LAS ENCUESTAS DEL INE

Opinión de la Mtra. Patricia González Miranda

El debate central respecto a las modificaciones al Instituto Nacional Electoral es si los consejeros y magistrados electorales deben ser elegidos por el pueblo. Dicho Instituto, árbitro electoral, ha sufrido muchas modificaciones a lo largo de su historia, pero sin duda, ésta es la más importante.

El asunto en específico de que se vote para candidatos a puestos en el Instituto Nacional Electoral en lugar de hacer carrera dentro del organismo es una propuesta muy novedosa por parte de nuestro Presidente. Y quizá valdría la pena experimentar al respecto. Es novedosa porque en ningún país del mundo se elige a los árbitros electorales, así como a ningún otro servidor público con excepción de los ya conocidos: 

Sin embargo, existen países cuya gente vota por su representante ante organismos internacionales, como el Parlamento Europeo y quizá nuestro equivalente sería el G20 (Grupo de los Veinte). Quizá, también, valdría la pena que los mexicanos pudiéramos votar por nuestro representante para dicho organismo.

La representación popular en un instituto cuya principal labor es ser árbitro es claro que genera polémica, porque es una carrera, como en la diplomacia. No existe ningún antecedente similar en el mundo y México sería el primero en hacer el experimento, lo cual es viable y quizá hasta se asiente precedente con ello. 

Por ser una situación novedosa y experimental, habría que hacerlo muy bien, con rigor científico: informar a todos los mexicanos de los pros y contras, crear las planeaciones y requisitos de forma clara y precisa, etcétera, con el fin de contar con todas las pruebas y argumentos. Como en un experimento científico. Eso daría más seguridad a todas las personas.

La mayoría de la población mexicana confía en nuestro Presidente, y sin duda se le apoyará en este sentido, tal como se vio en la encuesta realizada por el INE. ¿Por qué esconderla? Por temor. Es un paso muy importante que nos saca a todos los mexicanos de lo ya conocido, no nada más en México, sino en el planeta entero. Y ante eso siempre habrá desconfianza e inseguridad.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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