La guerra sucia contra AMLO

Opinión de Juan Rosales

Al escribir estas líneas escucho un alarmante resumen de las diversas narrativas disfrazadas de informaciones que los medios corporativos nacionales e internacionales, opinólogos y pseudoperiodistas, e inclusive políticos estadounidenses, se han propuesto darle toda la cobertura a su alcance a lo que constituye un escalamiento de la infodemia en contra del presidente y su gobierno.

La amplitud de la temática sobre la cual se lanzaron de manera coordinada, mostrando, como lo saben hacer, un “nado sincronizado” distorsionador de la realidad, inicia con el asesinato de dos religiosos y un laico en la sierra tarahumara en el estado de Chihuahua, vinculándolo con el supuesto incremento de la violencia en todo el país, en particular de los homicidios dolosos; la inflación y el aumento de las tasas de interés, por parte del Banxico, que según la derecha alcanzan niveles “históricos”; la negativa por parte de la Administración Federal de Estados Unidos de otorgar a México la categoría 1 y mantenerlo en la 2 de acuerdo con la Organización de Aviación Civil Internacional, lo cual llena de gozo a los opositores, así como el sobrecosto que está teniendo la construcción de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, como si esa “vigilancia” en el gasto público la hubieran mantenido siempre en los sexenios anteriores.

El tratamiento mediático que dieron a esa diversidad de asuntos se enmarca en la guerra sucia, de por sí cotidiana, que los medios corporativos y sus socios extranjeros mantienen cotidianamente a la que, por cierto, se le agregó la acusación en la que pretenden vincular al presidente López Obrador y al partido Morena con el narcotráfico, misma que se ha utilizado, de manera recurrente, desde inicios del sexenio, agudizándose en el contexto de los procesos electorales ocurridos en los años 2021 y 2022.

No es casual que esta narrativa con amplia difusión, pero sin ningún fundamento, aparezca y desaparezca de acuerdo con determinadas coyunturas que a la oligarquía le resultan convenientes en su estrategia promotora de inestabilidad y manipulación política. Al final de este comentario dejo el enlace del estudio Elecciones y el narco. ¿Realidad o narrativa orquestada? publicado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia y Justicia Social de la UNAM.

En la conferencia matutina del viernes pasado, 24 de junio, el presidente López Obrador dio respuesta amplia y documentada a prácticamente todos esos señalamientos falsos, enfatizando que en el país existe plena libertad de expresión, por lo que se garantiza que todos esos mensajes sigan circulando por lo medios sin ninguna restricción, al menos gubernamental.

En torno al “incremento” de los homicidios dolosos mostró un cuadro estadístico que desmiente los infundios periodísticos afirmando que los dos sexenios anteriores, Calderón (FCH) y Peña (EPN), tuvieron sustanciales aumentos año con año. Durante los dos sexenios este delito pasó de casi 9 mil casos en 2007 a 36.6 mil en 2018; durante el presente gobierno en 2019 se registraron 36.6 mil y en lo que va del 2022, claro que es el primer semestre, se han registrado cerca de 11 mil, mostrando una tendencia a la baja, sobre todo del 2020 al 2021, al pasar de 36.5 a 33.3 mil homicidios. Es importante tener presente que el homicidio doloso es un delito del fuero común por lo que su combate corresponde a las autoridades municipales y estatales, aunque el gobierno nacional no deja de intervenir con las fuerzas federales.

Acerca de los temas económicos, AMLO señaló que el aumento en la tasa de interés, la cual pasó de 7 a 7.75, es una decisión tomada de manera autónoma por el Banco de México, la cual por cierto no es histórica ya que al llegar la Cuarta Transformacion esa tasa estaba en el 8.5%. Y, recordando sus posturas contrarias a la ortodoxia económica neoliberal, propuso que en definitiva es necesario que los técnicos empiecen a diseñar otras alternativas para controlar la inflación, hay que regresar a la idea original de que los pueblos progresan fundamentalmente con producción, que eso es lo básico, producir, no apostar todo al mundo financiero, a la especulación; se requiere impulsar la actividad productiva en todo el mundo… producir, producir, producir… esa puede ser una solución.

Con respecto al tema de la calificación otorgada a la aviación mexicana por parte de la agencia estadounidense, López Obrador indicó que no todas las organizaciones internacionales son honestas. Por cierto, también comentó que esa organización envío a su gobierno, a las tres de la mañana del día anterior al que se definiera la continuidad o no de la construcción del aeropuerto en Texcoco, un informe señalando la problemática del espacio aéreo entre el AICM y el AIFA, como principal causal para la inviabilidad del Felipe Ángeles. Asimismo, que ya se realizan las gestiones pertinentes para recuperar la categoría 1.

Acerca del sobrecosto en más de 10 mil millones de dólares (mmd) que difunden los opositores en la construcción de la refinería de Dos Bocas, el presidente informó que se exagera en señalar que será de más de 18 mmd el costo final. Originalmente se había presupuestado en 8 mil millones de dólares y efectivamente ha habido un incremento, autorizado por el Consejo de Pemex, pero el precio final llegará a entre 11 y 12 mmd.

Finalmente, comparto un par de párrafos que el propio López Obrador leyó al referirse a sus críticos quienes afirman que ya resulta “enfermiza” su frase de abrazos y no balazos, haciendo caso omiso a que solamente la hace en sentido figurado. La referencia a su más reciente libro publicado con el título A la mitad de camino la hace por la coincidencia de su estrategia para combatir a la violencia con lo planteado por el economista John Kenneth Galbraith, en su libro Una sociedad mejor, sobre ese mismo tema en los siguientes términos: “…la delincuencia y la convulsión social de nuestras grandes ciudades son producto de la pobreza y de una estructura de clases corruptas, que ignora o menosprecia a los pobres.

La solución actualmente aceptada —así el pensamiento dominante— son las medidas policiales, el confinamiento de los individuos de tendencias criminales y la lucha cara y fútil contra el narcotráficoA un plazo más largo o más allá de cualquier plazo, la solución más humanitaria, y probablemente la menos cara, es acabar con la pobreza, que induce al desorden social…”

Aquí abajo les dejo algunas referencias para que complementen lo antes expuesto.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

Salir de la versión móvil