LA LUCHA POR LA ENERGÍA ELÉCTRICA

El 7 de abril del 2022 el Instituto Nacional de Formación Política de Morena y el Club de Periodistas de Periodistas de México A.C., llevaron a cabo el Foro La Luz de la Reforma: Por la Soberanía Energética. El foro contó con exponentes como: Rafael Barajas El Fisgón¸ el Dr. Ángel Balderas Puga, la diputada federal Andrea Chávez, el politólogo Abraham Mendieta, la Dra. Violeta Núñez Rodríguez, Rodolfo Sánchez Mena, la secretaría general de Morena Citlalli Hernández, entre otros más. El objetivo del foro era elevar la calidad del debate en torno a la reforma constitucional en materia energética, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para revertir los aspectos más perniciosos de la Reforma Energética, aprobada por Enrique Peña Nieto en el 2013. 

Se discutieron los puntos principales de esta reforma: la energía como bien público; la modificación a los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución, en materia de energía; la priorización de la energía hidroeléctrica; la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como responsable del control y planeación del Sistema Eléctrico Nacional; y el litio como material estratégico que no podrá ser concesionado a extranjeros. A pesar que esta reforma no alcanzó la mayoría en la Cámara de Diputados, se reformó la Ley Minera con el objetivo de reservar al Estado la exploración y explotación del litio, el cual fue aprobada tanto por los diputados como los senadores hasta ser publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de abril del 2022. ¿Cuál es el papel fundamental de la electricidad en la historia de México? Y ¿Por qué se debe de haber una lucha social por la soberanía energética?

La electricidad ha sido un importante factor de progreso en la historia de México mucho antes de la nacionalización de la industria eléctrica por el presidente López Mateos en 1960. Desde que la compañía Knight instaló 40 lámparas eléctricas incandescentes en Ciudad de México en 1881, la industria eléctrica estuvo en manos de compañías estadounidenses y canadienses, interpretando las leyes mexicanas a su conveniencia para obtener concesiones ilícitas y facilitar el trabajo a las industrias minera y textil. Hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, grandes esfuerzos se realizaron para acrecer la producción y quitarle el monopolio de una industria tan importante a las compañías trasnacionales.

El 14 de agosto de 1937, el gobierno de Cárdenas creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que organizaría y dirigiría un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales. Gracias a la fundación de la CFE, se les dio importancia a las estaciones hidroeléctricas frente al carbón, como la estación hidroeléctrica en Oaxaca fundada a finales de 1939. La generación de energía eléctrica para el servicio público pasó cerca de 1,600 millones de kilovatios-hora en 1934 a 2,125 millones en 1940. 

En lo que toca a la nacionalización de la industria eléctrica en septiembre de 1960, la generación de energía eléctrica era aún controlada por empresas extranjeras. El presidente Adolfo López Mateos buscó aumentar el nivel de electrificación del país, por lo que nacionalizó la industria eléctrica, mediante la adquisición de la gran mayoría de las acciones y bienes de las empresas de la estadounidense American and Foreign Power Company y la canadiense Mexican Light and PowerCompany. Una vez aprobado por el Congreso de la Unión, a la nación le corresponde la exclusividad para generar, conducir y abastecer energía.  Puedo citar un pasaje de una carta escrita por el presidente López Mateos al pueblo mexicano con motivo de este acontecimiento: 

Una cosa es obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia eléctrica y petrolera…Sólo un traidor entrega su país a los extranjeros; los mexicanos podemos hacer todo mejor que cualquier otro país.

Este mensaje fue profético, porque en los gobiernos de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón, bajo la influencia del Banco Mundial, se abandonó la independencia energética para abrir las puertas del sector energético para favorecer a las empresas privadas como Iberdrola, Enel, Naturgy y Mitsul. Como he mencionado en columnas anteriores, la misión del presidente López Obrador es dejar a país con autosuficiencia energética, a pesar del incremento de los precios de los carburantes a raíz de la guerra entre Ucrania y Rusia. 

Pero el 4 de abril de este año, ocurrió un acontecimiento relevante, el gobierno federal acordó la compra de 13 de 27 plantas de generación eléctrica que posee Iberdrola, la compañía española en México, en una operación de cerca de 5 mil 943 millones de dólares que permitirá a la CFE, bajo la dirección de Manuel Bartlett Díaz, aumentar su producción a 55 % del fluido del país, en lugar del 39.6%.

Rogelio Ramírez de la O, titular de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, detalló que esta operación se formalizó con un memorando de entendimiento y se realizará por medio del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), descartando que la transacción implique un aumento de la deuda pública presupuestal. Además, la compra se procesará durante los próximos cinco meses y será vigilada por la dependencia a su cargo. La compra de estas plantas recibió el aplauso de los simpatizantes del presidente y críticas de parte de la oposición, aquellos que impidieron la aprobación de la Reforma Eléctrica y según una nota del Financiero “la compra ahuyentara las inversiones de otras empresas productoras de electricidad, en vez de invertir en proyectos de energías renovables”.  

La promesa del presidente López Obrador parece cumplirse, el que México obtenga su soberanía energética sin depender del extranjero, como se vio en la severa tormenta invernal que golpeó a Texas en febrero del 2021, estado suministrador de gas natural de varias centrales eléctricas de México. 

En una entrevista de los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela a Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, para su libro La Disputa por México, menciona la gran responsabilidad de la conducción y fortalecimiento de Pemex y la CFE, empresas estratégicas para el desarrollo nacional y la obligación de cuidar el mercado interno, para que el país tenga una plataforma cuando se vayan en el 2024. No hay que bajar la guardia, la lucha por la soberanía energética iniciada por Cárdenas y López Mateos debe de tener una continuidad e impedir que el monopolio de una industria tan importante caiga en manos de las compañías trasnacionales. 

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA 

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