Menos cuando se trata de esclarecer si alguien es víctima de persecución política y menos si hay de por medio algún tipo de violencia de cualquier tipo contra cualquiera, especialmente cuando se trata de las mujeres.
Pero todo esto viene a colación del suceso en la Cámara de Diputados donde el actor del desaguisado vuelve a ser Cuauhtémoc Blanco. Para empezar, vayamos un poco atrás: el gobierno de Morelos durante el sexenio del ex jugador pasó con más pena que gloria; desde su nada atinado ejercicio de gobierno, hasta las diversas acusaciones tanto de corrupción como el abandono del estado dejándolo a merced de sus operadores.
Esto por supuesto que no pasó desapercibido por la entonces candidata a la presidencia de la república quien, en un acto a puerta cerrada, señaló el entorpecimiento de las acciones de Cuauhtémoc al proyecto de la entonces candidata a gobernadora. No obstante lo anterior y fiel a la dinámica de MORENA de tapar el sol con un dedo, se premió al ahora ex gobernador con una diputación federal que más pareciera servirle por aquello del fuero que por el aporte legislativo que pudiera ofrecer.
Ahora el problema está en esta serie de acusaciones que se vienen encima para el morenista; por supuesto que en este país (se supone) existe la presunción de la inocencia, pero la cuestión acá radica en el impacto negativo que se genera hacia la ciudadanía. Digamos que más allá de adoptar una posición firme y clara en la que se someta el señalado al marco de la legalidad y la legitimidad, se opta por operar para que la maquinaria aplastante de la mayoría, no permita que se investigue si existe o no alguna falta, más allá de la gravedad del supuesto o probable delito.
Eso es lo que hoy en día lastima al movimiento, que lejos de que MORENA se auto obligue a demostrar la probidad de todas y todos sus principales liderazgos, se prefiera dejar trozos enormes de dudas que comienzan a fracturar la vida interna del movimiento en general. Esto no significa que se ponga a Cuauhtémoc como culpable en automático, sino que pareciera o se da la impresión de que lo verdaderamente importante es cobijar al señalado que demostrar su inocencia por los causes adecuados o como resultado de las investigaciones.
Nuevamente mal, muy mal queda MORENA en la Cámara de Diputados de frente a la nación, se sigue con la lógica de evidenciar las diferencias al interior, de establecer la ley del más fuerte o el que más adeptos tiene para continuar con el control de las voluntades a manera de demostrar un músculo que se va haciendo más flácido para la ciudadanía que sigue creyendo en un proyecto encabezado por Sheinbaum.
A como están las cosas, todo parece indicar que el proceso de descomposición irá en aumento sin que se vea posibilidad de detenerlo, en una de esas y teniendo el contexto de la aparición de nuevas fuerzas políticas, no se dudaría ni tantito que los de enfrente se organicen y les den un buen susto para el 2027.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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