Injusto para el sol es tu reproche,
que esa sombra que pasa y que te ciega,
es una sombra, pero aún no es la noche.
Manuel Acuña, A una flor.
Como a muchos de ustedes seguramente les sucedió, a resultas del período vacacional decembrino, me fue posible convivir con muchas personas queridas con las que a lo largo del año nos habíamos mantenido alejados. En mi caso, tuve la fortuna de pasar algunos días con dos jóvenes mexicanas, a quienes admiro y considero particularmente sensibles, informadas e inteligentes. Ambas, desde hace unos cinco años, radican en Europa. Una de ellas vive en París y la otra en Berlín; para no balconear a nadie, digamos que Mademoiselle Lapin estudia un posgrado en una universidad pública parisina y trabaja dando clases de inglés, mientras que Frau Hartnäckigkeit, luego de terminar una maestría se quedó a trabajar en una ONG global que tiene como objetivo combatir la corrupción. Durante su estancia en México, convivieron con amistades, la mayoría sus coetáneos, y familiares. Mientras nos agasajábamos con unos tacos de antología, antes de su regreso pudimos conversar sobre cómo veían las cosas en el país. Para decirlo pronto, las dos opinan que en general ven todo mejor y que la perspectiva es que en el futuro próximo sigamos en esa dirección. También pudimos hablar de algo que nos desconcierta profundamente a los tres: la gente cercana que se mantiene ya no digamos escéptica, sino ferozmente crítica frente a los logros de la 4T. Sin problema, podemos sintetizar esa postura en estos términos: todo lo que ha hecho, hace y seguirá haciendo AMLO-Morena-Claudia-la4T está muy mal y es, obvio, un peligro para México. Como suele suceder desde hace mucho en un montón de sobremesas y pláticas con otros amigos, fue obligado que llegáramos a la expresión de un asombro, un asombro que, apuesto, buena parte de quienes me están leyendo han experimentado también: ¿pues que no ven la misma realidad? ¿En qué mundo viven? ¿De verdad perciben que las cosas están tan mal como dicen o de plano mienten? En algún momento, se agregó otro ingrediente: además, ¿no están viendo que México es hoy un oasis de esperanza y optimismo en medio de un panorama mundial indiscutiblemente adverso, desbarajustado y, sin exagerar, que más que angustia causa miedo, un miedo racional y perfectamente fundamentado?
Hace unos días se publicó el más reciente informe anual de Latinbarómetro, una organización privada sin fines de lucro, con sede en Santiago de Chile, especializada en realizar estudios de opinión pública en América Latina para analizar actitudes, valores y percepciones sobre temas políticos, económicos y sociales. Latinobarómetro comenzó a funcionar en 1995, cuando realizó su primera encuesta regional. Levanta encuestas anuales en hasta 18 países latinoamericanos, en los cuales habita el 99% de la población de la región. No es exagerado decir que sus reportes se han convertido en una referencia indispensable para académicos, gobiernos, organizaciones internacionales y medios de comunicación. Bueno, pues resulta que el último reporte de Latinbarómetro aporta un combo de datos para que nuestro asombro frente a la pejefobia ampliada se magnifique… Van algunos botones de muestra:
- El nivel de satisfacción de la democracia mexicana alcanza 50% en el estudio Latinobarómetro 2024, y ese es el nivel más alto jamás reportado. Nunca antes tanta gente en nuestro país había estado tan conforme con el sistema democrático. Repito, la mitad de los encuestados dijo estar muy o algo satisfecho con el funcionamiento de la democracia en el país. Y del lado de la 4Tfobia radical, el expresidente Zedillo salió con la babada de perico de que México había perdido su calidad de país democrático… Su error de enero.
- Por el mismo estudio podemos saber que la percepción de progreso se triplicó en seis años: la gente que opina que el país está progresando subió de 14% en 2018 ¡a 45% en 2024! Y claro, se trata del porcentaje más alto de percepción de progreso en México que Latinbarómetro ha registrado desde su inicio en 1995. Comparen: en Argentina, Chile y Perú, apenas el 21, el 19 y el 11% de los encuestados, respectivamente, opinaron que sus países progresan.
- El 59% de los mexicanos espera una mejoría en su economía en el año. Dicho con otras palabras: al arranque del segundo piso de la 4T, el optimismo económico campea. Y, de nuevo, es el nivel más alto en 30 años: nunca antes habíamos sido tantos los que, considerando la situación de nuestros gastos e ingresos, pensamos que es justificado creer que las cosas nos irán mejor.
Comentando esta información, mi buen amigo Manuel Campos me cuestionó en X: ¿cuál es tu teoría u opinión de por qué hay tanta gente (dejando fuera a los voceros y escribidores de la derecha) creyendo que México va mal? La pregunta, por demás pertinente, expresa el asombro del que yo hablaba antes. Y el paréntesis que incluye @macampos52 es importante, porque ciertamente en el origen del asombro no están los que repelan, gritonean, insultan y desinforman a partir de mentiras sabiendo que están mintiendo. Asombran quienes dicen que todo está mal y creen realmente eso.
En principio hay que decir lo obvio: la respuesta no puede ser una sola, esto es, sería prácticamente imposible que una única explicación nos permita entender a toda la gente que se encuentra en tan lamentable situación —lamentable, porque quien percibe que le está yendo del diablo necesariamente siente eso y por tanto efectivamente le está yendo del diablo—. Con todo, hay una posible respuesta que permita comprender el martirio de buena parte de los furibundos aludidos. Trato de esbozarla…
Nociones como los pobres son pobres por flojos, a los pobres hay que enseñarles a pescar y no regalarles pescados, si bien son parte de una ideología específica, también funcionan como elementos fundamentales de la cosmovisión de la persona que cree eso. La cosmovisión de un humano le permite organizar el mundo y entenderse así mismo en el mundo. Así que, cuando la realidad contradice palmariamente tu cosmovisión, consecuentemente el mundo se vuelve un sitio confuso y peligroso en el cual te sientes del todo inseguro. ¿Qué haces entonces? Optas por negar la realidad antes que permitir que se fracture tu cosmovisión. O expresado en términos más simples: si las cosas no son como yo creo, pues las cosas están mal. Si esto es así, en realidad quienes están más asombrados no somos los que estamos contentos.
- @gcastroibarra
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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