Las armas las carga la ultraderecha

Ahora que la agonía de PAN, PRI y MC es evidente, la ultraderecha empieza a mostrar diferentes rostros, buscar espacios y robar posiciones.

Por un lado, la muerte inminente de los partidos tradicionales y, por el otro, el inicio de un sexenio inédito en la historia de México. Escenario propicio para surgir como fuerza social que nutra al mito de la inseguridad como principal problema del país.

Momento en el que la Asociación Mexicana de Usuarios de Armas de Fuego AC, encabezada por Luis Antonio Merino, toma las calles en una marcha que no llega a 30 integrantes y se expresa frente al Senado donde entregaron una carta dirigida a Ifigenia Martínez para impulsar la práctica del artículo 10 de la Constitución que permita que la población esté armada, sin acreditación.

Reclama la selección de la sedeña que crea filtros para definir a las personas que pueden usar las armas de fuego, a lo que llaman decisión arbitraria, ya que, según ellos, es un derecho de todos los mexicanos. Según Antonio Merino “Portar un arma de fuego para nuestra seguridad, con sus respectivos permisos o licencia, no te hace un asesino ni un delincuente, es para defender el bien jurídico tutelado más preciado, el cual es la vida y la de nuestra familia, un ciudadano legalmente armado es el complemento, no el sustituto de la seguridad pública”.

Esta propuesta fe apoyada en 2016, en vísperas del sexenio de Morena, por el entonces senador del PAN; Jorge Luis Preciado, quien propuso la modificación del artículo 10 de la Constitución para extender el derecho a poseer armas a negocios y automóviles del usuario.

Es decir, anula cualquier organismo de seguridad, pública o privada que pudiera reducir la inseguridad relativa a la delincuencia común. A la petición de esa minoría hicieron eco algunos medios convencionales a pesar de que saben que detrás de esa agrupación está un partido político de ultraderecha llamado Partido Libertario, encabezado por Víctor Hugo Becerra, Rubén A. Flores y Guy Verdi, con sede en el Barrio Antiguo de la Ciudad de Monterrey. Una sucursal a ritmo de acordeón y bajo sexto del partido argentino de Milei.

En su declaración de principios, que recuerda cualquier discurso al azar de Javier Milei, señala: “Nuestra visión es clara: construir un país próspero y pacífico, donde los habitantes gocen de la libertad de generar riqueza, progreso y bienestar, respaldados por el respeto a los derechos fundamentales, la salvaguarda de la vida, la seguridad y paz social, la protección de la propiedad privada, y la promoción del estado de derecho, igualdad jurídica, libertad económica y social de cada individuo. Abogamos por limitar las funciones del Estado a seguridad, justicia, telecomunicaciones, salud, relaciones internacionales, buen gobierno y defensa de la soberanía nacional”.

Añade: “Se debe promover una participación amplia de la iniciativa privada en salud, educación, energía, agua, telecomunicaciones, transporte, ciencia y tecnología, sin descuidar a los sectores más vulnerables. Promovemos el federalismo, otorgando mayor autonomía a los gobiernos municipales para su desarrollo con recursos propios, atrayendo inversión privada y mejorando las condiciones de vida de los mexicanos”.

Además, exigen: “el libre mercado de mercancías y capitales para el desarrollo individual y empresarial de México. Defendemos la propiedad privada, la libre competencia y activamente evitaremos la creación de monopolios u oligopolios que perturben el ciclo económico”.

Entre los “anhelos” de los milites está: “Un país donde puedas portar un arma para tu legítima defensa…”

Mientras el gobierno reclama las ventas de armas que según la Corte Suprema del vecino país, deben investigarse, como empresas como Smith & Wesson Barret, Glock, entre otras, que venden armas a los narcotraficantes, la AUAF, insiste en que los mexicanos que puedan adquirir un arma de fuego, deben tenerla y usarla, contra quienes ellos consideren que son delincuentes.

En la tienda que se ubica en el centro de esa ciudad norteña, pueden encontrarse playeras con la imagen de Pinochet. Milei, Porfirio Díaz, y otras con caricaturas ofensivas contra el Che Guevara, y otros personajes progresistas.

No desperdician espacios para demostrar que existe una íntima relación entre la Asociación de Usuario de Armas de Fuego y ese partido que seguramente tiene muy pocos militares y carece de registro, pero seguramente buscará a personajes como Eduardo Verástegui y la ultraderecha española para fortalecerse en México y qué mejor que la sultana del Norte para arrancar el largo viaje al pasado.

La ultraderecha sabe que por la vía de las urnas nunca podrá tener un espacio político en México, pero por la fuerza de un golpe de Estado podría encontrar en el intento aliados importantes que hasta pueda cederles el mando de un gobierno espurio.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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