Ley de aguas pasa tras 24 horas de discusión

La Cámara aprobó con 324 votos el nuevo marco hídrico y envió la minuta al Senado. El debate dejó insultos, empujones y rostros agotados.

La Cámara de Diputados aprobó en lo particular la nueva Ley General de Aguas. También avaló reformas a la Ley de Aguas Nacionales. La votación cerró con 324 a favor, 118 en contra y 2 abstenciones.

Morena y aliados empujaron el dictamen. PRI, PAN y MC votaron en contra. La petista Patricia Galindo rompió con su bancada y rechazó el proyecto. Además, Aracely Cruz y Araceli Mendoza se abstuvieron.

Tras la votación, la Cámara envió la minuta al Senado. El trámite comenzó hoy mismo. Afuera, grupos de productores siguieron atentos. Dentro, los asesores repartieron cafés y sueros.

El debate se extendió 24 horas sin pausa. Hubo gritos, empujones y ofensas. En un punto, panistas corearon “putos, putos” a diputados del PT. El salón se tensó y la Mesa pidió calma.

Cerca de la 1 de la mañana, la mayoría aprobó 18 reservas. Con eso atendió inquietudes de productores sobre permisos y concesiones. Ricardo Monreal ofreció revisar artículo por artículo.

Por la madrugada, el cansancio pegó fuerte. Varias y varios oradores se equivocaron al leer. Muchas curules quedaron vacías por ratos. Aun así, las bancadas mantuvieron el pulso.

Los coordinadores buscaron recortar la lista de oradores. El PAN aceptó. El PRI no cedió y Rubén Moreira estiró el debate. Sus compañeros admitieron que quería salir en los noticiarios matutinos.

MC sí acortó su participación. Llevó la mayoría de sus discursos al diario de los debates. El resto siguió con rondas largas. Morena registró reservas y luego las retiró para sostener el micrófono.

El clima subió de tono. Theodoros Kalionchiz llamó “bola de calientacurules” a la mayoría. Ofreció su sueldo y aguinaldo “que no los necesito” para una consulta indígena.

Más tarde, César Alejandro Domínguez pidió a Sergio Gutiérrez Luna quitarse una chamarra con el logo de Morena. El vicepresidente dijo que lo consideraría y después se la quitó.

La morenista Cintia Cuevas encaró a Moreira por la masacre de Allende. El priísta respondió que no era gobernador en 2011. También arremetió contra Luis Cresencio Sandoval por supuesta inacción.

Hacia el mediodía, los coordinadores lograron un acuerdo. Pasaron de 80 a 16 oradores. El tono bajó un poco y las intervenciones se agilizaron. Varias diputadas respiraron con alivio.

En el cierre, Monreal habló de un debate intenso. Afirmó que el acuerdo permitió encarrilar la sesión. De otro modo, dijo, se habrían ido “toda la tarde y parte de la noche”.

Para las y los productores, la herencia de títulos y concesiones quedó a salvo, según la mayoría. La oposición exige consulta indígena y reglas claras. El Senado tendrá ahora la última palabra.

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