La juventud es una construcción sociocultural en el tiempo y espacio, es la temporalidad etaria uno de sus rasgos fundamentales; pero en México además los jóvenes se han definido también por su participación o involucramiento en los procesos de cambio social. Las identidades de los jóvenes son diversas, y generan también sus propias perspectivas culturales, sociales, políticas, acordes a sus gustos, preferencias, libertades, filias, fobias, etc. Hay jóvenes que participan activamente, otros de manera más silenciosa, algunos a través del ejercicio del voto, y un sector importante lo hace desde sus propias comunidades en diversos proyectos en su mayoría desde la autogestión.
Lo central de la cuestión de los jóvenes en el marco de la Cuarta Transformación es que los chavos dejaron de ser excluidos y etiquetados como lo fueron en el neoliberalismo; ahora están en el centro de las políticas públicas y son protagonistas de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, para la inserción en el mundo laboral, o Jóvenes Escribiendo el Futuro, para acompañar el derecho a la educación de derechos asociados como lo es una beca para que ningún bachiller abandone sus estudios por razones económicas.
Hoy los jóvenes ya no son “Ninis” (que ni estudian ni trabajan) como de manera cínica y cobarde los estigmatizaron los intelectuales orgánicos del neolberalismo, hoy los jóvenes tienen la confianza que marca el deber ser del Estado Mexicano como sujetos de derechos y orgullo del presente y porvenir de un país en crecimiento. En términos generales en el gobierno de AMLO han sido precisamente la educación y el empleo para los jóvenes los pilares del nuevo régimen.
En el caso de Jóvenes Construyendo el Futuro, la 4aT ha invertido 109 mil millones de pesos y para inicios de 2024 había ya 2.8 millones de jóvenes beneficiarios, de los cuales el 58 por ciento eran mujeres y el 42 por ciento hombres.
Este programa consiste en pagar a mujeres y hombres de 18 a 29 años por trabajar durante todo un año como aprendices en fábricas, empresas, comercios, talleres, instituciones, entre otros ámbitos de sectores productivos. Para 2024 los jóvenes reciben del gobierno federal un salario que asciende a 7 mil 572 pesos depositados a través del Banco del Bienestar. Es un programa que se opera a través de una plataforma y sin intermediarios para que efectivamente los jóvenes sean beneficiarios directos.
Algo muy importante que ha logrado el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro es que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 6 de cada 10 beneficiarios encuentran trabajo o emprenden una actividad productiva tras participar en la iniciativa; es decir en efecto se insertan en las posibilidades del mercado laboral.
En el ámbito educativo, el padrón único del Programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez correspondiente a 2023 reportó 12.5 millones de beneficiarios con una inversión de 80 mil millones de pesos.
En educación media superior, el Gobierno de México registró hasta 2023, 5.8 millones de beneficiarios, 48.5 hombres y 51.4 mujeres, con una inversión de 35 mil 600 millones de pesos. En cuanto a educación superior acceden a becas 620 mil estudiantes, 42.6 por ciento hombres y 57.3 por ciento mujeres, a partir de una inversión de 10 mil 900 millones de pesos.
En el caso de esta política de becas en la media superior, que es la edad más difícil porque es la edad de la adolescencia, se ha logrado reducir considerablemente la deserción escolar, el abandono de la escuela, lo cual es muy importante para a su vez alejar a la juventud de la violencia y los grupos criminales.
Los números a veces pueden parecer fríos, pero lo logrado con estas grandes políticas para los jóvenes es histórico, y ofrece un oasis de posibilidades positivas a cientos de miles de vidas, que son realidades, que son personas con sueños, libertades y derechos. Además existe otros programas y políticas a favor de los jóvenes como las más de 200 nuevas universidades.
Tras la larga y negra noche neoliberal que desmanteló el presente y futuro de generaciones enteras para los jóvenes, la realmente nueva política pone a los jóvenes en el centro significa un oasis de oportunidades; por ello la concientización de lo logrado y las luchas por lo que falta por ganar son vitales. Los jóvenes son transformadores, no reaccionarios ni conservadores.
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