Los vínculos entre Maru Campos y César Duarte se basan en interacciones institucionales durante el gobierno del priista y en el “expediente X”, una investigación que la señaló por presuntos pagos provenientes de la red de desvíos de Duarte.
La relación entre Maru Campos y César Duarte no fue una alianza formal, pero sí existió un vínculo institucional mientras Duarte gobernaba Chihuahua y Campos era legisladora. Esto se desprende de registros periodísticos y cronologías políticas ampliamente documentadas.
Durante el periodo 2010-2016, Campos fue diputada local y luego diputada federal, años en los que mantuvo interlocución con el gobierno estatal para gestiones legislativas y presupuestales. Las interacciones entre ambos están documentadas en notas sobre la relación del Congreso local con el Ejecutivo, de acuerdo con información de El Heraldo de Chihuahua.
El punto central que conecta sus nombres públicamente es el “expediente X”, una investigación iniciada en el sexenio de Javier Corral que acusó a Campos de recibir pagos regulares provenientes de la administración de Duarte, presuntamente en forma de sobresueldos. Estos señalamientos fueron revelados mediante documentos y testimonios integrados por la Fiscalía estatal.
Campos negó haber recibido recursos ilegales, asegurando que el proceso tenía motivaciones políticas. Su equipo legal logró frenar el caso y no hubo sentencia en su contra, aunque el expediente se convirtió en uno de los elementos más citados para vincularla con la red financiera del duartismo de acuerdo con información de Milenio.
A pesar de pertenecer a partidos distintos —ella al PAN y él al PRI—, el caso dejó una conexión pública duradera. Su relación es analizada como ejemplo de posibles puentes entre estructuras priistas y actores opositores en Chihuahua durante el sexenio de Duarte de acuerdo con análisis de Sin Embargo.


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