Un poco de historia siempre ayuda a comprender las razones y los hechos actuales en todos los ámbitos. El caso de los trabajadores de aviación no es una excepción. Vale la pena mirar cuál es el origen social y económico de la mayoría de los trabajadores de aviación.
Hasta hace pocos años, para poder acceder a un puesto en el que se tuviera contacto con el público, era preciso manejar al menos 2 idiomas, el propio e inglés. ¿Quién podría hablar y escribir inglés correctamente sin haber egresado de algún colegio privado? No era común encontrar trabajadores que no hablaran inglés en áreas de contacto con el público, especialmente en puestos de sobrecargo o de piloto y menos si su formación primaria, media y media superior fuera realizada en una escuela pública.
Esta condición, hacía que la formación de los trabajadores tuviera las características de la clase media elitista, clasista y pequeño burguesa por decir lo menos. Yo mismo tuve la experiencia de trabajar en ese medio por mucho tiempo, encontrando siempre muros para conseguir algo de conciencia de clase entre mis compañeros; había quienes decían que había sido un error de James Knox Polk, presidente de los Estados Unidos durante la invasión de 1847, no haberse anexado todo el territorio y que había sido peor haber corrido a los franceses.
La formación de los trabajadores de aviación, los hace proclives a no aceptar las posturas del actual Gobierno de la República Mexicana, presidido por Andrés Manuel López Obrador porque los privilegios y posturas de su estamento social, les hacen preferir estar en contra del AIFA, aunque reconocen que es la única opción real para mejorar el servicio de y hacia la Ciudad de México y su área conurbada.
Desde el inicio de los primeros vuelos comerciales, los tripulantes de las aeronaves eran considerados una especie de héroes porque se consideraba que su trabajo era muy arriesgado y efectivamente, lo era. Esa condición les dio la posibilidad de conseguir condiciones laborales extraordinarias y muy por encima del resto de los responsables de que ellos pudieran subir, con altos márgenes de seguridad, a surcar los aires.
Esta particularidad de su trabajo, les hace elevar el ego hasta las alturas a las que vuelan. Los trabajadores que conforman las tripulaciones en México, agrupados en 3 diferentes asociaciones sindicales, a las dos más antiguas y representativas, ya nos hemos referido con anterioridad, más es preciso volver a mencionarlas; la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) y la Asociación de Sobrecargos de Aviación (ASSA).
La tercera organización a que nos referiremos hoy, tiene un obscuro pasado con actitudes entreguistas, porriles y de nulo respeto a sus agremiados y compañeros de clase. Siempre ha actuado aliada a la patronal, y en su momento, a los gobiernos represores y anti obreros del sexenio de José López Portillo y del neoliberal Miguel de la Madrid. Han sido rompe-huelgas, como el caso de Air France y de Pan American World Airways en los 80 y de usar prácticas porriles contra los trabajadores de Mexicana de Aviación en los 90.
Esta organización, llamada Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, ha pactado el recorte de personal de gran cantidad de trabajadores de Aeroméxico Connect en clara actitud de “vender” los derechos de los trabajadores, reprimiéndoles y despidiendo a quienes estorban a sus fines, siempre con el silencio cómplice de los funcionarios de la Secretaría del Trabajo.
El llamado STIA, emplazó a huelga a Aeroméxico Connect y en lugar de mejorarlos, se quedó con parte de las prestaciones que corresponden a los trabajadores, lo mismo que ASSA, aun en contra de la decisión de su asamblea. Su actitud será siempre la de obtener beneficios personales para ellos y no para sus agremiados y eso obstaculiza la movilización de más vuelos al AIFA.
La mayor parte de los trabajadores de la élite de la aviación no quiere volar al AIFA, como afirma Ximena Garmendia, quien fuera Secretaria de Actas de ASSA antes de la llegada de Ricardo del Valle Solares para perpetuarse como Secretario General violentando la democracia sindical que era ejemplar en esa organización. La influencia del reaccionario Ricardo del Valle, ha permeado en sus agremiados y los hace creer en las mentiras que espetan en contra del AIFA.
Estas actitudes de la dirección de ASSA y de ASPA, han hecho olvidarse por completo, de los justos reclamos de recuperar los bienes intangibles de la Compañía Mexicana de Aviación S. A. de C. V., tales como los slots que siguen siendo explotados por otras líneas aéreas, y que podrían ser utilizados en favor de la liquidación de todos los trabajadores de esa que fue la primera línea aérea de México y la cuarta a nivel mundial.
La operación del AIFA enfrenta muchas opiniones contrarias, pero como ya se está empezando a ver, será la primera opción para la mayoría de los usuarios del servicio de transporte aéreo nacional y de todos los trabajadores de tierra.
Hasta hoy, seguimos en espera de la llamada del SINACTA para conocer su situación actual y su posición frente a la operatividad del AIFA.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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