo único que perseguían, con un único fin egoísta y personalista.

En esos años pude ver, en cambio, a aquellos que cada día luchaban por construir la conciencia entre sus iguales, y que, al convertirse en líderes, procuraban servir con todo su ser a quienes les rodeaban, aún a costa de su propia seguridad, prestigio y posibilidad de crecimiento, buscando el desarrollo de su comunidad y dejando de lado lo personal e individual; así luchaban por construir un mundo más justo y mejor. Muchos murieron en el intento y la lista es interminable y sigue creciendo, pero el espíritu inquebrantable y la conciencia que dan los años de lucha conserva y hereda en los que vienen esa misma utopía que habrá de conseguirse, aunque quienes la iniciaron no la verán completa.

La combatividad constante y terca, casi necia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesaria para continuar luchando, es mejor no dar cuartel a la oposición de derecha y si alimentar a la naciente oposición de izquierda más radical que la que vemos actualmente en el poder, de ahí la necesidad comprendida y puesta en práctica de convocar a la marcha del 27 de noviembre por parte de él.

La actitud presidencial en el caso de los estudiantes de las normales rurales de Michoacán, fue de conciliación y en favor de ellos propiciando el diálogo con el gobierno michoacano y estableciendo una clara política pública de no represión, les dijo que hará lo posible para que sean liberados los detenidos, pero les pide que sus protestas no incluyan la violencia y ofrece una apertura permanente al diálogo, motivando para ello al Gobierno del Estado de Michoacán, específicamente en Chilchota.Esta postura de diálogo y en favor de la no violencia es la única que puede llevar a una auténtica renovación nacional.

Escuchar a todos y actuar en favor de la razón de la mayoría puede producir equivocaciones, pero por sí misma nunca será un error. La democracia ha de caminar así. Para los jóvenes de hoy, la carrera parece lenta y se impacientan, por eso empiezan a construir una izquierda más radical y lejos de los partidos políticos, es ahí en donde se requiere tener oídos que conduzcan a acciones para construir con ellos esas alternativas para lo que será su propio futuro. Actualmente una mujer o un hombre de entre 30 y 40 años ve muy lejos la posibilidad de tener una vivienda digna, en un lugar correcto y que sea propia sin tener que endeudar su futuro ad-infinitum.

Esta es una asignatura pendiente que hay que resolver en lo inmediato, especialmente durante este momento de gentrificación e incremento de los nómadas digitales de otros países hacia México. Un tema que habré de indagar un poco más y será motivo de otras entregas.

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