2023 comenzó con varias noticias interesantes para la vida política de nuestro país, pero quizá en los días del 2 al 11 de enero, lo más noticioso sea la elección de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que desde este momento estará a cargo de Norma Lucía Piña y por supuesto la visita de Biden y Trudeau a nuestro país con motivo de la Cumbre Anual de los líderes de América del Norte.
De ambos temas se ha hablado a profundidad por la trascendencia que tienen para la política interior y exterior del país y no es para menos, estamos ante dos casos que impactarán de manera significativa el acontecer político, y, en consecuencia, irán acaparando la atención de los analistas que no dejan pasar oportunidad para desinformar “debidamente” lo que considerarán “las derrotas” de López Obrador.
Para muestra un botón: basta una ligera revisión de la elección de la Suprema Corte para ver la manera en que la cada vez más rapaz oposición (hoy de plácemes), trata de agenciarse el triunfo de Norma Lucía utilizando a sus voceros de la prensa, sin saber que la traición generada en la élite de la SCJN y su amplia red de complicidades para alcanzar la presidencia, poco a poco se les puede revertir, ya sea en este sexenio o en el otro. Hasta parece raro que a estas alturas los autores intelectuales de dichas complicidades se olviden de un clásico de la literatura universal como es el Príncipe de Nicolás Maquiavelo. Una revisadita al capítulo 8 de aquella publicación no les caería nada mal, “no se puede llamar virtud, el asesinar a sus ciudadanos, traicionar a los amigos, no tener palabra; estos medios harán ganar poder pero no gloria”
Pero bueno, la experiencia nos dice que cada semana es tema nuevo y que cada tema o noticia tienen periodo de caducidad, así que la elección de la corte se esfumará como muchas otras que tiene programada la red anti AMLO. Por lo tanto, seguramente la próxima semana ya estarán hablando los opositores de la vestimenta del presidente o su lenguaje corporal durante la visita del canadiense y el estadounidense.
No obstante, la realidad es que el tiempo se le vino encima al PAN, PRI y lo que sea que representen sus diversos aliados, los próximos cuatro meses oscilarán entre las elecciones de Coahuila y el EDOMEX, pasando por la elección de los 4 consejeros del INE incluyendo a los verdaderamente impresentables Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama. Por lo tanto, las baterías cargadas de mentira, difamación y manipulación, en buena medida se destinarán a los comicios y a la rebatinga del INE. De ahí que estaremos llegando al mes de junio con los triunfos virtuales de MORENA en ambas entidades y muy próximos al inicio del año electoral con rumbo al 2024.
El caso es que se les vino la noche a los detractores de López Obrador, no tienen el tiempo suficiente para posicionar a un aspirante y lejos están de presentar un proyecto que de alguna manera pueda representar o hacer que la ciudadanía se sienta representada. Por esa razón, cada día encontraremos más y más campañas de desinformación y de odio a la que destinarán cuantiosos recursos, quizá como nunca se haya visto y miren que ya en la elección del 2006 vimos cada cosa que ni a la revista el “alarma” se le hubiera ocurrido. Con todo eso y coincidente con las voces que señalan a una oposición derrotada, toca entonces al lópezobradorismo y a los genuinos representantes de la Cuarta Transformación (los poquitos que hay) alejarse de las pugnas intestinas tan similares a las del PRD. Probablemente en buena medida ahí radique el triunfo. No vaya a ser que la soberbia y la ambición de muchos les complique el escenario.
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